El director de Ferrocarriles recibe a Salva o Tren como anticipo de la reunión con la ministra de Fomento.

La plataforma Salva o Tren mantendrá mañana en la estación de Santiago una reunión con el director general de Ferrocarriles, Manuel Niño González, que será un anticipo del encuentro entre representantes de este colectivo y la ministra de Fomento, Ana Pastor, fijado para el próximo día 10 y en el que se volverá a poner sobre la mesa la posibilidad de recuperar el servicio en la estación de Portas. La plataforma entiende que los nuevos responsables de Fomento muestran ??interés por nuestras demandas? ante la celeridad con la que van a ser recibidos, pero aún así ??permanecemos a la expectativa porque las palabras sin los hechos no tienen ningún valor?, apunta el coordinador de Salva o Tren, Fernando Gómez Camarero. Desde su punto de vista son varios los factores que favorecen a la causa que defienden, que no es otra que la creación de una red de cercanías en Galicia. Comenzando porque la propia Ana Pastor es conocedora de sus demandas desde su etapa como Diputada y, sobre todo, por la coyuntura económica, que hace que ??los gobiernos deban esperar a mejores momentos para hacer despilfarros como el AVE? y el tren de cercanías ??garantiza que con una inversión pequeña se obtengan beneficios sociales muy grandes?, sobre todo en esta época de dificultades en la que los ciudadanos ven mermada su movilidad individual y recurren más al transporte público.
El objetivo de la reunión con el director general de Ferrocarriles es ofrecerle todos los datos y proyectos de los que disponen para que, el 10 de febrero, la ministra acuda al encuentro con Salva o Tren con la mayor información posible sobre ??la situación ferroviaria actual en Galicia?. De esta manera esperan que Ana Pastor tenga ??tiempo suficiente para elaborar una propuesta de solución? que, en el caso de la estación de Portas, pasaría para Salva o Tren por recuperar el servicio inicialmente por el sur, de forma que los convoyes que cubren el trayecto Vigo-Pontevedra finalicen su recorrido en Portas. En cuanto a la comunicación norte con Vilagarcía, ven necesario eliminar los tres pasos a nivel existentes en la parroquia de Godos.

DIARIO DE AROUSA, 02/02/12

La recogida de basura cuesta a los concellos de la comarca Ulla/Umia más de un millón de euros al año.

El presidente y vicepresidente de la Mancomunidad, con dos representantes del PP al fondo.

Los ayuntamientos, a excepción de Catoria, estudian unificar el servicio para ahorrar.

Con las únicas ausencias de los independientes Celso Diz (Moraña) y Maribel Castro (Pontecesures) se reunió el martes en Portas la Comisión Ejecutiva de la Mancomunidad para estudiar la posibilidad de mancomunar la recogida de basuras, que supone a los concellos de la comarca un desembolso anual de 1.059.518 euros, cifra que excluye a Catoira ya que ??pedinlle os datos ao alcalde e non os enviou?, explicó el presidente de la entidad, Roberto Váquez, que considera ??importantísimo? rebajar el coste de este servicio. ??Esta é unha das cousas que está abrasando aos concellos?, aseveró. La vía que plantea para conseguir ahorrar es la de unificar la recogida atacando, fundamentalmente, a un factor: el precio por la gestión de los residuos en la planta de Sogama (que representa el 45% del total).
Vázquez puso de manifiesto su intención de reunirse con representantes de Sogama para tratar de conseguir un abaratamiento y, a instancias de los representantes de Pontecesures ­que ya tiene el servicio mancomunado con municipios de Serra do Barbanza­, también sondeará a esta última entidad para conocer sus condiciones y, sobre todo, si tiene capacidad para recibir y tratar las cerca de setecientas toneladas de basura que generan al mes Valga, Pontecesures, Portas, Caldas, Cuntis y Moraña. Sin embargo, la opción de Serra do Barbanza presenta un inconveniente relacionado con el personal. Es una empresa privada la que se encarga de recoger los residuos, lo que dejaría fuera a los trabajadores que actualmente tienen contratados los concellos, en algunos casos funcionarios. Este fue, precisamente, uno de los escollos que hace años dio al traste con el primer intento para mancomunar el servicio.

