Angueira dejará la “primeira liña” de la política cesureña y no optará a la reelección.

“Non quero acabar convertido nun dinosaurio. Hai xente nova chea de ilusión de interese e de gañas, e hai que deixarlle paso”.

“Seguirei traballando, pero non desde a primeira fila”·.

Llevaba tiempo dándole vueltas al asunto. Lo comentó con sus compañeros de partido, tomó una decisión firme y en rueda de prensa, Luis Angueira anunció que no volverá a ser candidato del BNG a la alcaldía de Pontecesures. “Non me vou presentar ás eleccións de 2015” dijo en la rueda de prensa en la que estuvo flanqueado por los tres concejales nacionalistas que lo acompañan en el Concello y por la responsable comarcar del BNG, Anxos Riveiro.

Angueira agotará el mandato, y seguirá pilotando el gobierno tripartito de Pontecesures hasta las municipales de mayo. Pero cuando llegue ese momento “o meu ciclo rematou”. Se termina, básicamente, porque el acutal regidor no quiere verse convertido en un “dinosaurio político”, prefiere dar paso a “xente nova, que ten moito interese e moitas gañas”. El seguirá trabajando pero lejos de los focos. Y sin pensar siquiera a nuevos retos fuera de Pontecesures. “Nin teño esa pretensión, nin teño idade”, bromeó en la misma rueda de prensa en la que rechazó que, tras su salida de la escena política, estén los procesos judiciales en los que se ha visto envuelto como alcalde.

Cuando lleue el mes de mayo, Luis Álvarez cumplirá 24 años en la corporación, doce de ellos ocupando el sillón de mando. Por eso quiso agradecer a los vecinos de Pontecesures su confianza depositada en el BNG, un partido que ha respondido “facendo unha boa labor, un traballo serio, tanto cando estivo no goberno como cando estivo na oposición”. Este úlitmo mandato, explicó el alcalde, está siendo particularmente difícil de bido a la situación económica.

También Anxos Riveiro, la responsable comarcal del BNG, tuvo palabras de agradecimiento en este caso para Angueira y a suks 24 años que ha entregado a liderar al Bloque local, intentando “as veces en circunstancias moi complexas, mellorar día tras día as condicións de vida dos veciños de Pontecesures”.

En octubre.

La búsqueda de susttuto para Angueira, oficialmente, no ha comenzado. El BNG tiene sus plazos para elegir a los cabezas de lista para las próximas municipales, y Pontecesures no será una excepción. Así que habrá que esperar hasta el mes de octubre para saber quein coge las riendas de esta formación, que concurrirá a las elecciones consciente de que el mandato ha sido, casi casi, de supervivencia “de mellorar o que tes e mantelo” y, sobre todo de “axudar ás persoas que o están a pasar mal. Asfaltar está ben, pero paga a pena axudar ás persoas que o precisan. aínda que iso se vexa menos”.

Para ello, Angueira confía en que los vecinos de Pontecesures sepan apreciar tanto las pequeñas cosas que se han hecho (la reforma del parque infantil, los proyectos de ahorro energético) como el “mandato tranquilo” que ya entra en su recta final y en el que el BNG ha contado con la alianza del PSOE de Roque Araújo y la Terra Galega de Ángel Souto. Siguen pendientes obras como el centro de día o un auditorio “pequeno e que podamos manter”. Conseguir esas instalaciones será, ya, batalla para otro alcalde.

La Voz de Galicia

 

Angueira no se presentará a la reelección como alcalde de Pontecesures.

El regidor nacionalista apela a que se ha cerrado su ciclo.

Luís Álvarez Angueira no ocupará el cartel electoral del BNG en las municipales del mes de mayo. El actual alcalde de Pontecesures considera que es hora de cerrar su ciclo en el Concello. «Son 24 años na corporación, doce como alcalde. Toca apartarse da primeira liña política e deixar paso», explicaba el Angueira este mediodía. En el mes de octubre se sabrá quien asume el reto de liderar al BNG en su bastión del Baixo Ulla.

La Voz de Galicia

El alcalde de Pontecesures desvela hoy su futuro en las próximas municipales.

Angueira comparecerá ante los medios a las doce del mediodía.

