Estaciones sin avisos en los tiempos de las telecomunicaciones.

Al lavado de cara que se llevará a cabo le faltan dos grandes reclamos: los paneles digitales y la megafonía que alertan de posibles retrasos.

Salta a la vista. Poco o nada tienen que ver la estación de Vilagarcía con la de Catoira y Pontecesures, que fueron relegadas a la categoría de apeaderos con la creación de la nueva vía. Siguen funcionando, de puertas para afuera. Los trenes, para satisfacción de la plataforma de Defensa del tren de proximidad Vilagarcía/Santiago y de sus usuarios, continúan circulando por ambas; pero las estaciones cerraron a cal y canto. Eso, vuelve a saltar a la vista, ha repercutido en ambos espacios. Solo en la parada de Catoira se mantiene una pequeña sala de espera, pero casi se agradece más el techo que cubre el andén en la de Pontecesures. Javier Pérez espera al tren de las 13.30 horas desde el exterior. Llovizna, pero no lo suficiente para correr a resguardarse. «La estación necesita ser acondicionada», señala, a la espera del tren que le llevará a Santiago. De ahí, partirá a Madrid, donde trabaja. Vuelve al municipio vikingo siempre que puede: su apuesta para todo el trayecto es el tren. Tiene bien estudiadas las frecuencias.

Si en el interior de la sala de espera de Catoira pueden verse pintadas como «canto polvo e eu a dos velas», el exterior no está mejor cuidado. Falta la puerta que lleva a la sala, que cuenta con un pequeño banco y no resulta nada acogedora para quien tenga que hacer tiempo. Sobre si se le dará una nueva cara, Adif anunció un plan de mejoras para diversas estaciones y apeadores en Galicia, tanto en uso como en desuso. El alcalde del municipio, Alberto García, señala «es una petición que se realiza cada cierto tiempo pero no tengo constancia de que se vayan a hacer».

En la vecina Pontecesures el número de pintadas es menor. Los trabajos de mantenimiento, tal y como señalan tanto el alcalde, Juan Manuel Vidal Seage; como desde Defensa del tren, ya han comenzado y la fachada ha recuperado su color: falta borrar las pintadas sobre las puertas verdes y otras obras «de acondicionamiento». Es Luís Ángel Sabariz quien indica que «se espera que se pongan solución a las goteras de la marquesina, la zona de jardines y el segundo andén, cuya marquesina presenta un total estado de abandono».

Aunque desde Defensa del tren de proximidad señalan que «estas actuaciones siempre impulsan un poco más» la utilización de este transporte, lo más importante es equiparar los apeaderos de Catoira y Pontecesures al de padrón. ¿Cómo hacerlo?. «Con la instalación de megafonía y señalización alfanumérica». Si bien cuentan con un cartel con los horarios actualizados, a fecha de 22 de junio de este año, no hay forma de enterarse de los cambios de vía o de si los trenes vienen con retraso. También añadirían alguna frecuencia más: echan en falta el tren que salía a las ocho de la mañana de Pontecesures hacia Vilagarcía. «Desde las 06.37 hasta las 10.36 no hay ninguno y hay mucha gente que necesita ir a primera hora para hacer trámites», señalan. Además, muchos de los trenes que van desde Santiago a la capital arousana, lamentan, «no paran en Catoira».

Seage coincide con la plataforma al señalar que las estadísticas de Adif no se corresponden con la realidad. La prueba: se registran más bajadas en ambas estaciones del Baixo Ulla que subidas. «Al no haber taquillas y darse la opción de coger el billete en el tren, las veces que no pasa el revisor no cuentan como viajes realizados», indica el alcalde.

Pasos a nivel

En Catoira no hay este problema, pero en Pontecesures los pasos a nivel se ven tanto en la estación como en el pueblo. «Nuestra principal preocupación es la situación de Porto, entre la avenidad dos Namorados y la calle Fontaíña, hay que mejorar ese paso a nivel», señala el alcalde. En cuanto a la estación, aunque Emma Jamardo y otros de los vecinos que bajan habitualmente en el tren que llega al municipio a las 14.17 horas desde Santiago señalan que «suelen llegar a la vía tres, pegada la apeadero»; la forma de cruzar de un lado a otro es el paso a nivel que está situado a la altura de Alfolí y que cuenta con las barreras elevadas oportunas. El que está justo enfrente a la estación, por su parte, estás supuestamente inutilizado por no contar con las medidas de seguridad oportunas.

La Voz de Galicia

Asalta a punta de cuchillo la gasolinera de Pontecesures y se lleva el dinero de la caja.

La Policía Local de Pontecesures y la Guardia Civil buscan a un varón “de entre 28 y 32 años” que mide aproximadamente 1,75 metros de altura y al que se considera autor de un atraco a mano armada cometido en la tarde-noche del viernes en la gasolinera pontecesureña que está situada al lado del puente interprovincial que cruza sobre el río Ulla y une la localidad pontevedresa con el municipio coruñés de Padrón.

