La DGT advierte, sin sancionarlos, a conductores «cazados» en Pontecesures.
El nuevo radar aún está en fase de pruebas.
Los automovilistas reciben cartas informativas tras superar la velocidad permitida.
Se les explica la multa a la que se exponen y los riesgos que corren.
Hace días, diversos conductores «cazados» por el nuevo radar instalado en al carretera Nacional 550, a su paso por el Concello de Pontecesures, denunciaban que la señal informativa que advierte de su presencia es «demasiado pequeña» y que está «tapada por otra señal vertical» que dificulta su localización, por lo que proponen colocar una más grande o cambiarla de ubicación.
Ahora puede añadirse que algunos de esos conductores, y otros automovilistas que se saltaron el límite de velocidad en la recta situada a la altura de la casa consistorial pontecesureña desde la implantación de este radar, han empezado a recibir cartas informativas de la Dirección General de Tráfico (DGT).
En esas misivas se les explica que han cometido una infracción, detallando la velocidad a la que circulaban en el momento de ser fotografiados por las cámaras del radar; imágenes que también se adjuntan.
Dicha comunicación, firmada por el director general de Tráfico, Pere Navarro, se hace constar que «en esta primera fase de puesta en funcionamiento de los nuevos radares no se va a iniciar procedimiento sancionador, pero le recordamos que esta conducta, una vez finalizada la fase informativa, sí conllevará la correspondiente sanción».
A modo de ejemplo, puede citarse el caso de un conductor al que se informó desde la DGT de que el pasado 24 de enero «fue detectada la circulación de su vehículo en el punto kilométrico 84,15 de la carretera N-550 cuando circulaba a 69 kilómetros por hora».
Para añadir que es una velocidad «superior a la máxima legalmente establecida para ese lugar y tipo de vehículo, fijada en 50 kilómetros por hora».
Ese conductor, como tantos otros, se libra de la multa por el periodo de adaptación y prueba antes aludido, pero en la carta se le indica que en su caso concreto, tendría que abonar 100 euros.
La DGT aprovecha esta carta para abundar en su campaña informativa, de ahí que incida en que «son muchas las razones para respetar el límite de velocidad».
Entre ellas, que «llevar una velocidad adecuada podría evitar una cuarta parte de los fallecidos en siniestros viales», asegura Pere Navarro.
Pero también esgrime que «la velocidad excesiva aumenta el riesgo de verse involucrado en un accidente, dado que a mayor velocidad es más difícil reaccionar a tiempo y prevenirlos».
Asimismo, «la velocidad afecta a las lesiones sufridas en un accidente, pues a mayor velocidad de impacto, mayor es la energía que se libera al chocar con otro vehículo, usuario de la vía u obstáculo».
Para terminar, el director general de Tráfico hace hincapié en que «el exceso de velocidad no solo incide en la seguridad vial, sino que también tiene influencia negativa sobre el medio ambiente, la calidad de vida y el consumo de combustible».
Faro de Vigo
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