«Al ejercer en Medicina de Familia disfrutas de todas las especialidades».
El trabajo sobre un diagnóstico de vesícula de porcelana, una enfermedad rara, en una paciente de 72 años del centro de salud de Padrón, le valió a la médica ourensana Sandra Yáñez el premio a la mejor de investigación, en una reunión de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen), celebrada en Santander, donde compitió con otras 36 comunicaciones. En este estudio colaboró con ella Manuel Portela, también médico en Padrón.
«Se llama vesícula de porcelana porque la pared de la vesícula se calcifica y presenta una imagen muy característica. Varios estudios asocian esta enfermedad al cáncer de vesícula, muy infrecuente, aunque otros lo ponen un poco en duda. Su tratamiento suele ser quirúrgico; pero esta señora tenía un tumor, con metástasis, y otros problemas, y no se pudo operar», explica.
La paciente había acudido a una consulta habitual: «Le correspondía hacer una analítica, y nos comentó además unas molestias gástricas inespecíficas. Los resultados de la analítica estaban un poco alterados, y al día siguiente la citamos para realizarle una ecografía, en la que vimos la vesícula de porcelana. En atención primaria se hacen ecografías para ayudar a derivar correctamente pacientes al hospital, o solucionar problemas sin tener que derivar al hospital. Esta vez la derivamos al hospital, que confirmó el diagnóstico», indica.
Es el único caso de este mal que ha visto, señala Sandra, que realiza el primer año de especialización en Medicina de Familia. Comenzó en junio. Estuvo en Padrón hasta agosto. Después rotó por los servicios de Dermatología y Radiología, y desde hace 5 meses en el de Medicina Interna del CHUS. Es así, explica, porque «la formación de la especialidad de Medicina de Familia dura 4 años. En los tres primeros se pasan 2 o 3 meses en el centro de salud, y el resto del año son rotaciones hospitalarias. El cuarto año ya solo estamos en el centro de salud y en las ambulancias del 061. Además, hacemos cada mes 4 guardias en urgencias del Hospital Clínico y una en el PAC; excepto el último año, que son en la zona de críticos».
Sandra asegura que deseaba hacer la especialidad de Medicina de Familia: «Estoy encantada, no puedo estar más contenta», dice. Al preguntarle si se la aconsejaría a quienes aprobaron la última convocatoria del Mir, y que los últimos días están en el proceso de elección de plaza, responde sin dudarlo: «Por supuesto. Es una especialidad muy completa. Al ejercer en Medicina de Familia disfrutas de todas las especialidades y puedes llegar lo lejos que tú quieras en cada patología. Además, ves desde niños hasta ancianos; vas a domicilios; y hay salidas laborales en urgencias, en ambulancias o en centros de salud».
Su experiencia en consultas de atención primaria le sirvió para «manejar mucha patología crónica, como diabetes, hipertensión, o insuficiencias cardíacas y renales. Pero también se diagnostica todos los días. Se ve lo más habitual. Lo más raro también llega, porque todo paciente tiene asignado un médico de familia. Aunque casos como esta vesícula de porcelana no son habituales».
En Santander, Sandra tuvo que defender oralmente, en 10 minutos, el trabajo premiado: «Había estado en otros congresos, pero era la primera vez que defendía una comunicación así. Al principio estaba un poco nerviosa, pero después resultó muy bien».
Sandra Yáñez. Se licenció en la Facultade de Medicina de la USC en el 2014. En junio inició la especialidad de Medicina de Familia, en el centro de salud de Padrón y en el CHUS.
Vesícula de porcelana. Es una enfermedad rara, más frecuente en mujeres, y se asocia a cáncer de vesícula.
La Voz de Galicia
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