La lamprea más mediática.

El primer ciclóstomo de la temporada tardó siete días en caer en la red y fue capturada por el valeiro Cándido Portas ·· El ejemplar, que permanece en el vivero local, fue vendido este año por 70 euros al restaurante cesureño Olivo.

La primera lamprea del Ulla de la temporada 2008 se hizo la remolona. Siete días después de que se abriese la campaña en la zona de Pontecesures, el primer ejemplar de ciclóstomo ??y hasta la fecha único?? cayó en las redes del valeiro Cándido Portas, una de las cuatro embarcaciones que se aventuraron en la primera semana a salir a faenar (las restantes dieciséis se mantuvieron amarradas a puerto a fin de que el tiempo y las aguas fuesen más propicias a la remontada de la «princesa moura enfeitizada», como la definió en reiteradas ocasiones Borobó, hijo predilecto de Pontecesures.

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Buscando un catador ante la declinación del conselleiro de Medio Ambiente.

A petición de los valeiros presentes el día de la captura, Ayuntamiento y propietarios del establecimiento hostelero cursaron invitación al Conselleiro de Medio Ambiente, Manuel Vázquez, para que se acercase a Pontecesures a degustar los primeros ejemplares. El objetivo era que conociese a la dama del Ulla, así como el trabajo del colectivo de pescadores y su problemática. Pese a cursar oficialmente la invitación por ambas partes, el titular de Medio Ambiente declinó la invitación alegando tener la ??agenda completa?.

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La lamprea sigue desaparecida en las aguas del río Ulla.

Los «valeiros» de Pontecesures siguen regresando a puerto con las manos vacías, y todo porque, a estas alturas, la lamprea parece una especie desaparecida del río Ulla.
Las capturas brillan por su ausencia, y esto hace que sólo esté faenando la mitad de la flota dedicada a la pesca de esta especie mediante la utilización de las conocidas como nasas-butrón.
Los que están saliendo a trabajar al río «están perdiendo dinero, pues gastan combustible y no encuentran recursos con los que compensar la inversión», dicen desde el colectivo.

FARO DE VIGO, 10/01/08

O valeiro Cándido Portas: «Estes cartos da lamprea veñen moi ben porque non tiñamos nin para combustible».

Cándido Portas Pérez, vecino de Redondo, procede de una familia dedicada a la pesca. Su bisabuelo ya capturaba lamprea y él comenzó este oficio sólo cuando tenía doce años y medio. Ayer vivió su día de gloria al hacerse con la primera pieza de esta temporada. Rebosaba alegría especialmente porque «son setenta euros máis para o peto que veñen moi ben porque estamos sen nada, non hai nin para combustible». El valeiro considera que el precio pagado por la pieza fue «bastante bo» y cree que, al igual que este año, la primera lamprea debería quedarse siempre en Pontecesures.
Sobre el mal inicio de la campaña indica que «ata o momento non está habendo nada, pero ó aparecer esta lamprea seguro que agora haberá máis», sobre todo teniendo en cuenta que las condiciones comienzan a ser propicias tras las lluvias de los últimos días. A esto hay que añadir que «as mareas xa son máis vivas e están bastante ben para que empece a haber lampreas». Los valeiros aguardan ahora que sople de viento norte para que la situación sea lo más favorable posible.
Por el momento sólo cuatro embarcaciones salieron a pescar, aunque la aparición de la primera lamprea servirá para animar a los valeiros de cara a las próximas semanas.

DIARIO DE AROUSA, 08/01/07

La lamprea escasea.

Fueron necesarios cinco días de campaña para que los valeiros de Cesures pescaran la primera lamprea de la temporada, lo que indica bien a las claras que este recurso escasea en el río Ulla, aunque los marineros confían en que esta tendencia comience a cambiar y propicie que la economía del sector repunte, ya que se encuentra en un momento delicado, precisamente debido a la escasez de capturas. Lo que está claro es que las lampreas que se pescan en el Ulla tienen una calidad que las hace diferentes a cualquiera otra. Así, no es de extrañar que los restaurantes prácticamente se las rifen y paguen por ellas cantidades importantes, como ocurrió con la capturada ayer, que alcanzó un precio de setenta euros, a pesar de que era una pieza de tamaño mediano.

DIARIO DE AROUSA, Comentario de la Redacción, 08/07/08

La pesca de la lamprea en Padrón tendrá que esperar.

Las «pesqueiras» del primer tramo del Ulla, abiertas ayer, están casi secas debido al bajo caudal del río.

Cerca de sesenta años de pesca de la lamprea en el río Ulla a su paso por Padrón dan para ver mucho, pero no lo suficiente como para no poder iniciar la temporada el 7 de enero debido al bajo caudal fluvial. Así lo contaba ayer Manuel Vidal Lago, un padronés de 76 años que hoy no irá, como cada año, al río a levantar las redes en el primer día hábil de capturas.
No irá él ni los otros cuatro propietarios que tienen licencia para pescar en el primer tramo del Ulla abierto en Padrón y que se conoce con el nombre de Areas, a la altura de las tierras de Herbón. Se trata de un total de 13 huecos que quedan entre las piedras que forman un pequeño muro todo a lo ancho del Ulla, de los que 5 estaban ayer casi secos por completo.
«Non acordo nunca de ver o río así», decía Manuel Vidal para quien la falta de lluvias y, por tanto, el estado del río «é unha pena» y más para personas como él que llevan más de media vida practicando la pesca de la lamprea. «Para min é como unha droga», asegura este pescador, pero «hai que collelo como vén porque son cousas da natureza», añade. El Ulla baja con un caudal mínimo y, según Manuel Vidal, «fan falla tres metros máis de agua para que poidamos pescar lamprea» de modo que, como al resto de pescadores en el tramo de Padrón, solo les queda esperar que «chova moito e moitos días». Con tres metros más de agua, el caudal cubriría las grandes piedras que hay en el río y, con ello, la «lamprea correría» por las primeras pesqueiras de Herbón.
Los cinco propietarios de estas tienen hasta el 31 de marzo para capturar lamprea aunque, visto lo visto, no sabrán cuándo podrán hacerlo. Por lo de ahora, ni siquiera han desempolvado el material y las herramientas de pesca que guardan durante todo el año en diversos puntos, como la pesada barca de madera con la que cruzan el río y que sigue a la espera de que la usen. Pero, pese a la inactividad en el río, Manuel Vidal pagó la licencia que le corresponde por la pesca anual de lamprea y que suma cerca de 950 euros.

LA VOZ DE GALICIA, 08/01/08