Basquetdeza-Tecven Padrón, una plaza de ascenso en juego.

Los lalinenses disputan mañana el partido de ida en el pabellón municipal frente al Padrón, un rival de un nivel muy semejante

El sueño de jugar en Segunda División del Basketdeza requiere como primer paso doblegar mañana domingo al Tecven Padrón, su rival en el play off que otorga una plaza de ascenso. Después llegará la vuelta, pero los lalinenses quieren sentar ya las bases en casa y ante su afición para cumplir ese ansiado objetivo. El encuentro comenzará a las 12.00 horas en el pabellón municipal.

Los dos equipos cuentan con números muy similares tras concluir la fase regular. Ambos acabaron con once victorias por cinco derrotas, con veintisiete puntos y con los padroneses segundos y los lalinenses terceros. Además también igualan en el enfrentamiento directo, con victoria del Basketdeza en casa y del Tecven Padrón en la suya. Hubo diferencias semejantes, por encima de los diez puntos en los dos encuentros.

Ramón Barcala no podrá contar con Jorge para el partido de ida del play off, en una plantilla integrada por diecisiete jugadores. El entrenador del Basketdeza esperaba ayer que haya un duelo bastante equilibrado, que puede decidirse en los pequeños detalles. Con la estrategia ya clara para buscar la victoria, el equipo lalinense de baloncesto apelará de inicio a una defensa presionante en individual.

El Basketdeza buscará un partido de un alto ritmo e intenso frente a un Tecven Padrón muy veterano, con el fin de que pueda afectarles el cansancio. Respecto a la plantilla rival, Ramón Barcala incidió sobre todo en dos jugadores, uno de ellos con muy buena mano para tirar y otro más joven que juega de pívot, con capacidad para postear y movilidad en la zona. «Buscaremos desde el principio que sea un partido muy vivo para secar a esos dos jugadores aunque después habrá que adaptarse según evolucione el juego», significaba el técnico lalinense.

Desde el club se pedía además el apoyo masivo mañana domingo de la afición para animar al equipo. Quieren ganar y afrontar con ciertas garantías el partido de vuelta en Padrón, programado para el 2 de abril. Confían en el ascenso, todo un sueño para los integrantes del Basketdeza.

La Voz de Galicia

«He tenido que detener a gente que conocía; alguno me dejó de saludar».

El vilagarciano se jubila tras 45 años de servicio, los últimos cinco como jefe de la comisaría compostelana.

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Discreto y sencillo, a Simón Sabariz Rolán (Vilagarcía, 1951) siempre le ha gustado pasar desapercibido. Tanto, que esta es la primera vez que concede una entrevista en toda su extensa y laureada carrera. Y la última, porque se jubila después de 45 años y medio de servicio. Los que no le conocen solo saben de él que una vez se quedó en calzoncillos y saltó al mar para detener a un caco que huía a nado en Cambados. Pero en su amplio historial hay más. Muchos desvelos y operaciones importantes, muchas de ellas contra el contrabando de tabaco y el narcotráfico en la ría Arousa que le vio nacer. Ahora son anécdotas que solo comparte con los suyos y con una taza de vino de por medio, como cuando en los años 80 detuvo a uno de los grandes contrabandistas gallegos por primera vez y fue a registrar su casa. Además de otras pruebas, en un zócalo encontraron unos cartones de rubio de batea y el contrabandista -y después narco- se fue hacia su esposa y le recriminó: «¿Pero cómo tienes esto aquí, no ves que es de contrabando?». Y como esta, cientos.

-Se jubila después de más de 45 años…

-Primero paso a segunda actividad tres meses antes de jubilarme, que lo haré al cumplir 65 años el 27 de octubre. Por motivos familiares me voy un poquito antes.

-¿Por qué se hizo policía?

-Creo que fue un poco vocacional. No es que tuviera mucha vocación al principio, pero después me enganché en este tema y se puede decir que fue vocacional, sí.

-Antes que en Santiago fue comisario y policía en otras ciudades, como en su Vilagarcía natal.

-En Vilagarcía siempre fui inspector jefe, porque ya llegué con esa categoría, a la que ascendí en 1978.

-¿Y antes dónde había estado?

-He pasado por ?ibar, Ferrol, Marín, Pontevedra, Vilagarcía, Gijón, Ferrol y Santiago. Ese es el recorrido que hice. En Vilagarcía entré como inspector jefe, pero no quiere decir que fuera el jefe de la comisaría. Lo fui en el año 2000 y después ascendí y fui comisario en Gijón y en Ferrol, antes de llegar a Santiago que es mi último destino.