El alcalde de Pontecesures, el nacionalista Manuel Luis Álvarez Angueira, ha convocado para este mediodía una rueda de prensa “en referencia ás eleccións municipais 2015”. Todo apunta a que la comparecencia servirá para desvelar si el histórico regidor cesureño repite en el cartel electoral o si, por contra, renuncia a ocupar ese puesto.

Álvarez Angueira alcanzó por primera vez la alcaldía de Pontecesures en 1999. Entonces gracias al apoyo de Luis Ángel Sabariz Rolán y del PSOE consiguió desbancar del sillón de mando a Victoriano Trenco (PP). Aquel tripartito acabó envuelto en gran tensión hasta el punto de que en 2003, tras unas nuevas elecciones, Angueira revalidó la alcaldía y houbo luego un gobierno de coalición en que sus aliados fueron la ACP de Sabariz e IP de Maribel Castro.

No ocurrió lo mismo cuatro años después, cuando a pesar de ser la lista más votada el BNG de  Angueira ocupó los bancos de la oposición. Maribel Castro se convirtió en alcaldesa gracias al apoyo de ACP y PP.

De nuevo fue el Bloque la lista más votada en 2011. En esta ocasión, la formación encabezada por Angueira encontró el apoyo del PSOE que encabeza Roque Araújo y de Terra Galega de Ángel Souto Cordo. Los tres grupos realizan una valoración positiva de los años en los que han compartido gobierno.

Y es que aunque ha habido diferencias y los debates internos “lóxicos nestes casos”, según explican los propios protagonistas de la coalición, se ha intentado trabajar dando imagen de unidad y de coordinación entre todas las partes en cuestión.

La Voz de Galicia

Pintan la señalización de la PO-548 Cesures/Vilagarcía, dos meses después del inicio del reasfaltado.

po-548

Los operarios estaban trabajando a media tarde en Abalo (Catoira)

La empresa concesionaria de las obras de reasfaltado de la carretera PO-548 (Pontecesures-Vilagarcía) inició ayer el pintado de la señalización horizontal en los tramos en los que se realizó el pavimentado, y la Xunta de Galicia (titular de la vía) confía en que dicho pintado termine durante la jornada de hoy. La empresa empezó esta obra de mejora del asfaltado en julio, y pronto hubo críticas contra la misma por dos motivos. En primer lugar, solo se asfaltaron las zonas que en opinión de los técnicos están en peor estado, de modo que los tramos con pavimento nuevo se alternan con los de asfalto ya antiguo. En algunos casos, se ven tramos reasfaltados en uno de los carriles, y justo en el de al lado no se actuó.

En segundo lugar, los usuarios de la carretera y los vecinos de los pueblos que atraviesa se quejaban de que la empresa no fuese repintando a medida que avanzaban las obras. Los conductores alegan que la circulación por la PO-548 se hizo mucho más peligrosa desde hace mes y medio, al no estar trazadas ni las líneas de los arcenes ni las de separación de los carriles.

El asunto llegó a la agenda de los partidos políticos, y hace apenas una semana el BNG de Catoira emplazó al grupo de gobierno a que urgiese a la Xunta el pintado de la señalización horizontal, haciendo hincapié en los pasos de peatones. Los vecinos volvieron a mostrarse molestos con esta deficiencia el lunes por la tarde, después de que dos coches chocasen frontolateralmente en un tramo recto de la carretera, a la altura de Catoira, porque uno de ellos invadió parcialmente el otro carril. Uno de los turismos incluso volcó en una cuneta, y hubo tres heridos.

Así las cosas, desde la Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Infraestructuras indican que la obra de reasfaltado terminó el viernes pasado y que el repintado empezó ayer. “Si la meteorología es favorable, el repintado terminará mañana jueves”, por hoy. La empresa tendrá que coordinarse en todo caso con la Guardia Civil de Tráfico, pues la Vuelta Ciclista a España pasa hoy precisamente por esta carretera.

A media tarde de ayer los operarios estaban repintando a la altura de Abalo (Catoira), aunque solo están actuando sobre la señalización horizontal que quedó tapada con el reasfaltado. Algunos conductores ya han señalado que la antigua se ve mucho menos.

Las obras tuvieron un presupuesto de 517.000 euros, en el cual se incluyeron trabajos de mejora en otras tres vías. La rehabilitación fue “superficial” en los tramos con “deterioros leves”, indica la Xunta.

