ADIF dice que el cruce de la Vía Portuguesa en Iria no constituye paso a nivel.

Padrón Llevan más de diez años reclamando una solución al paso de personas sobre la vía ferroviaria en Iria, por donde pasa el Camino Portugués, sin lograr que las administraciones competentes hayan tomado hasta cartas en el asunto.

En julio pasado, a las reivindicaciones de los vecinos, representados por Lola Ramos, se sumaba la propuesta de la junta de gobierno local de Padrón, en la que se instaba al delegado del Gobierno en Galicia y al Adif, a colocar barreras automáticas en este punto. El objetivo sencillo: avisar de la llegada de trenes y evitar así el paso de los transeúntes, en su mayoría peregrinos que circulan por la Vía Portuguesa, salvaguardando su seguridad.

En su contestación remitida hace unos meses al Concello, el Adif recalca que sólo ostenta competencia de administración «cuando así se determina mediante encomienda de Fomento». Y señala que respecto al paso a nivel de Iria por donde cruzan los peatones sin ninguna seguridad, dicha encomienda «no se ha producido, no existiendo dotación presupuestaria prevista». También insiste Adif en que dicho cruce «no constituye un paso a nivel, por lo que el Adif no ostenta tampoco las competencias que , en cuanto a este tipo de pasos, pudiera corresponderle, de acuerdo con la normativa».

En el escrito remitido al Concello, la entidad pública empresarial advierte además que «el cruce de vías ferroviarias por lugares no autorizados, constituye una infracción». Por lo que emplaza a usar el paso superior existente y a poner en conocimiento de las autoridades competentes «cualquier conducta infractora.

No obstante, el Adif matiza que la documentación aportada por el Concello de Padrón será enviada al Ministerio de Fomento «con competencias en la materia para su conocimiento y efectos oportunos».

Una vez conocida la resolución del Adif, Lola Ramos, en representación de los vecinos de Iria, emplaza a las autoridades competentes a dejar «de pasarse la pelota» y actuar «de forma adecuada, haciendo cumplir el artículo 235 del Reglamento de la Ley de Ordenación de Transportes Terrestres en Materia de Supresión y Protección de Pasos a Nivel», de lo contrario «estamos dispuestos a recurrir a medidas de presión».

LO MEJOR
El Camino Portugués a su paso por la capital del Sar registró este año un aumento considerable del número de caminantes. Esta vía, amén del Año Santo, se está convirtiendo en uno de los caminos más concurridos.

LO PEOR
Al llegar a Iria, la señalización de la Ruta lleva a los caminantes hasta el callejón sin salida donde se encuentra la casa de los Trulock. La ún¡ca alternativa es cruzar la vía ferroviaria, sin ningún tipo de seguridad y con riesgo.

EL CORREO GALLEGO, 25/11/10

Los peatones siguen cruzando las vías del tren en el paso a nivel central de Pontecesures.

¿Imprudencia o temeridad?. Esa es la pregunta que puede hacerse cualquiera si observa los que ocurre en varios pasos a nivel, con o sin barreras. En ocasiones, cuando el tren es inminente hay quien se juega la vida para ganar apenas un par de segundos y cruzar un poco antes que los demás.
Es cierto que a veces fallan las barreras, que los maquinistas pueden cometer errores humanos o que los pasos a nivel sin ningún tipo de protección o señalización son un peligro constante. Pero también lo es que en otras ocasiones no hay medida de prevención que valga, pues los peatones las desatienden por completo. Puede comprobarse, por ejemplo, en un paso a nivel tan importante y transitado como el del centro de Pontecesures.
El tren atraviesa lo que puede considerarse una de las arterias viarias principales de la localidad, y en ocasiones los hace a una velocidad considerable. El paso está bien protegido, o eso parece, pero es demasiado frecuente ver como los peatones, y en ocasiones incluso algún vehículo a motor, se salta todas las normas.
Hace días, por ejemplo, se comprobó como un grupo de jóvenes atravesaba el paso a nivel cuando las bareras estaban bajas y todos los semáforos en rojo, tanto para evitar el paso de personas como de vehículos. Aquellos ciudadanos cruzaron apenas unos segundos antes de que llegara el tren.
Alguien puede decir que hay visibilidad suficiente, y que si el convoy estaba aún en la estación cesureña hay tiempo suficiente para reaccionar, e incluso para cruzar antes de que llegue. Pero las normas están para ser cumplidas, y las señales, para ser respetadas.

