Imputan a Servando Vidal Herbón tres robos en Cesures.

Servando Vidal Herbón, un conocido delincuente de Rianxo de 34 años de edad, fue imputado por la Guardia Civil como presunto responsable de la oleada de robos que sufrió Pontecesures hace un mes. Se le acusa de un delito continuado de robo con fuerza en las cosas en el interior de dos viviendas de A Toxa y en el bar Chaves de la calle Ullán, además de una falta de hurto en grado de tentativa en una bodega, hechos acaecidos entre la tarde del 28 de febrero y la mañana del 1 de marzo. En menos de 15 horas, Servando Vidal habría perpetrado estas acciones delictivas, que fueron denunciadas por los afectados en el cuartel de la Guardia Civil de Valga. En una de las viviendas, el botín estuvo formado por una colección de billetes y monedas antiguas, algunas de hace unos 150 años, así como joyas de brillantes y de oro. El ahora imputado forzó la puerta principal para acceder a esta casa, mientras que en oro inmueble violentó la parte trasera para llevarse una gran cantidad de alimentos que estaban guardados en un congelador. En el bar Chaves, Servando Vidal habría hurtado la recaudación de una tragaperras, una consola y 550 euros. El imputado tendrá que presentarse en el Juzgado número 1 de Caldas cuando sea requerido. Cuenta con amplísimos antecedentes policiales, de hecho ya fue imputado en enero por otra serie de robos en Pontecesures, entre ellos dos vehículos. El delincuente rianxeiro tiene pendiente de cumplir una condena de un año y ocho meses de cárcel.

Diario de Arousa

As choivas do outono favoreceron a campaña de lamprea no Ulla.

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Nas pesqueiras de As Vellas, os pescadores empregan unha barca para botar e levantar as redes nos boquetes do río Ulla.

Outono de enchentes, ano de lampreas no Ulla. E así foi. As intensas e continuas choivas caídas nos meses de outono e inverno propiciaron que esta especie subira do mar para augas doces co que, despois dun arranque de campaña desigual debido, precisamente, ao elevado caudal do Ulla, a tempada de pesca tradicional neste río ao seu paso por Padrón tivo xornadas de pescar moitas lampreas.

Un exemplo: nas primeiras pesqueiras, nas que a veda pechou o venres e nas que os pescadores só traballaron este año catro boquetes, capturaron preto de 700 exemplares, e de aí para arriba.

Non obstante, nas últimas semanas houbo un «baixón» nas capturas, tal e como confirma o vixiante de recursos naturais da Consellería de Medio Ambiente, José Manuel Freire.

No concello de Padrón, a campaña está aberta nestes momentos nas pesqueiras situada no Ulla ao seu paso polas parroquias de Herbón e Carcacía. Na primeira delas, os pescadores deixaron de traballar as do primeiro tramo, Areas, para centrarse nas do segundo, As Vellas, nas que, dende o 16 de marzo, levan capturadas arredor de 70 pezas, segundo datos dun das persoas que acude ao río en nome de dous propietarios.

Tamén están a traballar as pesqueiras de O Canal e A Trapa, as primeiras xunto a ponte que cruza o Ulla, debaixo do convento franciscano. Nas Vellas, o venres pola mañá levantaron 17 exemplares e o día anterior, 9. ? aquí onde catro veciños de Herbón, todos eles pescadores experimentados, empregan unha barca de madeira para ir a botar e levantar as redes, ao igual que fixeron nas pesqueiras de Areas. Nestes casos, a recollida tradicional convertese en todo un espectáculo digno de contemplar.

O venres, o río levaba máis caudal de auga que nas últimas semanas, xa que se notaba que lle abriran as comportas ao embalse de Portodemouros, segundo comentaron os pescadores.

Nas seguintes pesqueiras do río, as do Canal, busca lampreas Antonio Caldelas Vidal, un veciño de Herbón de 50 anos, coa axuda do seu fillo. Estas pesqueiras, que se traballan a pe, son propiedade dos sete irmáns Caldelas Vidal. O venres prexudicoulle, precisamente, que o río levara máis auga. «Ao contrario que as outras pesqueiras, O Canal quere menos auga», explica Antonio. Por iso, non pescou nada mentres que o día anterior, o xoves, levantou tres exemplares.

Antonio Caldelas empezou a pescar case cun mes de retraso, ao non poder traballar coa auga que levaba o río. «Estas pesqueiras, con auga afogan». A tempada pasada, marcada tamén polo elevado caudal, so pescou 29.

