El eterno baile de la Bella Otero.
Valga es un pueblo que cuida su autoestima. Eso explica la existencia de un museo de historia local en el que se reserva un espacio de honor para la vecina más famosa de esta pequeña localidad; le llamaban Carolina.
La mirada lánguida. El gesto, blando. En la imagen que preside la sala que el Museo da Historia de Valga dedica a su vecina más ilustre, Carolina Otero. Está situado en la N-550, cerca de la Casa Consistorial.
La Voz de Galicia
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