El asaltante, vestido con una sudadera con capucha y que portaba una gorra gris, actuó en todo momento a cara descubierta, incluso cuando sacó el cuchillo con el que amenazó al único empleado de la estación de servicio.

Los hechos tuvieron lugar cuando ya había oscurecido -era una desapacible y lluviosa tarde-, a eso de las 18.30 horas.

El atracador accedió a la tienda de la gasolinera, ubicada en la carretera Nacional 550, y pidió al dependiente de la misma que le cobrara un agua que él mismo había recogido en el frigorífico.

Para abonar la bebida sacó del bolsillo algunas monedas y las puso sobre el mostrador, pidiendo al encargado de la gasolinera que las contara.

Fue en ese instante cuando mostró el cuchillo que llevaba escondido y lo utilizó para amenazar al dependiente, ordenándole que le entregara todo el dinero de la caja registradora.

Tras conseguir su botín el atracador salió del lugar a la carrera y se escapó por la calle Cantillo, una vía que puede definirse como secundaria o apartada y que está atravesada por la vía del ferrocarril.

Algunos vecinos manifiestan que un cómplice podría estar esperando en el lugar para huir juntos en algún vehículo, ya que inmediatamente se perdió la pista al atracador, a pesar de que todo estaba sucediendo en pleno centro urbano pontecesureño.

No obstante, la Policía Local de Pontecesures, que inició la búsqueda del asaltante con rapidez, dice desconocer si había una segunda persona implicada y confirma que todo sucedió muy rápido.

Al parecer, según el testimonio del trabajador de la estación de servicio pontecesureña, podría tratarse de alguien foráneo, ya que no lo había visto nunca. Y la descripción del individuo tampoco parece encajar con la de posibles delincuentes habituales “fichados” en la villa ribereña.

Ni que decir tiene que a medida que se conocía lo sucedido se encendieron todas las alarmas en el vecindario, en ocasiones anteriores sometido a diversas oleadas de robos cometidos tanto en negocios y comercios como en domicilios particulares.

Faro de Vigo

Atraca una gasolinera con un cuchillo de caza y se lleva un botín de 370 euros.

El trabajador que estaba al frente de la gasolinera de Repsol que se encuentra en Pontecesures, en la N-550 a un paso de Padrón, el pasado viernes se llevó un buen susto mientras cobraba a un cliente. Eran aproximadamente las 18.30 horas cuando un varón se acercó al mostrador de la gasolinera para pagar su compra. Dejó diversas monedas sobre la tabla y, cuando el encargado se dispuso a abrir la caja para buscar la vuelta, se adelantó a sacarle un cuchillo. Desde la gasolinera contaban ayer que el movimiento fue rápido y que el empleado al que le tocaba el turno de tarde no vio el cuchillo hasta que lo tenía ya apuntando al cuello. «El atracador aprovechó el momento en el que se agachó para abrir la caja para sacar este instrumento y apuntarle», explica un compañero. El cuchillo, tal y como recoge la denuncia interpuesta por el empleado de la gasolinera, imponía por sí solo: era de caza y tenía unos treinta centímetros de largo.

A pesar de la hora y de tener al trabajador frente a frente, el atracador hizo toda la maniobra con la cara al descubierto. Le exigió que le entregase todo el dinero que había en el interior de la caja y salió corriendo por la parte trasera de la gasolinera, en dirección contraria al puente. La cantidad sustraída, tal y como indican, es de 370 euros. Aunque en la denuncia que el joven realizó en el cuartel de la Guardia Civil poco tiempo después se habla de cerca de trescientos euros, las cuentas realizadas a posteriori indican que la cantidad robada se aproxima más a los cuatrocientos euros. Por fortuna, la amenaza se quedó en un susto, y no hay que lamentar daños personales.

Descripción

El hecho de que el robo se produjese a cara descubierta, facilitó la descripción del atracador. Según explican desde la gasolinera, y tal y como se informó a los agentes, se trata de un hombre joven, de unos treinta años de edad, de complexión atlética. Sobre la ropa que llevaba en el momento en el que se acercó al mostrador, indican que vestía un chándal gris.

La huida la realizó corriendo, tan pronto se hizo con el dinero.

La Voz de Galicia

Adif mejora los apeaderos del tren de cercanías en Pontecesures y Catoira.

El Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF) anunció “un plan de mejora para diversas estaciones y apeaderos de ferrocarril en Galicia, tanto en uso como en desuso”, y hace días comenzó los trabajos en el de Pontecesures, antes de hacer lo propio en los de Catoira y Padrón .

En la villa pontecesureña “ya comenzó el acondicionamiento de parte de la fachada del edificio, y se espera que en los próximos días se acondicione toda el resto, además de la marquesina -en la que hay goteras-, la zona de jardines y el andén segundo, cuya marquesina presenta un total estado de abandono”.

