Nesta semana, o Concello de Pontecesures ven
de recibir novas mostras de solidariedade e implicación por parte de
empresarios veciños da vila.
Por unha banda, Antonio, Maria e Rosa
Fernández Chaves, en representación de INDALDSU, empresa do sector do aluminio
que a familia dirixe, fixeron entrega de 1200 pantallas de protección facial
dando mostra do seu compromiso co benestar e seguridade de todos os veciños e
veciñas deste concello, que tamén é o seu.
Por outra banda, Manuel Troitiño, propietario da empresa de construción IVANCA e veciño de Pontecesures, puxo a disposición desta institución un total de 750 mascarillas infantís destinadas a cativos e cativas de entre 3 e 14 anos.
O material donado será distribuido nos
próximos días polo persoal do concello.
O equipo de goberno, como voceiro toda a veciñanza, quere mostrar
todo o seu agradecemento polas aportacións recibidas e deixar patente o orgullo
que sentimos de contar con veciños e veciñas que representan un modelo de
implicación a seguir.
Maximino Rodríguez Buján, conocido por su pseudónimo de ‘Máximo Sar’ se convirtió en enero de 2020 en Hijo Adoptivo de Caldas de Reis tras el nombramiento realizado por el Pleno Municipal de la corporación.
Con este título, señala el alcalde Juan Manuel Rey, se quiere reconocer a una persona que es admirada por sus servicios, su trabajo y sus obras, dejando un importante legado para Caldas de Reis, vila a la que siempre ha estado ligado.
Máximo Sar nacía en 1922 en el municipio de Padrón. Tras estudiar en
Santiago de Compostela inició su carrera en la justicia municipal en el año 1951 cuando toma posesión de su cargo como juez en el Juzgado Comarcal de Caldas de Reis. Desde entonces, salvo por causas laborales, fijó su residencia en la villa.
Además de juez, Máximo Sar cuenta con una amplia carrera como escritor y periodista con más de un centenar de artículos publicados sobre Caldas y su comarca.
Fundó la ‘Xuntanza Endovélica’ de la que formaban parte intelectuales
caldenses, artistas y escritores. Además es miembro del Padroado Rosalía
de Castro y socio de honor del Ateneo Caldense.
Desde el Concello se está preparando la edición de un libro con una selección de artículos periodísticos publicados por este autor en distintos medios y que cuentan con referencias a Caldas.
A Casa do Concello de Pontecesures manterá as bandeiras a media asta durante todo o mes de maio en sinal de loito e en homenaxe ás vítimas do coronavirus en Galicia.
Lémbrase que o loito oficial fue declarado en Galicia pola Xunta. O goberno español non fixo a declaración a pesares de que levamos máis de 25.000 falecidos por esta enfermidade.
Son siete los concellos de la Ría de Arousa y zona de influencia que
se salvan de las franjas horarias para pasear y hacer deporte. Se trata
de A Illa y Meis en la comarca de O Salnés y de Portas, Catoira, Moraña,
Cuntis y Pontecesures en la de Ulla Umia.
Al tener menos de cinco mil habitantes, conforman la excepción a la regulación establecida por el Gobierno de Pedro Sánchez para evitar aglomeraciones durante el primer día de paseo general, que tendrá lugar hoy.
El alcalde del primer municipio afirma que “no tiene encaje que un padronés pueda viajar hasta A Coruña o hasta Cariño, municipios que quedan a 100 kilómetros, y no puedan cruzar a 200 metros”.
Un vecino de Pontecesures pasa hacia Padrón, al otro lado del puente este jueves. Padrón y Pontecesures son dos municipios gallegos con una gran vida conjunta que están separados por un puente romano sobre el rio Ulla y durante la desescalada, su unidad se podría ver alterada por la división provincial: el primero pertenece a A Coruña y, el segundo, a Pontevedra.
Padrón y Pontecesures son dos municipios gallegos con
una gran vida conjunta que están separados por un puente romano situado
sobre el río Ulla. En la desescalada, su unidad se podría ver alterada
por la división provincial, con consecuencias negativas tanto para el
comercio como para sus habitantes, ya que el primero pertenece a A
Coruña y el segundo, a Pontevedra.
“Espero que
finalmente impere el sentido común y esta medida se eche atrás”, ha
declarado a Efe el alcalde de Padrón, Antonio Fernández Angueira, que
considera que el municipio es el “centro neurálgico” de la comarca,
además de núcleo “comercial, industrial, administrativo y sanitario”.
“No
tiene encaje que una persona de Padrón, limítrofe con Pontecesures,
pueda viajar hasta A Coruña o hasta Cariño, municipios que quedan a 100
kilómetros, y no puedan cruzar a 200 metros”, explica.
El
alcalde considera que habría que establecer otro tipo de áreas, porque
en algunos casos “únicamente juega el azar”, ya que depende de si los
municipios están situados en el centro de la provincia o en zonas
limítrofes.