-Dicen que ustedes denunciaron lo que estaba ocurriendo en Arousa con la droga mucho antes de que el juez Garzón activara la que después se llamó operación Nécora. ¿No les hacían caso?

-Eso es un poco leyenda. Lo que sí es cierto es que nosotros empezamos allí por el tema del tabaco de contrabando. Nos dimos cuenta de que habíamos atajado aquello pero que quedó en un impás judicial porque la legislación europea no estaba muy de acuerdo con la española. Había creo que cien procesados por el tema del tabaco… Y después muchas familias que se dedicaban al contrabando se reconvirtieron y empezaron con el hachís y después pasaron a la coca. Algunas algo anduvieron con la heroína, pero pocas. Pero eso de que no nos hacían caso no es así. Nosotros empezamos allí con una investigación importante, lo que pasa es que en aquella época lo que teníamos entre manos sonaba así un poco de película…

-Igual pensaban que exageraban.

-Pues sí, posiblemente. Después se vio que no y ya llegó la Brigada Central de Estupefacientes, que trajo mucha gente.

-Imagino que a algún vecino o conocido le habrá tocado detener por su relación con el narcotráfico.

-Pues he tenido que detener a mucha gente que conocía. No eran amigos míos, pero sí era gente que conocía.

-¿Y eso cómo se lleva?

-Cuando fui a Vilagarcía todo el mundo me decía que tuviera cuidado porque yo era de allí y había nacido allí y eso me iba a crear problemas, pero la verdad es que jamás tuve ningún problema. El que es amigo mío, es amigo mío, y el que es conocido, llegado el caso de tener que actuar y si hay realmente pruebas no ya en el narcotráfico sino en cualquier delito, pues esto es un trabajo y te pagan por ello. Nunca me ha remordido la conciencia. Hay alguno que me dejó de saludar, pero tampoco me ha influido. Duermo todas las noches.

-Cuando llegó a Santiago le contaron el mantra de que esta es una ciudad tranquila, pero en su etapa no lo ha sido tanto.

-Todo el mundo define Santiago como una ciudad segura, y lo es, por eso cuando se producen cosas como las de estos años llaman más la atención.

-En cinco años ha pasado casi de todo…

-Bueno. Hubo el descarrilamiento del tren, el robo del Códice, que cuando lo sustrajeron yo no estaba aquí, y el tema puntual de Asunta, que lo llevó la Guardia Civil.

-Y un bebé asesinado en un congreso de una secta gnóstica…

-Bueno, pero podría haber ocurrido en cualquier otra parte. Pero en el mundo en el que vivimos estas cosas pueden ocurrir en cualquier momento. Recuerdo cuando en Vilagarcía mataron al niño aquel de Rubiáns. Oye, Vilagarcía es una ciudad tranquila, más allá de los problemas del narcotráfico, y aquello fue un mazazo total. Ocurrió allí como podía haber pasado en cualquier sitio. Quizás en Santiago ya hemos agotado el cupo de mala suerte, ¿no?

-¿Cómo está llevando estos días de despedida sostenida?

-Es difícil decir esto, pero después de tantos años creo estar preparado para esto, creo que yo estoy preparado para descansar. Soy amante de las cosas pequeñas, así que tampoco voy a hacer nada fuera de lo común. Pasear, leer, tomar un vino con los amigos, sentarme en una terracita a las once de la mañana para ver lo que escribís vosotros, los periodistas. Allí en la Marina, con el fresquito de la primavera y el verano y el sol que entra por la calle que hay entre la Comandancia y el ISM [en la Alameda de Vilagarcía].

-¿Y sorprendido por toda la gente que se apuntó a su comida?

-Esas cosas no dicen nada. Un acto sencillo para compartir mesa y mantel y echar unas risas.