Así lo explica Luis Ángel Sabariz Rolán, portavoz de la plataforma creada en defensa del tren de proximidad entre Vilagarcía y Santiago y colectivo que muestra su “satisfacción” por las obras iniciadas aunque advirtiendo de que “ADIF debe tener en cuenta que estas tres estaciones, en la práctica apeaderos, están en pleno uso, con un número considerable de viajeros que utilizan el ferrocarril”.

En relación con esto Luis Sabariz vuelve a insistir en que las estadísticas que maneja Renfe no son correctas, ya que había incluso más usuarios de los que se cree.

Esto se debe a que “la falta de interventores en los trenes impide que se compute a los usuarios que suben en los tres apeaderos y que por no haber revisor hacen el viaje de forma gratuita”, y por tanto no computan a efectos estadísticos.

Volviendo a las obras, Sabariz declara que “las inversiones y el mantenimiento en estas estaciones debe mejorarse, y mucho, incentivándose el uso del tren por razones medioambientales, económicas y de seguridad”.

De ahí que reclame otro tipo de inversiones -más allá del mantenimiento y reparación-, de ahí que no entienda “por qué se demora tanto la instalación de megafonía y de señalización alfanumérica en las estaciones de Pontecesures y Catoira”.

El representante de la comisión pro tren de cercanías muestra su deseo “de que el ferrocarril por la vía convencional continúe consolidándose dentro del Eje Atlántico, para bien de todos”.

Faro de Vigo

Los precios de la vivienda y del alquiler de los locales son un lastre para Padrón.

Los precios de venta de inmuebles y de alquiler de locales comerciales son un lastre para el crecimiento de Padrón. Un edificio antiguo por 205.000 euros; otro por 275.000 y las piedras que quedan en pie de otro por 100.000. Y el alquiler de un bajo comercial por 1.200 euros, 1.300 o más. Todo ello en Padrón y todo dentro de su casco histórico. «Está todo moi caro, comprar ou alugar, tanto dá», cuentan desde una oficina de servicios inmobiliarios, donde no tienen reparos en reconocer que tienen ventas paradas desde hace años por los elevados precios que piden los propietarios. «A xente tolea a pedir en Padrón», añaden. «Deben pensar que isto é Santiago».

El edificio de 205.000 euros, que necesita una importante reforma interior, tiene una persona interesada en estos momentos, pero muchos otros llevan años sin captar la más mínima atención por su estado y por los precios. «Na rúa do medio hai moitas casas baleiras porque non se venden nin alugan e, se se fai, a uns prezos que non se lle chega», señalan desde la misma oficina.

Un ejemplo de ello es que en estos momentos hay una oferta de 200.000 euros por un bajo de 160 metros cuadrados en esa misma calle, que fue rechazada, al parecer, por un «problema de herencias». Esta es, además, en opinión del experto consultado, una de las razones por las que hay muchas ventas paradas, al no llegar a acuerdos los herederos, aunque también cree que «a xente debe pensar que é a época de antes ou que isto é Santiago».

En la capital del Sar hay locales comerciales sin ocupar porque sus titulares prefieren tenerlos así a rebajar los precios. En muchos casos, esos bajos y los inmuebles en venta no tienen un buen mantenimiento, por lo que no se llegan a vender ni a alquilar, pero si a deteriorar, sobre todo las casas y edificios, algunos de los cuales van camino de la ruina en el casco histórico, con lo que el posible comprador no solo tiene que tener en cuenta el precio de la venta, sino también el de la reforma posterior.

De todo ello sabe un hostelero de la villa que está de alquiler en un bajo en la zona histórica, a razón de 1.200 euros al mes (impuestos incluidos). Y asegura que es de lo más barato que encontró en su día, hace 18 años.

La Voz de Galicia

Satisfacción por las actuaciones que se anuncian para la estación de Pontecesures.

Por parte del ADIF se anunció un plan de mejora para diversas estaciones y apeaderos de ferrocarril en Galicia, tanto en uso como en desuso. De hecho, en Pontecesures ya comenzó el acondicionamiento de parte de la fachada del edificio, y se espera que en los próximos días se acondicione toda la fachada, la marquesina (hay goteras), la zona de jardines y el andén segundo cuya marquesina presenta un total estado de abandono.

También las estaciones de Padrón y Catoira van a ser acondicionadas y el ADIF debe tener en cuenta que estas tres estaciones, en la práctica apeaderos, están en pleno uso con un número considerable de viajeros que utillizan el ferrocarril aún cuando la estadística en ocasiones no lo recoge así pues la falta de interventores en los trenes impide que se computen los usuarios que suben en los tres apeaderos que hacen el viaje de forma gratuita.

De esta forma, las inversiones y el mantenimiento en estas estaciones debe mejorarse y mucho incentivándose el uso del tren por razones meioambientales, económicas y de seguridad. Por ejemplo, no se entiende como se demora tanto la instalación de megafonía y de señalización alfanumérica en las estaciones de Pontecesures y Catoira (Padrón ya la tiene).

En fin, esperemos que el ferrocarril por la vía convencional continúe consolidándose dentro del Eje Atlántico para bien de todos.

Luis Ángel Sabariz Rolán