Andrés Quintá en la presentación del teleférico que unirá el Ulla con Mina Mercedes.

La Xunta apoyará con 30.000 euros un proyecto que pretende poner en valor el patrimonio minero de la zona.

La recuperación del patrimonio minero de Valga está más cerca. Ayer se celebró en el Concello la presentación del proyecto de recuperación de la línea de vagonetas que unía el río Ulla con la Mina Mercedes. Al acto acudieron el conselleiro Francisco Conde, el delegado territorial de la Xunta, Cores Tourís y el alcalde, José María Bello Maneiro.

Conde afirmó que la Xunta aportará, a través de un convenio de colaboración, un total de 30.000 euros de los 40.000 que se necesitan para desarrollar una iniciativa que, además del teleférico y la reactivación de las líneas de vagonetas mineras, incluye también la construcción de dos nuevos terminales de acceso en los dos extremos. La actuación prevista superó ya los trámites ambientales y solo falta que la Xunta apruebe su licitación

Esta antigua línea de vagonetas formaba parte de la actividad industrial de la empresa Novo y Sierra, donde ahora se encuentra ubicada Urovesa. Las vagonetas unían la fábrica valguesa con un pequeño puerto de carga y descarga situado en el río Ulla, cuya rehabilitación se encuentra también en marcha a la espera de la instalación de un pantalán por parte de Portos de Galicia.

Con esta actuación se pretende valorizar el patrimonio de esta zona, respetando en todo momento el paisaje natural sobre el que está prevista la acción, según afirmaba el conselleiro Francisco Conde. Este aprovechó la ocasión para insistir en que «a minaría pode xerar valor despois da súa explotación e da súa produción e formar parte do patrimonio galego». Además, el alcalde de Valga, Bello Maneiro, señaló que se implantará un paquete turístico que permitirá a los visitantes llegar a Valga en catamarán, subir a la línea de vagonetas para tener una visión aérea del municipio y, posteriormente, visitar otros lugares de interés como el Museo de la Historia o los petroglifos.

Esta vertiente turística contribuirá también a la creación de empleo. El objetivo es utilizar el patrimonio minero para ampliar la oferta cultural, por lo que se requerirán, espera el alcalde, nuevos trabajadores para cubrir esta demanda.

La Voz de Galicia

Cortizo, de pequeña carpintería de aluminio a multinacional.

Desde su fundación en 1972, la empresa no ha parado de crecer.

De pequeña carpintería de aluminio a una de las multinacionales más importantes del sector en Europa. Así podría resumirse, a grandes rasgos, la evolución histórica de la empresa Cortizo de Padrón, fundada en el año 1972 por José Manuel Cortizo Sóñora en su lugar natal de Extramundi. Junto con él, otros cinco empleados trabajaban en aquel pequeño galpón en el núcleo de A Devesa en el que se fabricaban ventanas, puertas y balcones de aluminio para la comarca.

Casi medio siglo después, la empresa sigue dirigida por el fundador y en la misma continúa trabajando uno de los integrantes de aquella primera plantilla de Cortizo, José Lampón, vecino de Dodro. «Eu tiña 17 anos e non quería seguir estudando. No Banco Pastor de Padrón meu pai soubo que andaban buscando xente para un novo negocio en Extramundi. Colléronme e ata hoxe», recuerda Lampón, para quien «foi increíble poder vivir a transformación e o crecemento da empresa dende dentro».PUBLICIDAD

Entre los años 1974 y 1976, Cotizo encuentra un nicho de mercado para sus ventanas en Salamanca. La construcción en esta ciudad está en pleno auge en esa época y la empresa padronesa les presenta ventanas fabricadas en aluminio, desconocidas hasta ese momento en una zona en la que se instalaban fundamentalmente ventanas de hierro.

El aluminio se convierte en la estrella de esos nuevos edificios. La demanda se dispara y durante dos años salen cada semana desde Extramundi unas 800 ventanas de Cortizo con destino a Salamanca. En los momentos de mayor trabajo la plantilla llega 30 empleados y la empresa amplía su nave original.

Hacia 1978 la fabricación de ventanas de aluminio se populariza y Cortizo decide reconducir su actividad dentro del sector. Deja de ser una carpintería y se convierte en distribuidor de perfiles de aluminio. Fue entonces cuando construyó su primera nave sobre los terrenos donde se encuentra la actual fábrica, su primer gran almacén desde el que distribuía perfiles para toda Galicia. A partir de ahí fue un no parar hasta la actualidad.

Algunos datos claves son que en 1989 comienza su actividad comercial en el exterior, realizando sus primeras exportaciones a Portugal. En la década de los años 90 comienza sus ventas en nuevos mercados europeos; en la de 2000 amplía su sede central de Padrón, con nuevas oficinas, una gran área de embalaje y un centro tecnológico. En el año 2002 abre, además, el primer centro productivo fuera de la capital del Sar, en la isla de Tenerife. En el 2005 abre en Eslovaquia su primera fábrica en el extranjero.

En la actualidad, Cortizo es la compañía líder en España en el diseño y fabricación de perfiles de aluminio y PVC para la arquitectura y los sectores industriales. Cuenta con 9 centros productivos, 31 centros logísticos y emplea a más de 3.200 personas, más de la mitad en Galicia. El año pasado volvió a batir récords, con un volumen de negocio de 636 millones de euros y una producción de 81.178 toneladas de perfilería de aluminio. Sus ventas en el exterior superan el 70 %, exportando a 60 países diferentes.

La Voz de Galicia