No existe ninguna ley que diga que los chinos no pagan impuestos, una leyenda urbana que sólo sirve para perjudicar a quienes han emigrado como los de aquí lo hicieron antes.
Sí es cierto que la comunidad asiática ha tenido problemas con diversas asociaciones de comerciantes – no en Santiago, pero sí en localidades como Pontecesures o Pola de Siero, en Asturias – relacionadas con el exceso de horas de apertura.
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