Si la situación en la ría llega a ser alarmante, no es menos preocupante en el río Ulla. El principal cauce fluvial de Arousa tampoco es ajeno a la contaminación debido, entre otros motivos, a la dejadez de la Administración.
El caso más sangrante se produce en Pontecesures donde se siguen vertiendo las aguas residuales directamente al río, sin ningún proceso previo de depuración. Aquí tienen depuradora desde hace una década, pero no funciona porque el Concello carece de capacidad económica para sufragar los gastos de mantenimiento. O eso es, al menos, lo que dice el alcalde, frente a las críticas de la oposición municipal que ya ha presentado varias iniciativas para tratar de poner fin a esta situación. Desde el Concello esperaban que la Xunta asumiera este gasto, pero Medio Ambiente ya ha dicho que se trata de una competencia municipal.