“No se puede gobernar a 600 kilómetros de
distancia y establecer las mismas medidas para todos, porque esa
igualdad no deja de ser una discriminación en situaciones distintas”,
apunta Fernández Angueira, que señala que, mientras Madrid es
uniprovincial, hay comunidades autónomas, como Galicia, que tienen
características muy distintas.
Además, esta división
supone para el alcalde un lastre en los servicios ciudadanos, pues en
Padrón está ubicado el grupo de emergencias supramunicipal, que incluye
otros municipios como Valga o Catoira, por lo que ve las áreas
sanitarias como una buena medida territorial para la desescalada.
En
caso de que la desescalada sea provincial definitivamente, los
habitantes de muchos pueblos cercanos a Padrón, pero que están en la
provincia de Pontevedra, no podrían realizar sus compras en la localidad
coruñesa y, por lo tanto, deberían buscar esos servicios en su
provincia, aunque ello suponga recorrer muchos más kilómetros.
“Por
un lado se está perjudicando a Padrón económicamente e industrialmente y
a los vecinos de otros municipios se les está quitando un servicio que
podrían tener a tres kilómetros, además de obligarlos a desplazarse a lo
mejor a 60 kilómetros dentro de la misma provincia para tener el mismo
resultado”, explica Fernández Angueira.
Así lo ven
también los comerciantes del mercado de abastos de la localidad, que
piensan que perderán muchos clientes si se corta el tránsito entre
Pontecesures y Padrón.
“Así como gente de Santiago
no viene, por los kilómetros, aunque esté en la misma provincia, de
Pontecesures tenemos muchos”, explica Mari Carmen, que trabaja en una
frutería y que entiende que no puedan ir los de Pontevedra, pero no
gente cuya localidad está a poca distancia.
Lo mismo
afirma Luis, que asegura que a la carnicería en la que trabaja acude
mucha gente de pueblos limítrofes y añade que si se aplica la
desescalada por provincias, podrían perder entre un 30 y un 40 % de la
clientela.
En Pontecesures, pueblo de no más de
3.000 habitantes y con servicios limitados, opinan igual, pues Ángel,
encargado de una librería, asegura que, aunque la mayoría de sus
clientes son del lado pontevedrés, podría perder en torno a un 30 % de
clientes.
Para el alcalde de esta localidad, Juan
Manuel Vidal, el hecho de hacer una división insular o provincial
“desbarata un poco la simbiosis que llevamos todos los ayuntamientos del
contorno”, por el mero hecho de una división administrativa “sin
demasiado buen criterio”.
“Estamos enclavados en la
comarca del Ulla, una comarca en la que están solapados muchos servicios
y en la que compartimos tradiciones, mercados e infinidad de puntos en
común”, afirma, y añade que la situación es “casi cómica” porque vecinos
a los que separan 200 metros no podrían casi “ni darse los buenos días”
o incluso algunos, para poder bajar al caso urbano, “tendrían que
cruzar campo a través” para no cruzar los límites provinciales.
“Lo
menos lesivo sería hacer una división comarcal, pero no tirar de
divisiones administrativas de principios del siglo XIX”, apunta.
Y
es que, tal y como opina el presidente de la Asociación de Empresarios
de Padrón, Simón Barreiro, en situaciones como ésta es necesario que
todos “arrimen el hombro” y que las empresas y comercios se ayuden los
unos a los otros para salir adelante, en lugar de establecer fronteras
“sin lógica”.
“Es una rueda en la que si uno deja de empujar, pues nos repercute a todos. Tenemos que ayudarnos unos a otros”, afirma Barreiro, que a pesar de que considera que las decisiones políticas que se toman “no son fáciles”, podría haber más concreción, ya que “sale una medida y según la repercusión que tiene se modifica”, lo que genera “incertidumbre y desconfianza”.
Carmucha Lago con su hijo José Manuel y su nieto Alejandro en uno de los invernaderos de cultivo.
Es primero de mayo y arranca la temporada del pimiento en Herbón, si bien algunos productores de esta parroquia padronesa ya recogieron los primeros frutos hace unos días. En tierras de Carmucha Lago Rivera, maestra pementeira, brotaron los primeros ejemplares en medio de la pandemia del coronavirus, que a pesar de sus consecuencias desastrosas para toda la sociedad no pudo con este fenómeno de la naturaleza. No obstante, todo apunta a que la crisis sí hará mella en la capaña del pimiento. O al menos eso es lo que prevén en Pementos Carmucha: “Con los restaurantes y bares sin actividad y sin turistas es evidente que va a pasar factura”, señalan, antes de apuntar que el 80 % de sus clientes proceden del sector hostelero. Indican que con la llegada del buen tiempo la producción irá a más y el fruto estrella de Herbón potenciará su sabor. El excedente de Carmucha, que cuenta con el sello de Galicia Calidade, se destinará a sus otros tres artículos culinarios de gran éxito: el pimentón, la mermelada y el queso de Friol con pimentón. Por cierto, en esta edición no fue el rey Felipe VI el primero de los mortales en degustar los pimientos de Herbón, sino que los disfrutó la familia Ferro Lago y algunos amigos a los que quisieron obsequiar con una generosa prueba.