Herbón no quiere quedar sin misa los domingos.

Herbm

 

Herbón no quiere quedar sin misa los domingos en la iglesia parroquial, como sucedió el pasado día 12. Debido a la baja por enfermedad del cura párroco de Herbón, Anacleto Domínguez, el arcipreste de Iria, Roberto Martínez, colgó un aviso en la puerta de la iglesia en el que comunica que, de forma «circunstancial y hasta el restablecimiento e incorporación del párroco Anacleto, o en su caso en la búsqueda de otra solución satisfactoria, no habrá misa» los domingos en la iglesia parroquial de Herbón, «por falta de sacerdotes que puedan asumir esa carga debido a los compromisos que tienen ya encomendados».

En ese aviso informativo se recuerda, además, y destacado en color rojo, que se celebra una misa en la iglesia del convento de los Padres Franciscanos de Herbón, los domingos a las seis de la tarde. Asimismo, se anotan los cultos que se celebran en los distintos templos de Padrón (la iglesia parroquial, el convento del Carmen y la Capilla de la Orden) en la jornada del domingo.

No obstante, muchos vecinos de Herbón han expresado públicamente su «malestar» por el hecho de que no haya misa en la iglesia de la parroquia los domingos, en la que se celebra a la una y media de la tarde. «Ninguén quere quedar sen a misa no domingo», dice uno de ellos. Por ello, incluso han hablado de unirse y «facer algo» para que la parroquia no quede «desatendida», como hablar, primero, con el propio arcipreste.

No obstante, el propio cura-párroco de Herbón confirmó ayer que «cuando esté un poquito mejor iré a decir la misa». Anacleto Domínguez también ratificó lo que el arcipreste indicó en el aviso, que «no hay curas para hacer sustituciones y no los habrá «para una temporada».

Se da la coincidencia, además, de que varios sacerdotes de las parroquia del arciprestazgo de Iria-Flavia han enfermado al mismo tiempo, con la consiguiente sobrecarga de trabajo para los que están en activo y de ahí decisiones como las de dejar algunas iglesias sin culto, incluso en domingo, pese al malestar de los feligreses.

La Voz de Galicia

 

Seis barcos de valeiros capturan las primeras 23 lampreas de la temporada.

Captura de lamprea /

Seis embarcaciones regresaron ayer al muelle de Pontecesures con las primeras lampreas pescadas con nasa-butrón en el Ulla esta temporada, un total de 23 ejemplares que se hicieron de rogar al no poder faenar los valeiros durante los primeros ocho días de campaña debido a las malas y peligrosas condiciones del río a consecuencia de las constantes lluvias. ??Xa non estabamos acostumados ao frío, ao levar dous meses de vacacións…?, comentaba uno de los valeiros cesureños en referencia al parón forzoso que tuvieron que afrontar y que hace que ahora se reciban mejor estas primeras capturas: ??Mellor algo que nada, porque estabamos a dúas velas?.

Unos cuarenta euros
Ninguna embarcación se quedó sin lampreas. La que más capturó sumó cinco y las que menos, tres. Algunas ??bastante boas? de tamaño, y ahora toca colocarlas en el mercado, que parece que no está muy animado. Los ejemplares de más peso podrían rondar los 40 euros, si bien la escasa demanda que hay por el momento está haciendo que las lampreas capturadas aguas arriba en el Ulla, en las ??pesqueiras? de Herbón (Padrón), se estén comercializando por unos 18 euros, confirma ayer el vigilante de Medio Ambiente que se desplazó a Pontecesures a supervisar la labor de los valeiros.
Tras revisar los aparejos, los pescadores volvieron a arriar las nasas a pesar de que las previsiones para hoy, mañana y el martes no son buenas. Se esperan más lluvias que podrían intensificar las corrientes del Ulla y dañar los aparejos. Por eso, no descartan tener que acudir de nuevo hoy a retirar las nasas para evitar que ??as leve a correntada?. Algunos, como Alejandro Pesado, optaron por ??botar  só a metade das nasas polo medo? a que acaben destrozadas por las fuertes corrientes.

Diario de Arousa

Las primeras lampreas de Pontecesures salen a la venta por 35 euros la pieza.

FARO AROUSA

Los valeiros regresaron ayer por la mañana al muelle de Pontecesures con una quincena de lampreas, y los que consiguieron venderlas lo hicieron a entre 30 y 35 euros la pieza.

No es un precio muy elevado teniendo en cuenta que las primeras de Herbón -un pueblo del vecino municipio de Padrón- salieron a 50, y que otros años se llegó a pagar por los primeros peces de la campaña hasta 70 euros, pero José Barreiro, directivo de los valeiros, explica que «tenemos clientes que nos compran durante toda la temporada y tampoco queremos vendérselas carísimas solo por el hecho de ser el primer día».

