Más de 120 motos antiguas participaron en la segunda ruta internacional de Terras de Padrón ·· BMW de la guerra con sidecar para la familia desfilaron pese al mal tiempo junto a Guzzi 65, Royal Enfiel o Harley Davidson de los 50
El rugido del motor de los viejos cacharros sobre dos ruedas se dejó sentir ayer en la capital del Sar y a lo largo de un recorrido de 70 kilómetros (Rois, Pontecesures, Valga, Catoira, Rianxo y Dodro). Fieles a la cita del uno de mayo (institucionalizada en 2007 por el Club de Motos Antiguas Terras de Padrón), los románticos de estos vehículos clásicos (no de las cilindradas modernas y de las revoluciones de vértigo) llegaron de diversos puntos de la geografía gallega y del norte de Portugal para disfrutar de un largo paseo en libertad, seguidos de coches escoba, porque muchos de estos viejos cacharros no dan para más.
El campo del Souto padronés, punto de partida de la ruta internacional, comenzó a vibrar bajo el rugido de los motores ya desde las diez de la mañana. Pese al mal tiempo y los aguaceros de infarto, los moteros fueron mostrando sus viejos artilugios rescatados del recuerdo y puestos a punto con paciencia, amor e ilusión. Ejemplares rescatados del tiempo como una BMW de la guerra con metralleta y sidecar incluidos, o la Guzzi del 65, la Lambretta, Royal Enfiel o Harley Davidson de los 50 retrotrayeron a los paseantes a otra época.
La cita valió, en algunos casos, para reunir sobre las dos ruedas (con sidecar incluido) a toda la familia. Y a golpe de charanga (la Apeles, cómo no) los participantes salieron con un aguacero infernal dispuestos a disfrutar del día. La primera parada, Rois. Y de ahí hacia el Bajo Ulla y las tierras barbanzanas para regresar al Souto y disfrutar de la comida.
EL CORREO GALLEGO, 02/05/08