El cribado de Cesures, con 8 positivos, ahonda la imagen de la negra situación en el Baixo Ulla

En los municipios del Baixo Ulla la situación empeora por momentos. Atendiendo al índice, Catoira tiene 929, Valga 2.062 y Cesures 2.752. En esta localidad se conocieron anoche los resultados del cribado realizado. De las 214 personas convocadas acudieron 195; de las que faltaron, 5 lo hicieron por haber dado positivo previamente. Y entre los asistentes se contaron 8 positivos más. «Iso arroxa un dato dun 4,1%, cando a media neste tipo de probas é de 1,2 ou 1,4. Estamos facendo as cousas moi mal, e se seguimos por este camiño, nos espera un futuro moi malo», dice Juan Manuel Vidal Seage, el alcalde de este municipio.

La Voz de Galicia

Medio millar de positivos en O Salnés y el Baixo Ulla en solo dos semanas.

Gota a gota, caso a caso, pero los positivos de covid-19 siguen creciendo cada día en las comarcas de O Salnés y el Baixo Ulla. Cierto es que la velocidad parece que se ha frenado, pero también lo es que los números que ahora se registran nos llevan de vuelta a lo peor de la primera ola de la pandemia. Solo en las dos últimas semanas se han diagnosticado medio millar de positivos.

En número redondos es Vilagarcía quien lidera ese ránking, con 122 positivos diagnosticados en las dos últimas semanas, pero la situación es especialmente preocupante en el norte de la provincia. Pontecesures sigue sin freno, con 78 diagnósticos y una incidencia de 2.556 casos por cien mil habitantes; Valga (111 y 1.892 no le va la zaga) y Catoira también tiene unos registros que nunca había tenido, con 34 positivos en los últimos catorce días y 1.019 casos por cien mil habitantes de incidencia.

La incidencia media en O Salnés y el Baixo Ulla sigue subiendo y está ya en 480 casos por cien mil habitantes. Las mejores noticias llegan de A Illa, que sigue bajando, mientras que en Meis, que ya ha pasado al nivel máximo de restricciones, los datos siguen al alza. Ayer había 32 casos activos, cuatro más que la jornada anterior, y su incidencia a dos semanas seguirá creciendo en las próximas semanas.

Por lo que respecta a la evolución epidemiológica del covid y la situación asistencial, ambas se siguen complicando en el área sanitaria de Pontevedra y O Salnés. El informe oficial del Sergas de este miércoles recoge que hay 1.195 infecciones activas, con 88 nuevos contagios en las últimas 24 horas. Son 50 más que el martes y se han dado 38 altas. Es la séptima jornada consecutiva con más de 80 infecciones por día, lo que indica que la transmisión comunitaria se mantiene descontrolada. Además se han hecho en el último día 1.122 pruebas PCR, una de las cifras más altas de toda la pandemia. También preocupa la ocupación hospitalaria, ya que del total de afectados hay 76 que por su estado necesitan atención hospitalaria. Son 62 en planta de tres centros (49 en Montecelo, 4 en Quirónsalud y 9 en el comarcal de O Salnés, en Vilagarcía) y sube a 14 el número de pacientes graves de covid en las unidades de críticos.

El resto de infectados, 1.119, presentan síntomas leves de la enfermedad o son asintomáticos, por lo que están en sus domicilios en aislamiento bajo seguimiento de personal de atención primaria de su centro de salud. Desde marzo las personas curadas sobrepasan las siete mil (7.031), mientras que los fallecidos por el virus son ya 92. En los últimos diez meses se han efectuado 127.167 pruebas PCR.

La Voz de Galicia

Encadenan los barcos en el pantalán del Ulla para evitar robos y Portos obliga a retirarlos.