FARO DE VIGO, 26/09/10

El maquinista del tren de Valga elude la cárcel.

Miguel García no cuenta con antecedentes, por lo que se suspenderá la pena de dos años de prisión impuesta por tres homicidios imprudentes

Dos años de cárcel y otros dos y medio de inhabilitación para ejercer la profesión de maquinista como autor de tres delitos de homicidio imprudente. Esta es la pena impuesta por el juzgado de lo Penal 3 de Pontevedra a Miguel García López, la persona que el 25 de abril de 2007 conducía el tren de media distancia entre Vigo y A Coruña y que arrolló a un turismo en el paso a nivel de Campaña, en Valga, causando la muerte a José García Bejo, Jesús Martínez Senín y el hijo de éste, Roberto Martínez Ríos.
Fuentes consultadas por este periódico señalaron que, en cualquier caso, la pena de prisión impuesta al maquinista del tren será suspendida al no tener antecedentes penales y después de que se hayan abonado las indemnizaciones a los familiares de las víctimas.
Y es que el fallo establece que los cónyuges y herederos de los fallecidos sean indemnizados con cantidades que suman 590.000 euros y señala a Renfe como responsable civil subsidiario.
Según el fallo, el accidente tuvo lugar después de que se produjera una anomalía en las barreras del paso a nivel tras cruzar este punto anteriormente otros dos trenes. Esta avería impidió que se levantasen las barreras del paso, por lo que se puso en marcha un sistema de rearme con dos temporizadores y se subieron las barreras para permitir el tránsito de los coches. Al mismo tiempo, se activa una señal luminosa amarilla en la vía que indica al maquinista que debe parar su tren al encontrarse el paso desprotegido. Más tarde, esta luz pasará a estar apagada y señala también la obligatoriedad de detener el convoy. El fallo establece que cuando el tren conducido por Miguel García pasó ante la señal esta estaba apagada, lo que indicaba que debería detenerse. Asimismo, otra señal luminosa y acústica en forma de pitido prolongado llegó a la cabina avisando al maquinista de la anomalía en el paso a nivel. El fallo asegura que, a pesar de lo anterior, el acusado «aunque redujo inicialmente la velocidad de 112 a 99 kilómetros por hora, continuó su marcha sin atender al estado de la señalización vertical y desconectando la indicación que recibía de la baliza, de tal forma que no se puso en marcha el sistema automático de frenado y el tren siguió hasta cruzar el paso a nivel, donde, por haberse ya elevado las barreras, habían comenzado a pasar varios vehículos». Fue entonces cuando arrolló al turismo en el que viajaban los fallecidos a pesar de efectuar en el último momento una frenada de emergencia.
La sentencia reduce la pena que solicitaba inicialmente el fiscal (tres años de prisión y 5 de inhabilitación) al aplicar al acusado las atenuantes de reparación del daño y confesión. De hecho, durante el juicio el maquinista se había mostrado muy afectado y reconoció que había cometido «el error más grave de mi vida» al desconectar la baliza en un acto, dijo, casi «automático» al pensar que el paso estaba protegido.

FARO DE VIGO, 17/10/07

Dos años de cárcel para el maquinista del tren que mató a tres obreros en Valga.

El maquinista del tren asumió durante el juicio, celebrado el 23 de junio, que cometió un error.

El juez considera a Renfe como responsable subsidiaria del pago de más de 600.000 euros en indemnizaciones

