Flores y velas por el pontecesureño fallecido en el Alvia.
Han pasado siete años desde la tragedia del Alvia, pero en Pontecesures no olvidan a su vecino muerto en el tren: Antonio Jamardo Villamarín. Hoy no se celebrará la tradicional concentración de homenaje, pero sí se invoca a los vecinos a que lleven flores o velas a la estación de ferrocarril.
La estación de tren de Pontecesures no acogerá esta tarde la concentración en homenaje a Antonio Jamardo Villamarín, como sucedió de forma ininterrumpida entre 2014 y 2019. La pandemia de coronavirus ha motivado que la impulsora del acto, Belén González Silva, haya rehusado este año convocar a sus vecinos al homenaje al pontecesureño fallecido en el accidente del tren Alvia del 24 de julio de 2013.
«Debido a la crisis por el Covid-19, consideramos que no debemos reunirnos, pero eso no significa que olvidemos», plantea en su página de Facebook, medio a través del cual fue haciendo las convocatorias año tras año, desde el primer aniversario del trágico accidente.
Por ello, y para no olvidar, la pontecesureña anima a todos los vecinos y allegados a acudir a la estación ferroviaria de Pontecesures y a depositar en su andén una flor o una vela encendida por la memoria de Antonio Jamardo Villamarín. No habrá concentración, de modo que podrán ir a la hora que cada uno quiera o pueda. La familia, por su parte, participará en una misa de aniversario pensada únicamente para los parientes.
Jamardo viajaba con su novia en el Alvia accidentado en la víspera del Apóstol de 2013. Iban a acudir a una boda, pero el vuelco del tren costó la vida al hombre, que trabajaba en Madrid como agente comercial de una empresa arousana.
En el primer aniversario del fatal accidente, González convocó una concentración de homenaje, a la que año tras año acudieron docenas de vecinos y miembros de la corporación municipal. La pontecesureña insiste en que seguirá convocando el acto, «mientras la familia no me diga que pare, que ya no hace falta», pero asume que tarde o temprano ese momento puede llegar, «porque esto supone remover recuerdos que son muy duros».
Belén González Silva defiende la validez del homenaje, aunque sea a pequeña escala, «para que la familia de Antonio Jamardo vea que no está sola». «Lo peor de todo esto es que han pasado siete años y que seguimos igual. Los vagones siguen en la explanada de Grúas Estación y seguimos sin saber de quien fue la culpa de lo que pasó».
Faro de Vigo
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