Un centenar de inscripciones en bronce y de indicaciones en granito comienzan a reemplazar en la vía XIX las columnas de piedra que antaño indicaban distancias de mil pasos
Sólo en la última excavación de O Burgo, que ha desentrañado los orígenes de Pontevedra, han sido recuperados dos miliarios. A estas dos columnas de piedra, indicativas de las distancias de mil pasos en las calzadas romanas, hay que añadir el desenterrado en 1988 y que permitió identificar Pontevedra con Turoqua, después de años en los que la ciudad había sido asociada a la mansión Duos Pontes. Ahora, 110 señales, de ellas 28 realizadas en bronce, toman el relevo de los miliarios a la hora de indicar el trazado y las peculiaridades de la vía XIX, una especie de autopista de la era romana que unía Braga con Astorga por Pontevedra y Lugo. Otras 82 señales en granito se instalarán en zonas rurales.