Los niños se divierten intentando descubrir a las ranas y a los tritones que se esconden en la charca que han creado en el patio.
Los alumnos del colegio de Valga han creado este año un estanque en el recinto al que se han mudado a vivir ranas y tritones que los niños juegan a descubrir
Una cinta de plástico impide estos días el paso hasta el estanque que los alumnos del colegio Xesús Ferro Couselo, de Valga, han creado en el recinto. El motivo es que han aprovechado este inicio de la primavera para plantar césped y este todavía está naciendo, de manera que hay que pisar lo menos posible la tierra. Así que mientras la hierba no crezca, los chiquillos no podrán entretenerse descubriendo en el agua a los inquilinos de la charca.
En el estanque viven tritones y ranas. Los primeros fueron llevados allí por los profesores, pero las ranas aparecieron ellas solitas. No habían pasado más que dos o tres días desde que la charca se llenó de agua cuando se dejaron ver los pequeños batracios, allí se instalaron, y hasta hoy. Eso sí, aunque no se pueda pisar mucho, los escolares sí se acercan a esa instalación, utilizando un camino de piedrecitas, para limpiarla. Sobre todo estos días que se ensucia mucho con el polvo que cae de los pinos de alrededor.
Este es el principal proyecto que el colegio de Cordeiro ha desarrollado este año dentro del programa ambiental de Voz Natura, en el que es ya todo un veterano y en el que ha ganado incluso algún premio. Como cada curso, los chicos de este centro cierran su participación en Voz Natura elaborando una gran maqueta relacionada con el tema que han trabajado. En esta ocasión ese mural reproducirá la nueva charca con la que cuentan en el centro.
Además de cuidar el estanque, alumnos y profesores trabajan para mejorar poco a poco el amplio patio del que dispone el colegio de Valga. Esta semana plantaron un castaño en una esquina del recinto. También tienen un espacio en el que han plantado camelias y otro en el que tienen un pequeño bosque de árboles autóctonos que han plantado hace unos años -también dentro de un proyecto de Voz Natura- y que siguen cuidando.
Colaboración externa
Aunque los escolares de este colegio son muy eficientes, para algunas tareas necesitan apoyo de los mayores. Sus profesores los ayudan, pero a veces no es suficiente y piden la colaboración de padres o abuelos. Esta semana, sin ir más lejos, han contado con el apoyo de algunas madres que fueron una tarde a ayudarles a plantar el huerto.
En este espacio, ubicado en la parte delantera del centro, crecen ya lechugas, cebollas y coles, entre otras hortalizas. Los niños van a tener la oportunidad en los próximos meses de comprobar cómo van creciendo y cómo se van convirtiendo en esos alimentos que después encuentran en el plato.
Como este año estuvo tan mal tiempo no tuvieron mucha oportunidad de trabajar en el exterior. Pero ahora han asumido el reto de prepararlo todo para la gran fiesta que piensan organizar por el 25 aniversario el centro, que se cumple el 19 de junio. Así que antes de esa fecha se han propuesto arreglar el jardín que tienen a la entrada del recinto y el paseo de los aromas que crearon hace algunos años en la parte trasera para tratar de adecentar una zona que no era más que un barranco. Seguro que cuando se celebre esa fiesta el recinto estará ya precioso.
Otro de los proyectos que tenían para este curso era estudiar a las ardillas. En los alrededores del centro hay mucho bosque, de manera que no es extraño ver alguna ardilla de cuando en vez. Este año parece que todavía no han despertado del letargo del invierno, aunque algún niño dice haber visto ya alguna. De todos modos, esperan que en los próximos días se dejen ver más por las inmediaciones para que los alumnos puedan estudiar su comportamiento. También han colocado nidos en los árboles del patio con la esperanza de que los pájaros se decidan a vivir en ellos.
Con todo ello, el colegio Ferro Couselo trata de intensificar un contacto con la naturaleza que en Valga está siempre muy presente. Para ello cuentan con el apoyo del programa Voz Natura, que auspicia la Fundación Santiago Rey Fernández-Latorre con el patrocinio de las consellerías de Medio Ambiente y Medio Rural, la Diputación de A Coruña, Leche Celta, Cabreiroá, Fundación Gómez Franqueira y Sogarisa.
LA VOZ DE GALICIA, 18/04/10