«He tenido que detener a mucha gente que conocía. Hay alguno que me dejó de saludar»

«Es difícil decir esto, pero después de tantos años creo estar preparado para descansar»

«En Arousa a veces nos asustábamos de lo que teníamos entre manos por el narcotráfico»

Cuatro décadas de servicio dan para mucho. Para ver casi de todo. Desde delincuentes que se reinsertan en la sociedad, «no muchos pero conozco alguno que se ha rehabilitado», apunta Sabariz Rolán, hasta otros que detienen una y otra vez y que quedan en libertad tras pasar por los juzgados. «Puede generar alguna frustración, pero al final esto es como un juego. Hay un reglamento, nosotros nos atenemos a él, ejecutamos nuestro trabajo, ponemos a los delincuentes a disposición judicial y a partir de ahí hay un proceso en el que no nos vamos a meter. Y por mucho que nos preocupemos las cosas son como son», asegura. De Santiago se marcha con la sensación de que deja los deberes hechos y de que las necesidades de plantilla se resolverán pronto.

-¿Cuál diría que ha sido su mejor recuerdo en estas cuatro décadas de servicio?

-Son muchos. Pero sobre todo aquellas veces en las que hemos culminado con éxito operativos muy importantes, sobre todo contra el narcotráfico. Hemos hecho grandes investigaciones. Cuando llegué a Arousa a veces nos asustábamos de lo que teníamos entre manos por el narcotráfico. Era una comisaría muy pequeña y hasta dudábamos de si seríamos capaces de sacarlas adelante. Lo hicimos, y eso me produjo una gran satisfacción.

-¿Y el peor?

-Cuando no salen las cosas como tú quieres… Pero yo la verdad es que he tenido suerte y lo he pasado mal pocas veces.

-¿Aprovechará para nadar más ahora que se retira?

-Sigo nadando, sí. Nadando se mueven todos los músculos del cuerpo excepto el lóbulo de la oreja. También te comes mucho el coco. Haces cuarenta largos y te pasa trescientas veces la vida por la cabeza. Por eso los nadadores se queman tanto, porque es un deporte en el que siempre estás solo, sin hablar con nadie. Por otra parte, también es muy bonito y relaja un montón.

-¿Y el básquet, le dedicará ahora más tiempo?

-El básquet es mi otro hobby. Estuve 25 años de directivo del BBC y he pasado momentos muy buenos, pero también malos porque requiere recursos económicos y a veces no los hay. A veces no encuentras patrocinador y es mucha presión. Movíamos doscientos chavalitos, ¿eh? Los he llevado de aquí para allá, a todas partes, muchas veces hasta en mi coche. Entré porque mi hijo quería jugar al baloncesto y me pidieron que echara una mano y ahí me quedé enganchado.

La Voz de Galicia

La Xunta construirá un paso peatonal sobre el río Sar en el Campo de A Barca de Padrón.

También habilitará en este espacio una pista multideporte, todo ello con una inversión de 150.000 euros.

La Consellería de Medio Ambiente e Ordenación do Territorio colaborará con el Concello de Padrón en la ejecución de dos actuaciones que pondrán en valor un espacio de este municipio, el Campo de A Barca. Así, Medio Ambiente destinará 150.000 euros a la construcción de una pasarela peatonal sobre el río Sar y una pista multideporte en el Campo da Barca.

La conselleira Beatriz Mato le trasladó ayer al alcalde de Padrón, Antonio Fernández, el compromiso de la Xunta con esta actuación, en un encuentro de trabajo en el que analizaron las necesidades que demanda este Concello.

En el caso de la pasarela peatonal sobre el río Sar, esta infraestructura cubrirá la falta de conexiones entre ambos márgenes aguas arriba, hacia el norte del puente de Santiago. Aguas abajo ya existen dos pasarelas que conectan el Paseo del Espolón y el entorno del campo de la feria con el otro lado del río.

La pasarela que se pretende construir ahora estará formada por una estructura metálica de un solo hueco de 30 metros. El ancho del tablón será de 2,5 metros, por lo que se permitirá la circulación y cruce de peatones y bicicletas. Con el fin de integrar esta actuación, y de aligerar su percepción visual, la consellería empleará tablas de madera y, como sistemas de protección, una barandilla cuyos materiales han de ser aprobados por Patrimonio.

En relación con la obra de la pista multideporte en el Campo da Barca, será necesario hacer trabajos de desmonte del terreno, por lo que se prevén movimientos de tierra y la instalación de diversas estructuras, como césped artificial, barandillas o la colocación de canastas de baloncesto.

La conselleira Beatriz Mato le trasladó ayer al alcalde padronés la «máxima colaboración para facer realidade estas dúas actuacións no menor tempo posible, co fin de que os veciños de Padrón se beneficien destas áreas de descanso».

Las Voz de Galicia