Hartos de sufrir robos en sus embarcaciones, los valeiros de Pontecesures optaron por amarrarlas con cadenas al pantalán situado en el río Ulla. En los últimos años ya han desaparecido varios motores del muelle e incluso una embarcación, que después apareció en el fondo del río totalmente desvalijada. Gruesas cadenas con sus correspondientes candados pueden ser un remedio para disuadir a los amigos de lo ajeno, pero Portos de Galicia no lo va a permitir por más tiempo. La guardamuelles ya ha advertido a los valeiros -que empezaron la temporada de la captura de la lamprea el pasado día 4- de que esta práctica está prohibida y desde Portos de Galicia confirmaban ayer a este diario que, no solo está prohibida, sino que se urgirá a los valeiros de forma inmediata para que retiren estas cadenas. En caso contrario se exponen a sanciones por dos conceptos: por uso indebido de las instalaciones portuarias y por daños en las mismas si se comprueba que se ha agujereado el pantalán para colocar las cadenas. Entre tanto, un portavoz de los valeiros -que está conformado por cinco profesionales- se entrevistó con el alcalde cesureño el lunes para pedirle su mediación ante la Xunta en busca de una solución. Vidal Seage intentaba ayer por la mañana contactar con el responsable de la zona sur de Portos para hablar del tema, pero parece que al regidor no le queda mucho margen de maniobra. En todo caso, lo que sí anuncia es que aprovechará la visita que tiene pendiente con la conselleira do Mar para solicitar que en las obras que está previsto acometer en la zona portuaria se acometa algún tipo de actuación que aporte una solución a esta flota. Por su parte, los valeiros expresaban ayer su indignación por esta situación que, dicen, complica todavía más su actividad. «Todas son trabas e así non se pode traballar, van facer que isto desapareza», indicaba uno de ellos en relación a una actividad que, en sus buenos tiempos, daba trabajo a cuarenta personas. Este mes solo son cinco los que iniciaron una campaña que arrancó con el lastre que supone el descenso de ventas debido al cierre de la hostelería como consecuencia de la pandemia. Hay pocas capturas, las ventas se resienten y, a mayores, los valeiros deben hacer frente a problemas relacionados con las infraestructuras. Además de no poder utilizar cadenas para asegurar sus barcos en el pantalán, tampoco encuentran sitio en las inmediaciones del muelle para poder aparcar sus vehículos, lo cual complica las labores de carga y descarga de combustible y de las artes de pesca y de las capturas. «Temos que andar medio quilómetro con roupa de augas», se lamentan los afectados.

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Cribado en Cesures para tratar de detener una incidencia que no deja de aumentar.

Si algo nos ha dejado claro el covid-19 es que es viajero el bicho. Se desplaza donde quiere cuando le da la gana para llevar la ansiedad y la inquietud donde decide instalarse durante unas semanas. Pasó hace poco en A Illa, donde tuvo a la población en jaque y donde poco a poco parece que va desapareciendo y sucede ahora en el Baixo Ulla. Con un epicentro claro. La incidencia en Pontecesures está batiendo récords, registros nunca vistos por estos lares y que están ya en cerca de dos mil quinientos por cien mil habitantes. Lo que hace una semana parecían unos brotes familiares que podrían ser fácilmente controlables han terminado sacudiendo a una localidad que ha visto como se han detectado en ella en los últimos catorce días. Una salvajada para una población de poco más de 3.000 habitantes.

Hace ya varios días que el alcalde cesureño Juan Manuel Vidal Seage había pedido al Sergas que organizara un cribado para intentar detectar esos casos asintomáticos que todo lo complican y ya hay fecha. Será hoy, a partir de las tes de la tarde.

Pero ojo, que no es Pontecesures la única localidad del Baixo Ulla por la que el Baixo Ulla camino desbocado. Valga no le va a la zaga. Más bien todo lo contrario. Allí se han detectado más de un centenar de casos en las dos últimas semanas y su incidencia también bate registros. La progresión de Catoira en los últimos días tampoco invita al optimismo, con una incidencia de 1.019 positivos por cien mal habitantes. https://cfb5dea838b78918ba9ab87a175c7595.safeframe.googlesyndication.com/safeframe/1-0-37/html/container.html

¿Y en O Salnés? Pues calma tensa. Salvo en A Illa, donde la incidencia camina hacia la baja, en las demás localidades la tendencia es hacia un ligero aumento, con la estabilidad como mejor noticia. Vuelve a crecer O Grove, por ejemplo y preocupa también Meis.

Por lo demás, que a partir del 15 de enero se iban a disparar los contagios derivados de las sucesivas reuniones por celebraciones navideñas lo dijeron por activa y por pasiva médicos y responsables sanitarios. Y esa realidad ya se está viviendo en la mayoría de los concellos del área sanitaria de Pontevedra y O Salnés. El informe oficial del Sergas de este lunes deja un récord negativo: en las últimas 24 horas se han registrado 125 nuevos contagios. En ese tiempo se han realizado 856 pruebas PCR. En el área hay en estos momentos 1.088 infecciones activas. Son 105 más que el domingo y se han tramitado 20 altas epidemiológicas. Son ya 77 pacientes los ingresados: 64 en planta y 13 en la uci.

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La incidencia continúa disparada en las localidades del Baixo Ulla.

Entre Cesures, Catoira y Valga se diagnosticaron 176 casos en las dos últimas semanas.

La zona norte de la provincia de Pontevedra, y en concreto las localidades del Baixo Ulla, es donde se sitúa en estos momentos la gran incidencia del covid en las localidades arousanas. Entre Valga, Catoira y Pontecesures se han diagnosticado 176 casos en las dos últimas semanas, en una dinámica que por el momento no parece tener fin y que ha llevado a que en los tes municipios los datos se hayan disparado.

Donde más han crecido los casos en las últimas semanas es en Valga, donde se han diagnosticado 88 en los últimos catorce días y donde la incidencia está ya en 1.500 casos por cien mil habitantes. En Pontecesures también está disparada y se sitúa ahora en 1.933 puntos y Catoira está llegando también a sus peores datos, con 870 positivos por cien mil habitantes.

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