Prezo acorde á recollida

O vixiante José Manuel Freire corrobora que foi un ano de «coller moita lamprea», pero que agora houbo un baixón que, por outro lado, cualifica de «normal ao descender o caudal de auga doce». Está convencido de que, tan pronto volva a chover, «haberá outra entrada forte» de lampreas no río. En canto ao prezo, como todo, a maior cantidade, menos valor. José Manuel Freire explica que, nestes momentos, se pode falar dun prezo mínimo por lamprea de 5 euros e un máximo de 14 euros.

La Voz de Galicia

Las ´pesqueiras´ de la lamprea encierran historia y peligro.

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En el Bajo Ulla, a caballo entre las provincias de A Coruña y Pontevedra, o lo que es lo mismo, en el cauce que discurre por localidades como Padrón, Teo, Pontecesures, A Estrada y Vedra, la pesca de lamprea aún se practica como lo hacían los romanos. Se trata de las conocidas como pesqueiras, “ingeniosas construcciones formadas por grandes sillares de piedra que se sitúan dentro del río y se alinean en perpendicular o en oblicuo al curso del agua; estrategia que permite la captura de los peces cuando remontan el río”.

Así lo explica Miguel Piñeiro, un gran conocedor del Ulla, de su preciado pez cartilaginoso y de los diferentes métodos de captura utilizados en este río. En su libro titulado “Lampreas e pesqueiras”, publicado por Editorial Galaxia, Miguel Piñeiro resalta que “entre estas moles de piedra (lo que se llama corredor, pasillo o calle) o a ambos lados se colocan los ‘butrones’, ‘copos’ o ‘redes’ donde entran las lampreas”.

También aclara que “la concesión para pescar lampreas en las pesqueiras del Ulla tiene su origen en un documento fechado en el siglo IX que en actualidad está en poder de la familia Lago de Herbón y que en su día fue interpretado por un fraile del convento de los Franciscanos”.

Ese convento se sitúa prácticamente encima de las pesqueiras en las que trabaja Antonio Caldelas Vidal, un vecino de Herbón (Padrón) de 50 años que relata lo duro que puede resultar el trabajo en estos lugares y el riesgo que corren tanto él como los demás pescadores.

Hay que tener en cuenta que la actividad se desarrolla de noche y que las corrientes del Ulla son especialmente intensas en los lugares donde se sitúan las pesqueiras, sobre todo este año, después de tantos meses de lluvias copiosas. Caer al agua con temperaturas gélidas, con escasa o nula visibilidad y entre fuertes remolinos “puede provocar hemorragias en los oídos y todo tipo de problemas físicos, pero también la muerte”, indica el propio Antonio Caldelas.

En su caso ya sufrió alguna que otra caída al agua, aunque afortunadamente pudo ponerse a salvo. Pero conoció compañeros que perdieron la vida trabajando en esas pesqueiras que, no cabe duda, forman parte de la historia y el patrimonio del bajo Ulla. Son construcciones con historia que “pasan de padres a hijos, generación tras generación, aunque a los jóvenes de ahora ya no les apetece tanto este trabajo ni se sienten tan implicados”, indica Antonio Caldelas, padre de tres hijos.

Trabaja en las pesqueiras desde niño, aunque durante un largo periodo de su vida vivió del mar, antes de regresar al apasionante mundo de la lamprea y su escurridizo remontar del Ulla en busca de las zonas de desove.

Mientras trabaja y arriesga su vida para capturar las lampreas, primero colocando estratégicamente las redes y a la mañana siguiente levantándolas para comprobar si ha pescado algo, Antonio Caldelas Vidal apunta que este año está siendo especialmente bueno para los “valeiros”, es decir, los pescadores que capturan el preciado pez a la altura de Pontecesures mediante el uso de la nasa butrón. “Pero para nosotros, en las pesqueiras, no está siendo una buena campaña; en mi caso no pude empezar a trabajar hasta hace una semana, debido al excesivo caudal que llevaba el río”, reflexiona.

Actualmente Antonio Caldelas captura “tres o cuatro piezas cada noche”, pero confía en que las cosas mejoren a partir de ahora, con el cambio del tiempo y la reducción del caudal. En cualquier caso, recuerda con nostalgia otras épocas de esplendor, cuando entre las ocho de la tarde y las ocho de la mañana del día siguiente había que levantar las redes de las pesqueiras casi cada dos horas, ya que se llenaban pronto de individuos de esta prehistórica especie marítimo-fluvial.