La idea de la que se parte, y que es susceptible de cambios y aportaciones, es que sea la Mancomunidad la encargada de gestionar la recogida haciéndose cargo de los nueve camiones que tienen en propiedad los concellos. Los operarios, en cambio, quedarían en plantilla de los respectivos ayuntamientos y las cargas salariales se descontarían a la hora de repartir los costes. ??Con menos camións ­parte de ellos solo trabajan dos o tres días a la semana­ pódese facer igual o recorrido por todas as localidades?, optimizando recursos al máximo para favorecer a las economías municipales.

Por otra parte, Roberto Vázquez planteó una revisión de las tasas que cobra a los ciudadanos cada ayuntamiento por la recogida de basura, ya que ??son moi dispares? y ??habería que unificalas? pensando en que ??se acheguen? lo máximo posible ??ao coste real do servizo, que non pode ser deficitario?, recalcó.

El tema volverá a retomarse en la próxima reunión de la Ejecutiva, una vez se produzcan las reuniones con Sogama y Serra do Barbanza y se cuente con datos más fiables sobre a cuánto podría ascender el ahorro para los Concellos si la recogida de basuras llega a mancomunarse.

De los 383.970 euros de Caldas a los 120.000 de Cesures.

Caldas, capital de la comarca con una población superior a los diez mil habitantes, es el concello que más costes asume por la recogida de basura llegando a 383.970 euros al año. Le siguen en orden descendente, Cuntis (152.629), Moraña (144.578) Valga (137.910), Potas (120.429) y Pontecesures, que ronda los 120.000 euros anuales. El edil cesureño Roque Araújo apunta que el suyo es un concepto “distinto” de recogida, ya que es selectiva. La empresa contratada por la mancomunidad Serra do Barbanza desplaza a la villa tres camiones para recoger los residuos, sin que el concello aporte ningún operario.

DIARIO DE AROUSA, 02/02/12

Ecoembes recogerá el 80 % del plástico de la planta de Servia, donde se recogen los residuos de Pontecesures.

El acuerdo pone fin a 13 meses de conflicto con Serra do Barbanza.

El conflicto que la mancomunidad Serra do Barbanza, que gestiona los residuos de Ames, Brión, Rois, Pontecesures y otros y Ecoembes mantenían desde hace 13 meses por la recogida en la planta de Servia (Lousame) de los envases plásticos ligeros se cerró ayer con un acuerdo que satisface a ambas partes y que se sustenta en el compromiso de Ecoembes de recoger el 80 % de estos residuos.

El origen del enfrentamiento nació el 1 de enero del 2010 cuando Ecoembes, la sociedad sin ánimo de lucro encargada de recoger este tipo de residuos para su posterior tratamiento, decidió que tan solo tenía que retirar el 30 % del film que entra mensualmente en Servia. Esta situación, tras la reunión de ayer, ha cambiado gracias al compromiso de Ecoembes de llevarse el 80% durante el 2011 y el 2012. Esta medida tendrá carácter retroactivo desde el 1 de enero del 2010. Lo que falta por conocer ahora es la opinión de la empresa concesionaria de la planta de Servia, la firma FCC, que podría estar en desacuerdo con esta medida y solicitar que se recoja el 100 % de los envases.

También se determinaron las cantidades máximas que se gestionarán con cargo a los presupuesto de Ecoembes hasta el final del convenio con la Xunta.

LA VOZ DE GALICIA, 02/02/12

Una casa de Valga en la que todo el mundo está a gusto.

María lleva toda la vida entre fogones. Desde hace 42 años está al frente de Casa José.

Hay una casa en Valga en la que todo el mundo se siente cómodo. Es Casa José, uno de esos restaurantes de los de toda la vida donde los platos se cocinan a su ritmo y donde los postres se preparan con huevos de casa. Al frente de ese negocio encontramos a María Fernández, una mujer de armas tomar, acostumbrada al trabajo duro y a hacer las cosas bien. Su trabajo entre fogones le ha valido muchos premios: reconocimientos de los empresarios de la comarca, premios del día de la mujer trabajadora y, ahora, el Álvaro Cunqueiro, un premio concedido por el Concello de Lalín, la Secretaría xeral de Turismo y con las asociaciones gastronómicas de Galicia.