Faro de Vigo

Reforma de doble filo en Arousa

QU? HUBIESE PASADO CON LA REFORMA ELECTORAL

VALGA. Municipales 2011, mayoría absoluta del PP. Europeas 2014, mayoría absoluta del PP.

PONTECESURES. Municipales 2011, 2ª vuelta entre BNG y PP. Europeas 2014, 2ª vuelta entre PP y AGE+Podemos)

Como siempre todo depende del cristal con que se observen las elecciones de mayo del año que viene. Y, sobre todo, de la referencia que se escoja a la hora de calcular qué es lo que puede suceder para actuar en consecuencia. A estas alturas, queda claro que el PP está dispuesto a forzar la máquina para implantar una serie de cambios tendentes a facilitar la consecución de mayorías absolutas en los municipios. Claro que por lo que respecta a ARousa, el fenómeno puede volverse contra los intereses conservadores en al menos cuatro plazas.

La reforma que ha anunciado el equipo de Mariano Rajoy (la formación que rebase el 40% de los votos y supere en al menos cinco puntos a sus contrincantes obtendría de inmediato la alcaldía y la hegemonía en la corporación correspondiente) habría resultado espectacular para los populares arousanos en 2011. Para empezar, Tomás Fole no habría necesitado ningún pacto con IVIL para blindar el gobierno de Vilagarcía. Pos si fuese poco, habría desbancado al PSOE en A Illa haciendo inútil cualquier pacto con el BNG. En cambio los conservadores habrían tenido que medirse en una segunda vuelta en O Grove, mientras que el BNG haría lo propio con el PP por la alcaldía de Pontecesures.

Sin embargo, en los últimos tres años han sucedido muchas cosas. Tantas como para pensar que habrá cambios, algunos de ellos importantes, en el comportamiento del electorado. Habrá que calibrar, para empezar, los efectos de la irrupción del fenómeno Podemos. Y el único precedente que lo permite son las elecciones europeas de hace tres meses. Aquí sería donde las cosas no le saldrían redondas al PP.

Proyectados los resultados de las europeas y aplicándolos a los cambios anunciados por el Gobierno, los populares perderían cualquier opción en A Illa, donde los socialistas alcanzarían una victoria incontestable. Tampoco en Vilagarcía se haría la gaviota con el bastón de mando. Al contrario, necesitaría una segunda vuelta con el PSOE. Ambas formaciones se quedarían muy lejos de ese 40% al que el PP quiere rebajar la frontera de la mayoría absoluta, por lo que esa ronda definitiva se anticiparía extraordinariamente reñida.

Los mismos protagonistas tendrían que verse las caras en Catoira,a unque cabe recordar que a excepción del BNG hace siete años, en el concello vikingo nadie ha sido capaz de hacerle sombra al regidor socialista Alberto García en unas municipales.

Los problemas para la diestra se repetirían en O Grove y Pontecesures, donde además podrían cambiar sus oponentes. siempre que AGE y Podemos alcanzasen un acuerdo, cuestión que está por demostrar, su alianza disputaría a la gaviota ambas alcaldías en la célebre segunda vuelta. Sucedería en tierras mecas porque, pese a que el PSOE obtuvo un buen resultado en las europeas, la suma de las otras dos formaciones lo rebasaría. Los mismo ocurriría en Pontecesures, teniendo siempre en cuenta que el bastón de mando es hoy del BNG. Existe, por último un factor colateral nada desdeñable: con sus cambios, tal vez el PP consiga a la fuerza lo que la izquierda no logra por sí mismo en el actual escenario: una coalición integral por la zurda. Y a saber qué pasará entonces.

La Voz de  Galicia

 

 

 

La nueva ley provocaría el cambio político en 13 concellos y 55 irían a una segunda vuelta.

La mitad de la población de Galicia tendría un mapa político distinto al que determinaron las urnas y los pactos postelectorales en los últimos comicios locales si la reforma electoral que plantea Mariano Rajoy estuviese ya en vigor. Hasta 1.300.665 gallegos (el 47,02 % del censo) verían como la composición de sus actuales corporaciones estaría sujetas a cambios, bien por la realización de una segunda vuelta entre las dos fuerzas más votadas en caso de no registrar mayorías absolutas, o por la pretendida asignación de la alcaldía de manera directa a los candidatos que, pese a no tener la mitad más uno de los escrutinios, superasen la barrera del 40 %. Conseguir más de cinco puntos porcentuales sobre el inmediato rival es la condición que los populares barajan en ese caso para asignar la mayoría absoluta política, aunque no lo sea de aritmética.

