El Concello de Vilagarcía llegó a incluir en sus presupuestos la partida para abonar las expropiaciones a los vecinos afectados
El proyecto de senda verde entre Carril y Bamio, con una longitud de unos dos kilómetros, ha sido paralizado por el Concello de Vilagarcía de Arousa a la espera de conocer si el actual tramo de vías del tren próximo a la costa, que quedará inutilizado por las obras del Eje Atlántico de Alta Velocidad Ferroviaria, se puede reconvertir en una senda verde.
El concejal delegado de Xestión do Territorio, Marcelino Abuín Duro, explicó que no tiene sentido hacer ahora un proyecto como el que había diseñado Costas, limitado a la disponibilidad que había en su momento, y que requiere de la expropiación de terrenos a particulares, cuando existe la posibilidad de que el tramo ferroviario que pasa muy próximo al litoral del río Ulla, entre Carril y Bamio pueda convertirse en una senda verde. En este último caso, los terrenos serían un sobrante del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias-Adif, empresa del Estado, por lo que no sería necesaria la acometida de las costosas y complicadas expropiaciones.
El caso es que el proyecto redactado por Costas data del año 2006 y fue presentado al Concello de Vilagarcía para que pusiera a disposición los terrenos a la mayor brevedad posible, con el fin de iniciar la ejecución de las obras. Este plan llegó al Concello de Vilagarcía con Javier Gago López como alcalde, quien fue el primero en iniciar los contactos con los vecinos para la disponibilidad de los terrenos necesarios para la obra.
Las gestiones continuaron con Dolores García como alcaldesa y Marcelino Abuín en calidad de concejal de Xestión do Territorio. Los vecinos afectados solicitaron una compensación económica, por lo que el Concello incluyó en los presupuestos del pasado año una partida para hacer frente al pago de las expropiaciones. Pero estas no llegaron a ejecutarse, al decidir el gobierno local frenar la actuación a la espera de conocer qué ocurrirá con los terrenos que ocupa la actual vía férrea.
Adif ha optado por construir un trazado alternativo por el monte para el Eje Atlántico de Alta Velocidad y cuando éste se ponga en funcionamiento los trenes abandonarán la costa vilagarciana.
La alcaldesa de Vilagarcía ha solicitado entrevistas con responsables de Infraestructuras Ferroviarias del Ministerio de Fomento y de la Dirección Xeral de Mobilidade de la Xunta para conocer detalles del trazado ferroviario y del plan del tren de cercanías para aclarar si se van a liberar las actuales vías férreas con el fin de poder construir la senda verde.
La postura del Concello de Vilagarcía se enfrenta a la de la comisión del tren de cercanías entre Santiago y Vilagarcía, formada por alcaldes de los municipios por los que actualmente pasa la línea del ferrocarril. Esta comisión defiende el mantenimiento de las vías férreas para destinarlas al uso de un nuevo sistema de comunicaciones al estilo de un tren de cercanías. El gobierno local vilagarciano condiciona su apoyo a esta iniciativa a la posibilidad de compatibilizar la alta velocidad del Eje Atlántico con el servicio de cercanías en el nuevo trazado ferroviario a su paso por el municipio.
El proyecto de Costas
La senda verde proyectada por Costas entre Carril y Bamio tiene un presupuesto base de licitación de 793.753,01 euros, inversión que será financiada en su totalidad por el Estado, con un plazo de ejecución de 8 meses.
Esta senda litoral se extiende a lo largo de poco más de dos kilómetros que separan las inmediaciones de la playa de Bamio de la zona de A Rosa, en Carril, donde está previsto que finalice el paseo a la altura del edificio de la Consellería de Pesca. De esta forma la infraestructura conecta con el paseo marítimo entre Carril y Vilagarcía.
El trazado discurre por la margen izquierda del río Ulla, paralelo al litoral, entre el mar y la línea del ferrocarril, y por una zona de complicado acceso. Pese a esto, la actuación se proyecta de forma totalmente respetuosa con el medio ambiente, tanto en la utilización de materiales como en el propio trazado, a la vez que garantiza la comodidad para peatones y cicloturistas, que podrán disfrutar de un entorno de gran valor natural y paisajístico.
La senda litoral tendrá un ancho de tres metros, será de carácter peatonal y también permitirá la circulación de bicicletas. Debido a la complicada orografía del terreno, el paseo peatonal combinará tramos en planta con otros en alzado, con el objetivo de evitar hacer importantes movimientos de tierras. En el primero de los casos el pavimento a utilizar será de planchas de cuarcita gris que irán instaladas sobre una base de hormigón hidráulico, cama de arena y capa de mortero.
En el proyecto están previstos dos tramos alzados que se resolverán con pasarelas de madera de pino, que tendrán respectivamente 70 y 65 metros de longitud y 2,5 metros de ancho.
La senda incluye la creación de dos áreas de descanso de 415 y 335 metros cuadrados de superficie respectivamente. Ambas zonas estarán dotadas de fuentes de agua potable, bancos de granito, papeleras, barandillas de madera en los muros de contención con más de un metro de altura de desnivel y áreas ajardinadas. Los bancos se distribuirán de forma irregular, orientados en diferentes sentidos para posibilitar la contemplación del paisaje en todas las direcciones e irán agrupados alrededor de los árboles, de forma que éstos les proporcionen sombra.
El ajardinamiento, consistirá en la combinación de distintas variedades de plantas de gran resistencia climática y escasas exigencias de mantenimiento, lo que evitará la instalación de sistemas de riego. En el perímetro de las áreas de descanso se plantarán arbustos para delimitar las zonas.
FARO DE VIGO, 01/10/09