Lanzan un SOS al Gobierno para que frene el deterioro del puente entre Padrón y Cesures.
Apatrigal reclama a Transportes una inspección y la reparación de los tajamares y grandes grietas que ponen en riesgo la histórica construcción sobre el Ulla, por la que pasa la N-550.
Puente romano sobre el río Ulla que une las localidades de Padrón y Pontecesures.
La Asociación Galega para a Defensa do Patrimonio Cultural de Galicia (Apatrigal) se ha hecho eco del revuelo existente en la redes sociales por el deterioro que se evidencia en el puente romano que une las localidades de Padrón y Pontecesures. La entidad ha remitido una carta al director general de Carreteras, Juan Pedro Fernández Palomino, en la que, tras describir la situación en la que se encuentra esta histórica construcción, sobre el río Ulla y que soporta el tráfico de la N-550, pide al Ministerio de Transportes que realice una inspección y proceda a la reparación del puente.
En el escrito, el presidente de Apatrigal, Carlos Henrique Fernández Coto, explica al representante de Carreteras que se dirigen a este organismo porque el puente de Cesures está construido sobre el río Ulla (coordenadas 42.725540, -8.654910) y pertenece a la carretera Nacional 550 que une las ciudades de A Coruña y Tui, que representa el eje atlántico de comunicación, una vía estructural de Galicia.
Por ello y ante la alerta surgida en las redes sociales, “hemos recabado datos y nos hemos personado en el lugar, pudiendo comprobar el lamentable estado de la citada infraestructura, tanto en el ámbito de la seguridad como la del patrimonio cultural”, aseguran en la nota.
“Gran parte de sus tajamares están en un estado lamentable, con pérdida de sillares de granito, grietas de considerable dimensión y desagregación estructural”, describen, e incluyen en su carta unas fotografías en las que también pueden observarse con meridiana claridad el deterioro de la calzada, “con grandes grietas que coinciden con los tajamares, por lo que suponemos que es una patología derivada del asentamiento de la plataforma del puente en los puntos críticos que están perdiendo la necesaria estabilidad para mantener la infraestructura”.
Posteriormente hacen un repaso por la historia para explicar que esta infraestructura fue el puente más largo de Europa durante muchos años, “con una longitud de 2.500 metros, que transcurría sobre brañas, por medio de unos sistemas de circulación del agua similares al de un acueducto. Actualmente sólo se pueden apreciar pequeños tramos de esa obra de ingeniería, en lugares puntuales, y el puente en sí tiene un largo de 160 metros”.
Añaden que forma parte de la historia de Galicia, y aunque no está catalogado como “puente histórico” por la Xunta, “está en la memoria de varias generaciones de gallegos que han pasado por él muchas veces, además de las vivencias de los padroneses y cesureños que han desarrollado sus vidas alrededor del río. Se habla incluso de que ese lugar era el puerto de Iria Flavia desde donde partían las naves romanas con las ostras de Iria Flavia (así conocidas en Roma) y el oro del Sil”.
Relatan, además, que ya en el siglo II, “el emperador Trajano ordenó construir el Pons Cessuris (Puente de transeúntes) en Iria Flavia, por donde pasaba la calzada romana XX Per loca marítima. En el puerto estaba el Pedrón, donde amarraban los barcos, hoy bajo el altar mayor de la iglesia parroquial de Santiago en Padrón”.
Finalmente, y sobre su estado actual, Apatrigal dice que “nuestros arquitectos e ingenieros hablan de falta de mantenimiento durante un gran período de tiempo, y que de haberse llevado a cabo las labores de conservación y mantenimiento que requiere una infraestructura como ésta, el puente no estaría tan deteriorado, y ni siquiera requeriría una reparación urgente”.
Por todo ello, piden una inspección urgente por parte de los técnicos del Ministerio de Transportes y que se proyecte una intervención inmediata, “para devolverle el esplendor que merece y garantizar la seguridad de los miles de vehículos que lo atraviesan diariamente”.
El Correo Gallego
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