Toda una vida

El premio que le ha llegado a María Fernández es un justo homenaje a toda una vida dedicada a trajinar entre los fogones. Bien ganado se lo tiene, la verdad. Esta mujer, que ahora lleva a sus espaldas ocho décadas de experiencia, es natural de Boiro. Con catorce años cruzó el Ulla para trabajar como cocinera en Casa Castaño. En ello estaba cuando conoció a José Devesa Manteiga, con el que se casó y fundó una familia. Y con el que, además, montó un negocio. «Se llamaba Casa Gina. Era un poco de todo: una mezcla entre tienda ultramarinos, taberna, casa de comidas…», cuenta la hija mayor, María José Devesa. El duro trabajo del matrimonio permitió que, hace 42 años, dejasen aquel primer local y se trasladasen. No tuvieron que moverse mucho: apenas doscientos metros separan lo que era Casa Gina de lo que es Casa José.

Estómagos ilustres

Han pasado muchos años, pero Casa José se mantiene fiel a los principios sobre los que cimentó su éxito. ¿Y cuáles son? En primer lugar, trabajar con productos frescos, del día. «El pescado es de gente de la zona y el que se compra se consume a lo largo de la jornada», explica María José. Y las verduras y las frutas se compran en Padrón, en el mercado, a gente «de por aquí, muchos de Corón». Así, Casa José se convierte en una empresa «pequeñita, familiar, que ayuda a mover un poco la economía de por aquí en unos tiempos tan difíciles como estos», señalaban ayer desde el restaurante. Con una materia prima de primera calidad se preparan unos platos que llevan años conquistando paladares. El mismísimo Álvaro Cunqueiro, el hombre que da nombre al premio que ahora ha recibido María Fernández, se sentó en una de las mesas del comedor para probar un timbal de lamprea, una de las especialidades de la casa. De tan ilustre visita no quedaron pruebas gráficas. «A mis padres no les gustaba nada eso de hacerles fotos a la gente importante que venía a comer», dicen los hijos del matrimonio. La muerte del fundador de la casa, hace dos años, ha hecho que «muchas historias y muchas fechas se hayan perdido porque no nos acordamos de todo». Aún así, la lista de apellidos ilustres de la cultura y la política gallega que se han sentado a la mesa de Casa José es larga, y abarca a todo el espectro ideológico de este país: allí ha comido el padre del actual presidente del Gobierno y Mariano Rajoy en persona. Y allí han disfrutado de la buena mesa, también, Xosé Manuel Beiras y su padre. «Y todos están cómodos aquí, como en casa», señala María José.

Una carta clásica

Junto al timbal de lamprea, un plato típico de la zona que en Casa José bordan, en la carta de este restaurante caben productos de todo tipo. La lamprea, la estrella de esta temporada, se cocina también a la bordelesa, y también de esa guisa conquista paladares. En la época de la anguila, esta pasa a convertirse en la reina de la cocina: allí se guisa, se fríe o se prepara en empanada. Y en el comedor las raciones vuelan. Con pescados de mar se cocinan buenas caldeiradas, y con mariscos se hacen unas croquetas que también se gozan de merecida fama. Si preferimos la carne, también hay variedad. Sobre todo en época de caza, cuando en la cocina del restaurante se gana su propio espacio la perdiz. Pero aún hay más donde elegir. ¿Qué me dicen de unos deliciosos huevos encapotados?

El postre perfecto

Si aún les queda espacio en el estómago, disfruten del postre. A sus ochenta años, María sigue preparando la tarta de almendras, los flanes, las cañas y los brazos de gitano. Cualquiera de ellas es una buena opción, ya que en la elaboración de estos dulces destila la sabiduría de muchos años entre fogones, el cariño que distingue a los buenos cocineros y el empeño por la calidad que se traduce, esta vez, en el uso único y exclusivo de huevos de casa. «Es cosa de mi madre, no cede», dicen los hijos de esta mujer. La que da voz a esta segunda generación es la mayor. «Siempre bromeo diciendo que mis padres trabajaron tanto toda su vida, que a la hora de elegir mi nombre aplicaron la ley del mínimo esfuerzo. Me llamo María como ella y José como él». Sus hermanos menores son Dolores y Jesús. Los tres han hecho sus vidas al otro lado del umbral de Casa José, pero siguen acudiendo todos los días al negocio familiar en el que invirtieron muchas horas a la vuelta del colegio. «Había que echar una mano», recuerdan. Siguen haciéndolo, cada vez más orgullosos de la estirpe a la que pertenecen.

Álvaro Cunqueiro probó en este restaurante el famoso timbal de lamprea

LA VOZ DE GALICIA, 02/02/12