Las lampreas vuelven a llegar con cuentagotas al muelle de Pontecesures, aunque en reallidad el arranque de temporada no es del todo malo, pues los primeros días de actividad siempre son complejos.
Ayer parece que fueron un par de piezas las capturadas. En esta ocasión se vendieron directamente a los propietarios del restaurante Olivo, un establecimiento de alta cocina especializado en la preparación de productos como la lamprea.
En este local, ubicado cesca de la casa consistorial pontecesureña, indican que ayer pagaron por cada una de las lampreas del orden de 50 euros.
Y ahora serán cocinadas por Luis Baleirón, un reconocido maestro entre fogones que suele preparar este suculento manjar al estilo bordelesa, es decir, cocinado en su propia sangre, pero añadiéndole un toque tan especial como el que le confiere la incorporación de vino albariño a la receta más tradicional.
Después de la confusión del día anterior, ayer también se decía en el puerto que las tres primeras lampreas de la temporada se pagaron a 50 y no a 70 euros, aunque otros se reafirman en que el coste fue de 70 euros por pieza.
Este desconcierto y el baile de cifras consiguiente se producen, cabe insistir, porque este pez no pasa por lonja y sus pescadores lo comercializan directamente, según el pedido que tengan de antemano (normalmente por parte de restauradores) o el interés que aprecien entre los posibles compradores que se personen en el puerto.
Puede ocurrir, y no sería la primera vez, que algunos valeiros digan que sus lampreas cuestan 30 euros cuando en realidad las están vendiendo a 50, o incluso más caras.
De ahí que sea imposible dar cifras reales de lo que cuesta la lamprea, aunque sí puede asegurarse que el coste actual oscila entre los 50 y los 70 euros y que se trata de tarifas altas que van a mantenerse así, al menos hasta que aumenten las capturas.
Aclarado esto, cabe indicar que algunos de los pescadores consultados insisten en que el caudal del río está demasiado bajo, y esto dificulta la llegada de las lampreas, un pez cartilaginoso que vive en el mar y se orienta por el agua dulce que desemboca en las rias y el Atlántico para remontar los cauces fluviales antes de desovar.
Los integrantes del colectivo de pescadores que se ocupan de la lamprea, confían en que la lluvia pueda aparecer con intensidad en próximas jornadas para elevar ese caudal y así propiciar la llegada de más lampreas.
FARO DE VIGO, 06/06/12