Pese a que la intención que el PP esgrime para impulsar la modificación electoral es dotar a la Administración local de mayor estabilidad, en el arranque del mandato no sería así para los 55 municipios gallegos que deberían votar dos veces antes de saber el nombre de su nuevo alcalde. 637.303 personas deberían someterse a una segunda campaña electoral y a unos nuevos comicios entre los dos candidatos más votados. En esa situación de doble cita electoral, por no superar ninguna lista el 40 % o haberlo logrado dos candidaturas y quedar separadas ambas por menos de cinco puntos, se verían urbes como Ourense, Pontevedra, Narón, Culleredo, Cambre, Ponteareas, Monforte, Viveiro, Sada, Gondomar, Fene u Ordes, entre las más pobladas de las que ahora cuentan con alcaldes en minoría o con el bastón de mando soportado por más de un grupo.

Filtro para 21 alcaldes del PP

Con los resultados del 2011 sería el propio PP el partido con el mayor volumen de alcaldías que tendrían que pasar el nuevo filtro. Hasta 21 de las 55 en las que habría que realizar una segunda vuelta tienen alcalde popular, mientras que en la misma disyuntiva se encontrarían 15 regidores socialistas, otros doce elegidos en las listas del BNG y seis más que lo hicieron al frente de formaciones de corte local e independientes.

En Cee, Moeche, Sada y Vilamartín de Valdeorras el PP cabría la posibilidad de perder en la segunda cita con las urnas la alcaldía que ostenta pese a no haber sido el partido más votado. Sin embargo las piezas a cobrar por los populares en lo que se refiere a volumen de población serían mayores que las hipotéticas bajas si el liderazgo obtenido en las urnas pero perdido en los pactos de sus rivales se refrendase en una segunda consulta. En Ourense, Pontevedra, Cambre, Rianxo o Viveiro el PP gozaría de esa segunda oportunidad de investir a sus candidatos que resultaron los más votados.

Mayorías esfumadas

Eso sí, la reforma de Rajoy sumiría en la incertidumbre a algunas localidades en las que ahora su partido goza de mayoría absoluta, pues la modificación de los criterios de reparto haría que en Punxín, A Veiga y Vilardevós la ventaja de menos de dos puntos que separaron a populares de socialistas en el 2011 sean insuficiente con el cambio de ley manejado para determinar vencedor a la primera. La pérdida de la misma condición de líder indiscutible al tener que someterse con la reforma a una segunda vuelta le ocurriría al PSOE también en Camariñas y Piñor.

La fórmula de la doble cita con las urnas para determinar el color de la alcaldía podría evitar situaciones como la vivida en Os Blancos, donde el empate total fue roto en sorteo en favor de una formación local.

Lo que resultaría más determinante de la reforma electoral que maneja Rajoy es el cambio de color que propiciaría el bajar diez puntos la nota que otorga la mayoría absoluta. Vigo, donde los ocho puntos que Corina Porro obtuvo de ventaja en las urnas sobre Abel Caballero le hubieran convertido así en alcaldesa al lograr más del 40 % de los votos.

Junto a Vigo, el cambio de partido al frente del Gobierno local en favor del PP se registraría también en Lugo, Betanzos (por 9 décimas), Noia, Mondoñedo, Salceda, Carnota, Toques, O Incio, Riotorto y A Illa de Arousa. Pero la misma regla le quitaría a los populares el bastón de mando en Negreira, que pasaría al PSOE, como en A Mezquita la lista independiente local pasaría por encima de la alcaldía otorgada al BNG en el 2011.

La reforma reforzaría finalmente con mayorías absolutas alcaldías ahora en minoría o soportadas con pactos en 18 ayuntamientos: Vilagarcía, Carballo, Cangas, Redondela, Sanxenxo, Ares, Corcubión, Boimorto, Laxe, Santiso, Teo (si no se hubiese registrado la escisión en el BNG), Vedra, Láncara, A Rúa, Arbo, Cuntis, A Guarda y Moaña.

La Voz de Galicia