Retiran la casa móvil de Rois y la depositan en Grúas Estación.
Con lágrimas en los ojos, los vecinos de Padrón Jesús Gómez y María de los Ángeles Dopazo siguieron el viernes los trabajos de retirada, por parte de una grúa de grandes dimensiones, de su casa móvil de una finca del municipio de Rois, tal y como les ordenó la Axencia da Protección da Legalidade Urbanística (Aplu), que declaró ilegal la instalación en un terreno rústico de la vivienda transportable, una piscina, dos casetas de obra y una fosa séptica.
Jesús Gómez explicó que el titular de la empresa Grúas Estación de Padrón le ofreció su ayuda para retirar la vivienda móvil, antes de que la Consellería de Medio Ambiente e Ordenación do Territorio, a través de la Aplu, le impusiera las primeras multas coercitivas, paso previo a proceder a la demolición forzosa de la casa. Así, por la tarde, la grúa levantó la casa, la depositó en un camión y la llevó a las instalaciones cubiertas de la empresa, en el lugar de A Escravitude, en el municipio de Padrón, la misma que alberga, pero en el exterior, los restos del Alvia siniestrado en la curva de Angrois.
«? de agradecer que alguén se ofreza a axudarnos», dijo Jesús Gómez en alusión al propietario de la empresa Grúas Estación, «unha boa persoa», añadió. «Estamos desexando que acabe este sufrimento dunha vez, porque xa non podemos máis», comentó su mujer. Además de la casa, tienen que retirar la piscina, que ya comenzaron a desmontar ayer, y dos casetas de obra, que lo harán en los próximos días.
La Xunta también habla en su expediente de una fosa séptica cubierta por unas placas alveolares, pero el matrimonio niega que exista. «O importante é sacar todo canto antes porque o prazo que nos dou a Xunta xa acabou e poden vir as multas», explicó el propietario de la casa móvil y de la finca en la que la instaló, convencido de que podía hacerlo «sen permisos».
Terreno rústico
El terreno es rústico, y ese es precisamente el motivo por el que la Xunta ordenó la demolición de lo que hay en la finca. «Nós estábamos convencidos de que podíamos poñer a casa nese terreo e sen permiso porque, de saber que non era así, non gastaríamos tantos cartos como gastamos en todo o que temos aquí», explicaron ayer Jesús Gómez y su mujer, visiblemente afectados por la retirada de la casa móvil de la finca, situada en el lugar de A Pereira, en Rois.
La mujer recordaba, en concreto, por qué se decidieron a comprar la vivienda transportable, una vez que el Concello de Rois le denegó «todo o que é posible» para construir en el terreno. Cuenta que, una vez retirado todo, no le queda ni un «mísero cuberto» para guardar las herramientas con las que poder tener la finca en condiciones, como un simple cortacésped.
Para María Ángeles Dopazo, lo que iba a ser un lugar de esparcimiento que le ayudara en la recuperación de su enfermedad, detectada tras 43 años de vida laboral, se ha convertido en una «pesadilla». Por ello, esperan encontrar comprador para la casa porque ellos ya han «perdido a ilusión» de tenerla.
«Estamos desexando acabar con este sufrimento», dicen los propietarios
Uno de los posibles compradores de la vivienda se echó para atrás al saber de las denuncias
La empresa Grúas Estación retiró la casa móvil ayer por la tarde, tras una meticulosa operación para levantarla, transportarla y volver a depositarla en sus naves sin que sufriera daños. Previamente, María de los Ángeles Dopazo ya la había vaciado casi por completo. Por la mañana, una de las dos personas interesadas en adquirir la vivienda se echó atrás en la operación, pese a dar una señal y después de que conocieran las noventa denuncias que tramita la Xunta por la instalación de este tipo de casas y, al parecer, por no tener los permisos necesarios para su colocación en otro terreno.
El matrimonio de Padrón quiere vender la casa, de 24 metros cuadrados, y también la piscina, porque ahora no es más que un mal recuerdo de todo lo que llevan vivido desde que, en marzo de 2014, el Concello de Rois les denunció por ponerla en un terreno rústico de protección agropecuaria. La vivienda llevaba en la finca desde octubre de 2012 y, aún ayer, María de los Ángeles Dopazo se preguntó por qué el Ayuntamiento no los denunció «o primeiro día e xa nos aforrábamos de pasar por todo o que pasamos desde entonces».
Tras la denuncia del Concello, que los afectados consideran que partió de una vecina del lugar, la Xunta abrió un expediente de reposición de la legalidad urbanística, que es firme en la vía administrativa desde marzo de este año y que obliga a demoler o retirar la casa móvil, la piscina, dos casetas de obra y una fosa séptica. Durante la tramitación del expediente, Jesús Gómez ya empezó a buscar fincas a las que poder llevar la casa móvil, para sacarla del terreno rústico de Rois, pero no encontró nada. Un vecino de Dodro le ofreció un terreno en venta, pero él solo quería alquilar, por lo que no hubo acuerdo.
La Voz de Galicia
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