La Asociación Galega de Amigos do Camiño de Santiago (AGACS) abre hoy el albergue de peregrinos San Antonio de Herbón, en Padrón, y lo hace en dependencias distintas del convento franciscano y con más plazas que en años anteriores. Para ello, desde la entidad explican que han «trabajado duro para cambiar nuestro albergue», de modo que han conseguido «integrar las antiguas celdas usadas por los monjes como dormitorios».
Así, considera que «hemos dado un paso más en el concepto de albergue tradicional», de modo que en cada una de las celdas podrán dormir solo dos peregrinos. Desde la entidad cuentan que ello «les aportará más intimidad a los peregrinos, estando juntos en el hospedaje con sus compañeros de Camino».
El albergue oferta 30 plazas, siempre atendido por hospitaleros voluntarios al no ser de pago, «sino de una ayuda o donativo voluntario». La asociación ha realizado una «inversión considerable» para adecentar las instalaciones, según explican. Habla de que «será sensacional durmir dous peregrinos nas celdas; van quedar encantados», dicen desde la Asociación Galega de Amigos do Camiño de Santiago.
Y no solo por el servicio del albergue sino también por el «entorno precioso» en el que se sitúa el convento, añaden. El albergue ofrece la posibilidad de cenar y tomar un desayuno comunitario, sin coste alguno. A cambio, el peregrino dejará su voluntad, para lo que habrá una caja para depositar los donativos anónimos.
La asociación abrió el albergue en Herbón por primera vez en el 2004, después de firmar un convenio de 20 años con la Orden Franciscana. Al principio el alojamiento estaba en un edificio exterior del convento y ahora pasa a las celdas. La entidad quiere abrir un museo sobre su historia en la zona del antiguo albergue, coincidiendo con el 25 aniversario de su fundación.
El hospedaje se desvía en torno a 2,5 kilómetros del itinerario oficial del Camino, pero está debidamente señalizado, según explican desde la entidad. Para ello, los voluntarios limpiaron y desbrozaron días atrás el camino, además de renovar la señalización para que no haya pérdida.
Además de incrementar las plazas de alojamiento en Padrón, la apertura del albergue sirve para poner en valor las instalaciones del monasterio ya que, como dicen desde la propia asociación, «estarían abandonadas se non fose por nós».
Habitualmente abre de junio a finales de octubre pero este año adelanta la apertura a abril. Además del hospedaje y disfrutar del entorno, el peregrino también puede asistir a un oficio religioso, si lo desea, en la iglesia del convento.
La Voz de Galicia