Catoira aguarda una revisión de su estación que el ADIF sí ha llevado a cabo en Pontecesures.

Intermodalidad al margen, el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF) mantiene otras tres deudas pendientes. Que el AVE entre Vigo y Madrid discurra por Vilagarcía, en lugar de utilizar la antigua ruta del Miño, parece cosa imposible mientras Abel Caballero no le dé su visto bueno. No ocurrió en la última etapa del PSOE en el Gobierno central, ni tampoco en los sucesivos gabinetes del popular Mariano Rajoy. Descartado también este empeño, resta por abordar la situación en la que se encuentran las históricas estaciones de Pontecesures y Catoira.

A finales del año pasado, el ADIF anunció una campaña de revisión de 117 estaciones en toda Galicia. Entre ellas, las dos que se encuentran en el trazado del Baixo Ulla, en la primera línea de ferrocarril que funcionó en Galicia. Las instalaciones de Cesures sí han sido objeto de un lavado de cara. Las de Catoira, en cambio, aguardan su momento. En todo caso, lo que el operador ferroviario manifestaba en noviembre era su intención de mejorar el estado de las terminales, pero también su propósito de estudiar alternativas de uso que rescaten los edificios del abandono en el que languidecen.

Ni la terminal de Catoira ni la de Pontecesures tienen, en la actualidad, un uso conocido. Los viajeros que suben y bajan del tren en ellas adquieren sus billetes a bordo. Las taquillas están ciegas desde hace largo tiempo.

La Voz de Galicia

El Parlamento frena el intento de En Marea de trasladar la locomotora Sarita de Padrón a Vilagarcía.

La locomotora Sar, humanizada con afecto por su coetáneos con el nombre de Sarita, es parte sustancial de la historia ferroviaria de Galicia, pues fue cabeza tractora de la primera línea de ferrocarril, la que unía Cornes (Santiago) con Carril (Vilagarcía). Actualmente, la pieza se exhibe en Padrón como parte del patrimonio de la Fundación Camilo José Cela. Pero cuando la entidad fue intervenida para ser tutelada desde la Xunta, en el 2012, desde Vilagarcía se lanzó una campaña para llevarse la Sarita de Padrón, iniciativa que este jueves fue frenada en seco en el Parlamento gallego.

Fue el grupo de En Marea, el encargado de llevar a la Cámara autonómica la petición, avalada recientemente por toda la corporación municipal de Vilagarcía, para que Sarita regrese a lo que la diputada Luca Chao entiende que es «o seu emprazamento orixinal», con fin de formar parte del Museo do Ferrocarril de la capital arousana con el fin de dinamizarlo. Tanto el BNG como el PSOE apoyaron la demanda, aunque la socialista Concepción Burgo hizo la salvedad de que el traslado de la locomotora debería hacerse «con toda a cortesía» y sin generar un conflicto con el Concello de Padrón.

Es un requisito que, no obstante, la diputada Teresa Egerique (PP) aseguró que no se cumplía en estos momentos, pues ni la Fundación Cela ni el Concello de Padrón están de acuerdo con la enajenación de un bien que consideran directamente vinculado a la villa padronesa y a la familia de John Trulock, abuelo del Nobel de Literatura, gerente en su día de The West Galicia Railway Company, la empresa que explotó la línea Cornes-Carril y que trajo a Galicia la locomotora fabricada en 1880 en la ciudad inglesa de Leeds.

También recordó Egerique la gerencia de la Fundación de los Ferrocarriles Españoles, que cedió la locomotora a la Fundación Cela en 1986, se manifestó a favor de que Sarita continuara en Padrón y de evitar lo que en la villa rosaliana podría ser interpretado como un expolio. «Hai que ter coidado», advirtió la diputada popular, «porque isto pode ser espir un santo para vestir outro», dijo, para justificar su voto en contra de la petición avalada por toda la oposición.

La Voz de Galicia

Valga cifra en 42.000 el número de visitantes al Belén Artesanal.

El Concello de Valga hace balance de las seis semanas de funcionamiento del Belén Artesanal en Movimiento de la parroquia de Campaña e indica que se experimentó un incremento de visitantes respecto a la anterior edición, cifrándose en 42.000 el número de asistentes.
Durante el último fin de semana fueron 3.000 las personas que pasaron por estas instalaciones, que aún pueden ser visitadas por grupos organizados hasta septiembre, previa reserva de cita en el teléfono 630 952 515.

Faro de Vigo

Las capturas de lamprea en el Ulla se estancan en la primera quincena de la temporada.

Ya lo indicaban los valeiros al comienzo de la temporada de la lamprea del año pasado: «Años secos, pescadillas tardías». La historia se repite y el bajo caudal del río Ulla complica la captura de la codiciada especie. «Aunque en el último mes sí que abundaron las precipitaciones, todo el agua quedó retenida en el embalse de Portodemouros, que llegó a estar a unos niveles bajísimos», indica José Barreiro. Aunque la situación dio un giro en el último mes y medio, no hay todavía el suficiente agua como para que este incremento se perciba en el Ulla. «Es como si no lloviera», añade Ramón Barreiro sobre la imagen del trío. Y, a poca agua, pocas capturas. «Está muy floja la cosa», coinciden ambos valeiros.

La temporada de la lamprea comenzó el pasado día 2. Pero, no fue hasta el día 8 cuando se pescaron los primeros ejemplares: fue una pareja de pescadores de Pontecesures quien capturó dos de las cuatro primeras lampreas con las que se dio el pistoletazo de salida a la campaña. ¿Mejoró la cosa a partir de ahí?. Los valeiros señalan que no. «La semana pasada fue mala», señala Ramón Barreiro. Son estos malos resultados los que provocaron que solo saliesen dos o tres, en función del día, de las once embarcaciones que pertenecen a la cofradía de Carril. «Las de Rianxo no salieron. No compensa el combustible si solo se pescan un par de piezas», prosigue Ramón. Dos fueron precisamente las piezas que cogió él ayer, el mejor día desde que se inició la temporada. «En las dos primeras semanas, pescamos, entre todos, siete o ocho piezas», indica.

Fue ayer cuando las cosas mejoraron un poco. Aumentaron el número de embarcaciones y se capturaron «entre quince y veinte lampreas». Se cumplió eso de que a la tercera va la vencida: José Barreiro pescó ayer los primeros ejemplares. Sobre el tamaño, indica que son medianas. «Pesan una media de un kilogramo y doscientos gramos», cuenta. Tras echar los butrones el sábado y recogerlos ayer, volverán a echarlos hoy. «Confío en que aumenten el caudal del río y las corrientes, que dificultan la subida de la lamprea», afirma. Es positivo y señala que «la época fuerte suele comenzar en febrero».

A pesar de que todavía es pronto, el mal número de capturas se mezcla con la sombra de la temporada pasada. «Se pescaron, en total, unas trescientas lampreas, cuando lo normal es que se pesquen 4.000», explica. «Yo pescara cuarenta», recuerda Antonio Pesados. Este año todavía no se ha estrenado, está esperando a que las cosas mejoren. «De momento, lo tengo claro, no compensa ir», dice con resignación.

El bajo caudal del río provoca que no estén saliendo la mayor parte de las embarcaciones.

La Voz de Galicia