Hace más de un mes que finalizó la huelga de basura que tuvo secuestrada a parte de la población de Padrón durante tres meses. Los últimos efluvios los eliminaron las lluvias de estos días. Pues bien, para este viaje no se necesitaban alforjas. Es decir, antes de iniciarse esta huelga ya se conocía hasta el último punto lo que se negocia ahora y que en su día se propuso. El protagonista, el sindicalista, nos viene con el cuento de la revisión de precios por parte del Concello. «El coste es inasumible», porque según sus datos el servicio se acercará al millón de euros en seis años. Esto lo sabíamos todos desde el primer día, incluido él. Y fue precisamente el entonces alcalde, Camilo Forján, y su gobierno, en defensa de los intereses de los vecinos, quien se negó a aplicar la famosa fórmula polinomio y sí a negociar con la empresa, lo que de ambas partes era reconocido como inviable. Mientras esto ocurre la empresa G. Vambrú hibernando ¿Dónde? Preguntas: ¿De quién son empleados los trabajadores? ¿Qué trabajador se puede permitir el lujo de estar tres meses en huelga? ¿A quién sirve el protagonista?… Entonces ¿por qué esa obsesión enfermiza y continuo hostigamiento contra el entonces alcalde y su gobierno? ¿Es de recibo escuchar el Lunes de Pascua al protagonista y su cuadrilla detrás de las corporaciones de Santiago y Padrón «Camilo, cabrón, dimisión? ¿A esto lo llaman civismo?. En Padrón podemos pecar de ingenuos y de tardías sacudidas, pero no de tontos. Esta ha sido la realidad de la huelga, lo demás un cuento y como tal cuento tiene un epílogo, Padrón podrá presumir de un legado más: La huelga más larga de Galicia.
Tribuna Libre. Por Julio Martín García, vecino de Padrón.
TIERRAS DE SANTIAGO, 20/09/11