Miguel Piñeiro explica que “las pesqueiras del Ulla están formadas por grandes bloques, más o menos cuadrangulares, de piedras de muy variados tamaños; las que mejor se conservan cruzan prácticamente todo el río y soportan extremas corrientes de agua. Sus dimensiones varían, pero la media es de tres metros de alto por dos de lado y otros tantos de ancho. Están alineadas en perpendicular a la corriente cruzando casi todo el río menos una gran corriente central que se llama ‘vena’ y que queda libre de trampas. A los huecos que hay entre los bloques, en este río se les llaman ‘boquetes’ o ‘pasillos’ y es el lugar donde, a semejanza de las pesqueiras del Miño, se arman los artilugios de pesca”, que son aparejos de uno o dos metros.

Faro de Vigo

Un patrimonio a conservar.

Las pesqueiras del Bajo Ulla están divididas en cuatro tramos o grupos, uno de ellos en Herbón, otro en Carcacía-Lapido y Carcacía, un tercero en Barcala y Sinde y el último en Reis. Las de Herbón, que son las que ocupan a personas como Antonio Caldelas Vidal, son un total de cinco: Areas, As Vellas, O Canal, Prateado y A Trapa. Miguel Piñeiro, en su libro “Lampreas e pesqueiras”, explica que “la mayoría de las de Herbón se conservan en un estado magnífico si tenemos en cuenta su antigüedad y que han soportado la furia del río y el inexorable paso del tiempo durante siglos”. Aunque también lamenta que “mientras Arbo ha sabido hacer de sus pesqueiras un centro de interés turístico, las de Padrón están abandonadas a su suerte sin que nadie repare en que representan un patrimonio único”

Faro de Vigo

El mal tiempo retrasa en Herbón la plantación de los pimientos.

Lamprea y pimientos de Herbón. Las campañas de ambos productos tan valorados están marcadas por los continuos temporales de lluvia y viento. Por una parte, dificultan la pesca artesanal de lamprea en las pesqueiras del río Ulla y, en tierra, retrasan las primeras plantaciones de pimientos a cubierto.

«Vén o tempo de empezar a plantar e estamos todos a mirar para o ceo, a ver que pasa». Quien habla así es Domingos Martínez, de Pementos Evangelina, de Herbón, en el municipio de Padrón, uno de tantos productores que está a la espera de que el tiempo «compoña» para plantar los primeros pimientos de la temporada, en los invernaderos.

«¿Que vas plantar así?», dice este vecino de Herbón. «Non se poden abrir os invernadoiros; hai humidade e fai frío, non vale a pena plantar nada», dice.

De hecho, a día de hoy no hay prácticamente ni una sola plantación hecha. «Se chove, abres o invernadoiro, ventilas e non pasa nada pero con este aire arríscaste a que che leve todo», explica Domingos. Según cuenta, aún hay productores que, como él, tienen invernaderos sin cubrir pese a ir para mediados de febrero, cuando normalmente todo el mundo empezaba a plantar. Habrá retraso pese que, en su caso, las plantas de los viveros «teñen falta de sacar e de poñer na terra» porque «xa están perdendo» de desarrollar.

A mayores, en Herbón preocupa el retraso de alrededor de un mes de los viveros de plantas para las fincas al aire libre, que aún están sin hacer. «Estamos un día e outro sen facer nada e despois vén todo o traballo xunto enriba», asegura este vecino de la parroquia de Padrón.

La Voz de Galicia

Premian a Roberto Freire, exprior del convento de Herbón.

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Roberto Freire, exprior del convento franciscano de Herbón (Padrón) recibió ayer en Santiago el premio Portapaz 2013 que concede el Seminario Galego de Educación para a Paz. Freire recibió el reconocimiento como «un paréntesis del camino recorrido» y también como «un honor, porque parece que abre las puertas del 2014», año conmemorativo de la efeméride de la peregrinación de San Francisco de Asís a Santiago. El presidente del Seminario Galego de Educación para a Paz, Manuel Dios, dijo que el premio reconoce el trabajo «humilde, callado, de paz y de bien» llevado a cabo por Roberto Freire. Del exprior del convento de San Antonio de Herbón, Manuel Dios destacó los valores de la «humildad» y la «concordia».

La Voz de Galicia