Los pescadores de Pontecesures largaron los aparejos el viernes, después de que el temporal se lo impidiese el 2 y el 7 de enero. Cuatro de ellos volvieron ayer al muelle para ver que tal habían ido las cosas, y según Barreiro «no estuvo mal teniendo en cuenta que donde más hay es entre las piedras y que no hemos podido echar allí las nasas porque estos días podrían romper».

La pesca final rondó una quincena de ejemplares, de entre 1,4 y 1,6 kilos y un metro de longitud de media, y la mayoría fueron adquiridas por vendedores de la plaza de abastos de Padrón. Más adelante, cuando el número de capturas aumente, muchas lampreas del Ulla irán a parar a restaurantes tanto de las proximidades -los hay con mucha tradición en Catoira o Dodro- como de Santiago de Compostela o A Coruña.

De todos modos, ayer no se vendieron todas. Los valeiros dejaron unas cuantas vivas fondeadas en los aparejos, a la espera de que aparezca comprador. En este sentido, José Barreiro manifestó hace unos días que por el momento no se nota la demanda de lamprea de otros años, aunque también lo atribuye a que muchos hosteleros e intermediarios estaban esperando a que empezase la campaña para llamar a los valeiros.

Se espera que el número de peces aumente mucho en cuanto se estabilice la meteorología, ya que hay más de una docena de valeiros que todavía no han echado las nasas a la espera de que el río baje de caudal.

Una nueva borrasca

La pesca se desarrolló sin incidentes, aunque con los gajes típicos del oficio. Hubo nasas que se engancharon al fondo y que no había manera de levantar, hasta el extremo de que tuvieron que hacerlo entre los pescadores de dos embarcaciones. Y también hubo aparejos rotos, que fue necesario coser en tierra nada más atracar la planeadora.

Después de levantar las nasas se volvieron a depositar en el río, aunque éstas no se levantarán hasta el lunes. José Barreiro está preocupado por el tiempo, habida cuenta de que las previsiones meteorológicas anuncian para hoy domingo la entrada en Galicia de una nueva borrasca.

Si esto frustra la jornada de mañana -por la crecida del río o por si éste vuelve a ponerse peligroso para la navegación- podría no haber lamprea de Pontecesures en los mercados hasta media semana, puesto que el martes es día de descanso en lo que a capturas se refiere.

Solo se puede pescar en la mitad sur del río.

Faro de Vigo

La lluvia y el caudal del Ulla obligan a los valeiros a aplazar el inicio de la campaña.

Las fuertes lluvias y el caudal excesivo que posee el río Ulla en estos momentos han obligado a los valeiros a aplazar el inicio de la campaña de la lamprea hasta el próximo martes, cuando las predicciones meteorológicas apuntan a un cambio que puede ser beneficioso para las capturas. Así lo decidió la flota de los valeiros a pie de puerto ayer en Pontecesures, después de que los representantes de la Consellería de Medio Ambiente, Infraestructuras e Territorio colocasen los preceptivos precintos a las nasas de butrón que utilizan y realizasen las mediciones de las redes para comprobar que todo se ajusta a la normativa.

Tras dar este paso burocrático, la flota comenzó a observar el río y comprobar que las corrientes eran excesivamente fuertes por causa de la lluvia acumulada en los últimos días, corrientes que podían dañar las artes de pesca y afectar de forma negativa a toda la campaña. Un integrante de los valeiros, José Barreiro, reconocía ayer a pie de puerto que «tras valorar la situación, consideramos que no existían posibilidades de largar los aparejos ya que el río lleva mucha cantidad de agua y eso podría provocar que se rompiesen todas las nasas, algo que no podemos permitirnos; por eso, decidimos esperar a que el tiempo mejore». Las previsiones meteorológicas apuntan al martes como el día clave para el inicio de la campaña. «Cuando están entrando las borrascas del Atlántico, como es en este caso, no podemos pescar, por eso preferimos aguardar a que cambie el viento al norte y venga un anticiclón, que se espera para el próximo martes, lo que nos permitirá largar y conocer como va a ser esta campaña», explicaba ayer Barreiro.

La flota de los valeiros está compuesta por una veintena de embarcaciones, todas ellas con base en Pontecesures pero la mayor parte de los marineros pertenecen a los puertos de Carril y Rianxo. En principio, todos ellos son relativamente optimistas a la hora de afrontar la campaña, ya que el caudal del río va a ser el adecuado en el momento en que desaparezcan las lluvias. La cantidad de agua es fundamental para los valeiros, ya que la lamprea se orienta con el agua dulce para remontar el río Ulla con el ánimo de desovar.

