Arde una habitación de Casa Castaño en la que se había instalado un transeúnte.
A pesar de estar hecho una ruina, el viejo edificio de Casa Castaño es una de las señas de identidad de Pontecesures. El inmueble estuvo a punto de ser arrasado ayer por las llamas. Y es que en una habitación del segundo piso, en la que se había instalado un transeúnte, se declaró a las tres y veinte de la tarde un incendio.
Hasta el lugar se trasladó de inmediato la policía local cesureña, los voluntarios de Protección Civil, efectivos del GES de Valga y de los bomberos de O Salnés. Según informaron estos últimos, las llamas empezaron en una habitación del segundo piso que estaba habitada. Ardió un colchón, algunas piezas de ropa que estaban esparcidas por la sala, y alrededor de diez metros cuadrados del suelo de madera.
Aunque el incendio fue aparatoso y generó una densa humareda, a los bomberos no les resultó muy complicado sofocarlo. De hecho, permanecieron en el lugar alrededor de cincuenta minutos, tiempo más que suficiente para sofocar las llamas y para comprobar que estas no habían dañado una estructura que, pese a los años y el olvido, sigue robusta.
La Voz de Galicia
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