En Pontecesures hay más nacimientos que defunciones.
Desde 1987 Galicia no puede celebrar el contar con más nacimientos que fallecimientos, circunstancia que sin embargo en el conjunto de España se produjo por primera vez el año pasado desde la Guerra Civil, igual que antes había ocurrido con la epidemia de gripe de 1918 y más atrás como uno de los efectos de la guerra napoleónica.
La actual excepcionalidad española es en Galicia, en cambio, una curva demográfica continua y descendente que se extiende por casi todo su territorio. Baste un dato: de los 313 municipios de la comunidad, 225, el 72 %, llevan 20 años seguidos contando más decesos que partos.
El mapa del centro de la página demuestra cómo el color gris y azul domina como reflejo de las localidades donde desde 1996 hay más fallecimientos que nacimientos, lo que se conoce como saldo vegetativo negativo. Solo en 88 ayuntamientos hubo un balance positivo al menos en algún ejercicio de los dos últimos decenios, y únicamente 29 de ellos logran un balance final con más nacimientos que decesos. Esa situación ocurre en la provincia de A Coruña en Ames, Arteixo, Boiro, Camariñas, Culleredo, Oroso y Teo; y en la de Lugo, solo en Burela. En Ourense ese saldo positivo solo se encuentra en Barbadás y O Barco. Y en Pontevedra, en Baiona, Cambados, Cangas, Gondomar, Marín, Moaña, Nigrán, Pontevedra, O Porriño, Poio, Ponteareas, Pontecesures, Redondela, Salceda, Sanxenxo, Soutomaior, Vigo, Vilaboa y A Illa.
Pero la mayoría de esas islas poblacionales han empezado a ver cómo les llega también el agua demográfica al cuello en esta década, acumulando ya muchos de esos municipios varios ejercicios negativos, que no se reflejan aún en el balance vegetativo gracias a los nacimientos sumados antes de la crisis.
Solo hay cinco casos en toda Galicia en los que se mantiene el volumen de nacimientos por encima de los fallecimientos en todos y cada uno de los últimos veinte años. El caso más excepcional es Ames, que acumula en ese tiempo 3.592 alumbramientos más que decesos, lo que sumado a la captación de nuevos residentes lo ha llevado a superar los 30.000 censados y convertirse en la decimotercera localidad gallega más poblada, rebasando ya a Redondela.
Arteixo, que, como Ames respecto a Santiago, hace las veces de polo residencial de A Coruña y además da suelo a gran parte de la industria de su área, es el segundo municipio con el mejor resultado de los que no han tenido en los últimos dos decenios números demográficos adversos, al sumar 2.018 nacimientos más que fallecimientos, balance que en Cambre se sitúa en 1.606 alumbramientos más; en O Porriño, en 936, y en Poio, en 884, conformando las cinco excepciones que de momento no conocen en Galicia un saldo vegetativo negativo.
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