En los primeros días de campaña el pez cartilaginoso que muchos consideran una delicia gastronómica, puede llegar a alcanzar cotizaciones que rondan los 70 euros, aunque lo normal es que pueda adquirirse a entre 25 y 30 euros dependiendo de su tamaño. Además de los valeiros, en el río Ulla también existen las «pesqueiras», una especie de canalizaciones por las que pasa el río donde se capturan las lampreas. La mayor parte de ellas se encuentran en las parroquias padronesas de Herbón y Carcacía.

 

Faro de Vigo

Las nasas butrón están listas para iniciar la nueva temporada.

Hace ya cinco años el catoirense Miguel Antonio Piñeiro Moure presentaba, junto con Editorial Galaxia, el libro titulado «Lampreas e pesqueiras», con prólogos a cargo de los cocineros Ferrán Adriá y Juan María Arzak. Esta es solo una pequeña muestra de su extenso trabajo literario en relación con el mundo de la pesca en general, y de la lamprea en particular.

Ni que decir tiene que este periodista y pescador ha prestado especial atención a las pesqueras tradicionales del Ulla, consideradas «verdaderas joyas del tiempo de los romanos (del siglo V antes de Cristo hasta el siglo II después de Cristo)» que no son más que «ingeniosas construcciones formadas por grandes sillares de piedra».

Las «pesqueiras», o mejor dicho, esas construcciones de piedra que las forman, «se sitúan dentro del río y se alinean en perpendicular o en oblicuo al curso del agua», de tal forma que «su estratégica situación provoca la captura de los peces cuando remontan el río».

En sus publicaciones, Miguel Piñeiro explica que en los pasillos que se forman «entre los bloques, llamados ‘pesqueiro’ o ‘cangalla’ se colocan los ‘copos’ o redes; de este modo, las lampreas que no consiguen remontar la fuerte corriente caen dentro de la red y la fuerza del agua les impide salir».

El periodista, escritor y pescador catoirense sostiene que «de las milenarias construcciones del Ulla, solo una de ellas, O Canal, está dispuesta en forma de vértice orientado hacia la corriente para desviar el agua a las orillas, donde están las trampas, pero con una vena central que permite el remonte».

Y aclara que «la concesión para pescar lampreas en las ‘pesqueiras’ del Ulla tiene su origen en un documento fechado en el siglo IX que en actualidad está en poder de la familia Lago de Herbón y que en su día fue interpretado por un fraile del Convento de los Franciscanos situado a escasos metros de la zona lampreeira».

Queda claro, por tanto, que hay una rica y dilatada historia detrás de esta actividad, que según el propio Piñeiro dispone de las pesqueras mejor conservadas en Areas, Vellas, O Canal, O Plateado, A Trapa y Coqueiro.

Paralelamente, al hablar de otras artes de pesca de la preciada lamprea, Piñeiro resalta que «además de las ‘pesqueiras’ el río Ulla tiene otra técnica de pesca que tradicionalmente utilizan los ‘valeiros’ de Pontecesures, como son los butrones, semejantes a los que se emplean en las pesqueras del Miño; una nasa o red de forma cilíndrica que se dispone en el fondo del río y tiene dos o tres metros de longitud, con un orificio de entrada de unos 50 centímetros y unos aros que van estrechando la cavidad interior, de forma tal que la lamprea que llega al final queda atrapada y ya no puede salir».

Una lamprea, por cierto, que «es uno de los seres más primarios y menos evolucionados del mundo animal, con la nada despreciable antigüedad de 500 millones de años», destaca el catoirense Miguel Piñeiro.

 

Faro de Vigo

Padrón invierte más de 70.000 ? en el arreglo de varios viales del municipio.

Carcacía, Cruces, Iria, Escravitude, Herbón y A Picaraña, entre las zonas de actuación

Padrón. La Concejalía de Obras del Concello de Padrón, que dirige José Ramón Pardo, está realizando mejoras en varios viales del municipio, unas obras que suponen una inversión de más de 70.000 ? y que se realizan a través de los planes DTC y POS que financia la Diputación de A Coruña.

Así, con cargo al DTC 94, y por un importe total de 48.315 euros, se están realizando mejoras en el asfaltado de viales en Cortiñas, Carcacía, Pedroso y en la parroquia de Cruces. Este proyecto incluye, además, el asfaltado y saneamiento en Lestido.

El Correo Gallego