
- “Aprovecho para colaborar en las tareas de casa y estar con mi familia”
El alcalde de Pontecesures compagina su trabajo en la empresa privada con su labor en el ayuntamiento. “Por las mañanas suelo trabajar desde casa los asuntos que tienen que ver con el Concello, ya que la mayoría de las gestiones se pueden hacer a través de administración electrónica, y de paso aprovecho para colaborar en las tareas de casa, cocinar y estar con mi familia”.
Su mujer, Carmiña, también se lleva el trabajo a casa, “por lo que podemos estar juntos de mañana mientras Juan y Lucía, mis hijos, se encargan de sus tareas del cole, que les han enviado por el aula virtual, con lo que mantenemos una rutina de trabajo todos”.
Seage confiesa que si tengo ocasión retoma su vieja afición, la de radioaficionado, “y contacto con otros lugares de Galicia para saber cómo llevan el encierro forzoso. El piano esta temporada lo nota también; en algún descanso antes de ir a trabajar, por la tarde, le arranco unas notas si puedo. Cuando salgo por la tarde para la oficina la mayoría de los días el salón de casa se ha transformado en un improvisado gimnasio para los que se quedan”.
A juicio del alcalde pontecesureño, “lo peor del encierro es el cambio de rutina que nos ha provocado”. En este sentido, explica que “el hecho de limitar nuestro mundo a 100 metros cuadrados, ya que vivimos en un piso, impide todo aquello que solíamos hacer en el tiempo libre; mi hijo Juan practica el fútbol, mi hija Lucía baloncesto y a mi me gusta salir en moto, por ejemplo”.
Todo eso se ve ahora “como un tiempo lejano, y eso que solo llevamos una semana de cuarentena”.
Faro de Vigo