Dos años de prisión y otros dos años y medio de inhabilitación profesional es la pena que ha recaído sobre el maquinista que, en abril del 2007, provocó un triple accidente mortal en un paso a nivel en Valga. Además, el juez pontevedrés impuso a Miguel García López el pago de más de 604.000 euros en indemnizaciones a los herederos de los fallecidos, cantidades de las que tendrá que responder Renfe como responsable civil subsidiario.
A la hora de cuantificar la pena de cárcel por tres delitos de homicidio imprudente en concurso ideal, el magistrado tuvo en cuenta la existencia de las atenuantes de reparación del daño y analógica de confesión.
En la sentencia, que es recurrible ante la Audiencia de Pontevedra, se considera probado que, minutos antes del fatal accidente, un segundo tren cruzó el paso elevado. Se produjo entonces una anomalía que impidió que se elevasen las barreras que impedían el paso de vehículos.
Ante estas contingencias se dispone de un mecanismo de rearme con dos temporizadores. Simultáneamente, las señales verticales ubicadas en las márgenes de las vías empezaron a destellar con una luz amarillenta brillante.
Se cree que justo cuando el tren conducido por García López alcanzó esta señal, esta se apagó. En cualquier caso, apagada o destellante, el acusado habría tenido que detener el tren, una medida que también se le indicó mediante un pitido prolongado que sonó en cabina.
Sin embargo, «aunque redujo inicialmente la velocidad de 122 kilómetros por hora a 99 kilómetros por hora, continuó su marcha sin atender el estado de la señalización vertical y desconectando la indicación que recibía de la baliza».
El siniestro
Pasaban unos minutos de la una de la tarde del 25 de abril cuando el ferrocarril irrumpió en el paso donde ya se habían elevado las barreras y los vehículos comenzaban a cruzar. A pesar de que «trató en el último momento de efectuar una frenada de emergencia, no pudo evitar arrollar a un automóvil» en el que viajaban José García Bajo, Jesús Martínez Senín y el hijo de este, Roberto Martínez Ríos. Los tres fallecieron en el acto.
Durante el juicio, celebrado el 23 de junio, el maquinista se mostró muy afectado y asumió que cometió un error. En este punto, precisó que si no detuvo el tren con anterioridad al llegar al paso a nivel fue porque estaba convencido de que el cruce estaba protegido, esto es, que las barreras estaban bajadas. Posteriormente, la lectura de los informes de los peritos le llevó a la conclusión de que «aquel día cometí el error más grande de toda mi vida».

LA VOZ DE GALICIA, 10/07/10

Jugarse la vida en Iria para regresar a casa.

Vecinos de Iria tratan de cruzar la vía (con el tren a punto de pasar) en el punto en que lo hacen cada día.

Vecinos y peregrinos se ven obligados cada día a cruzar la vía del tren en Padrón

Los vecinos de Iria-Flavia, en Padrón, saben bien lo que es cruzar una vía del tren sin medida de protección alguna. Lo hacen a diario, residentes y peregrinos. Se juegan la vida todos los días al atravesarla en el tramo situado justo al lado de la casa natal de Camilo José Cela. Para los primeros, pertenecientes a núcleos como Lámparas Iria, Pedreda o Roucón, entre otros, es el «paso natural» para alcanzar a pie la carretera N-550 o para volver a sus casas, obligados cuando el paso subterráneo a la altura de la aldea de Horta se inunda, algo que ocurre con cierta frecuencia, casi la misma que cuando llueve.
Y los segundos, los peregrinos, lo hacen también de forma forzada, en su caso porque ese tramo de la vía férrea está incluido en el trazado del Camino Portugués a su paso por Padrón. Por ello, desde el Ayuntamiento, el concejal de Cultura ya alertó de que este año en torno a 25.000 peregrinos cruzarán la vía del tren en un tramo especialmente peligroso, al carecer de visibilidad por la cercanía de una curva y de un túnel.
Así, el Ayuntamiento ya ha solicitado en dos ocasiones al ADIF (Administrador de Infraestructuras Ferroviarias) que adopte medidas en este punto, donde el trasiego por la vía se produce a diario. En este sentido, la concejalía de cultura propuso a la Xunta modificar el trazado del Camino Portugués en este punto tan peligroso y, con ello, evitar que los peregrinos tengan que cruzar la vía del tren. Por el momento, no se adoptó ninguna decisión a este respecto.
Además, en la reciente visita del delegado del Gobierno a Padrón, el teniente de alcalde Eloy Rodríguez le trasladó esta necesidad a Antón Louro, quien, a su vez, le pidió que el Concello le remitiera una solicitud oficial para hacerla llegar al organismo competente, el Ministerio de Fomento. Así lo acordará el gobierno padronés, en el marco de una próxima junta de la ejecutiva local, según informó el propio Rodríguez.
Paso a nivel o semáforo
Adoptar medidas como la instalación de un paso a nivel con barreras o un semáforo es, precisamente, la reivindicación de los vecinos de Iria desde hace años, un decenio incluso, y manifestada por última vez hace apenas unos meses cuando uno de ellos, Lola Ramos, promovió una recogida de firmas en la que reunió las de más de 130 vecinos. Reclaman las «medidas necesarias» para la «inmediata» instalación de un paso a nivel con barreras o un semáforo en este punto de la vía. La propia Ramos remitió escritos a distintos organismos competentes, entre ellos al departamento del ministro José Blanco, informándole de la situación y reclamando que se adopten soluciones «antes de que haya que lamentar una desgracia».

LA VOZ DE GALICIA, 27/06/10