Locos por perder el norte (de vista).
Un aluvión de mayores se anota estos días para participar en los viajes de la próxima temporada.
Para muchas generaciones que ahora peinan canas, viajar siempre fue un verbo de lujo; algo que no podían permitirse y que, en muchos casos, ni siquiera se planteaban porque nadie de su entorno lo hacía. «¿Quen falaba de viaxar antes?… Eu nunca vin a meus pais coller unha maleta para ir a ningún sitio. Antes soamente era traballar, traballar e traballar. O que viaxaba era para emigrar», decía ayer un hombre que vive en una residencia de ancianos pontevedresa y que, a sus setenta y pico años, sí tiene ganas de ver mundo. ?l, de nombre Manuel, lleva viajando varios años. Y lo hace con el Imserso, formando parte de esas excursiones que cruzan el mapa de España y que alegran la vejez a miles de personas. Como Manuel, cada vez son más los mayores -los viajes son para pensionistas- que quieren subirse a un autobús o a un avión para disfrutar. Ahora, y hasta el día 17 de junio, está abierto el plazo para que quienes todavía no conocen ese mundo de hoteles, bailes nocturnos, tardes de playa y visitas guiadas formen parte de él. Y, un año más, hay una avalancha de solicitudes.
¿Qué tienen que hacer los vecinos de la comarca pontevedresa y de la arousana si quieren sumarse a los viajes del Imserso por primera vez? Tienen, por una parte, la misma opción que el resto de los mayores, que es inscribirse a través de la página web del Imserso o mandando un impreso por correo. Conscientes de que a muchos mayores les cuesta hacerse con la informática, distintos concellos ponen sus departamentos de servicios sociales a disposición de la tercera edad para que se anoten. En estas oficinas municipales les toman los datos y les tramitan la solicitud. Lo contaban ayer, por ejemplo, desde Sanxenxo, donde reconocían que está habiendo una afluencia importante de mayores y que, probablemente, acaben anotándose más que el año pasado que, en el caso sanxenxino fueron 72.
En Cotobade, Poio o Pontecesures los concellos también ponen en bandeja que los mayores se anoten. En el caso de Pontecesures, por ejemplo, en la página web municipal incluso cuelgan un interesante documento informativo para solventar todo tipo de dudas con respecto al programa del Imserso. También hay numerosas asociaciones relacionadas con mayores, clubes de jubilados que hacen de puente para que nadie se quede sin inscribirse. En Pontevedra ocurre así, por ejemplo, en el centro de la tercera edad que hay enfrente de la Alameda.
Quienes ya son veteranos en estos viajes no tienen que anotarse. Pero, eso sí, expertos y principiantes, dentro de unos meses tienen que pasar por las agencias de viajes para tramitar sus excursiones. ¿Cuáles son los destinos favoritos? Haciendo una encuesta en tres centros de mayores distintos, en Pontevedra y Vilagarcía, solo se llega a una conclusión: hay gustos para todo. Pero lo que todos los mayores consultados quieren es: «sol, sol y sol». Así que Canarias o el sur español son los destinos que más suelen seducirles. Perder el norte de vista por un tiempo, dejar la lluvia atrás, es el gran aliciente.
«Los días más divertidos»
Sara Redondo dirige la agencia de viajes Rascado en Pontevedra. En su negocio gestionan viajes del Imserso y señala que, en cuanto se abre el plazo para tramitarlos, que suele ser en septiembre, «empiezan a sucederse los días más divertidos del año». Indica que hay una avalancha y que, aunque ahora se hace todo de una forma más ordenada, sin las enormes colas que había antes, los mayores sí tienen prisa por concretar sus excursiones para coger las mejores fechas o sus destinos predilectos. ¿A dónde se puede ir? Hay algo de todo. Turismo insular, viajes a todo el sur español, circuitos culturales, excursiones a Ceuta y Melilla… Un mundo de posibilidades a unos precios que, para muchos, son «bastante razonables».
Vacaciones y tercera edad
ara las personas mayores, las vacaciones constituyen una actividad de ocio importante, ya que les permiten salir de la rutina, descubrir lugares, compartir con otras personas y en general, vivir experiencias que recordarán por siempre. Considerando que los mayores suelen tener unas circunstancias de vida y de salud particulares, ya que tienen limitaciones tanto económicas como físicas, es fundamental que el viaje sea completamente adaptado a sus necesidades, de forma que la experiencia sea lo más grata posible para ellos, y que logren sentirse seguros en el tiempo de esparcimiento que se tomen para viajar.
La selección del viaje dependerá de la personalidad, el gusto y las condiciones de salud. Dentro de este contexto, lo más importante es tomarse el tiempo suficiente para planificar el viaje, teniendo muy en cuenta sus necesidades, de forma que se escoja el destino y actividades más recomendables para su situación de vida y salud. Es fundamental investigar en profundidad los lugares, las distancias, la documentación necesaria (visados, informes de tratamientos médicos, tarjetas sanitarias, vacunaciones, etc.), la gastronomía, el clima, la vestimenta requerida y sobre todo llevar muy definidas las actividades que se realizarán, para evitar improvisaciones e incomodidades. Una vez planificado todo, procederemos a pedir y reservar los servicios especiales (comidas, sillas de ruedas, asientos, etc.), para luego preparar la documentación necesaria. La última fase es organizar el equipaje para el viaje. No debe faltar en la maleta: su medicación habitual suficiente para todo el viaje y su documentación sanitaria con su póliza de seguro. Es recomendable que estos elementos viajen en su equipaje personal de mano, no en su maleta. Así evitaremos malos ratos en caso de que haya problemas con las maletas.
Es importante que viajen vestidos con ropa cómoda y adaptada a la climatología del lugar, de forma que puedan llevar el traslado al destino de la mejor manera posible. Y sobre todo, es fundamental que los mayores vean el viaje como una experiencia placentera y reconfortante, pero disfrutada con consciencia. Una vejez saludable y divertida es posible.
La Voz de Galicia
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