Los valeiros disfrutan de una buena jornada de capturas de lamprea.

Satisfactorio. Esa es la palabra que mejor define el ambiente que se respiraba ayer en el puerto de Pontecesures. Los valeiros regresaban a puerto tras una dura mañana, pues las corrientes del río no se prestaban a grandes aventuras. Pero a pesar de todo consiguieron extraer del Ulla alrededor de 70 lampreas, y ese es un registro altamente positivo y, desde luego, desconocido en la presente campaña.
Ya se esperaba algo así, pues las intensas lluvias de los últimos días propiciaron la crecida del río, y eso ayuda a que la lamprea remonte el cauce fluvial para desovar. Tras la tempestad se esperaba la calma, y los valeiros confiaban en que “con las corrientes un poco más calmadas y algo menos de temporal” las capturas pudieran dispararse ayer. Y así fue, a pesar de que, como queda dicho, no puede hablarse precisamente de calma en el río, sino todo lo contrario.
Pero lo cierto es que salieron a recoger sus aparejos (la nasa butrón) 14 embarcaciones con puerto pase en Pontecesures, donde la lamprea está prácticamente vendida incluso antes de llegar a tierra. La mayoría de los barcos traían 7 u 8 ejemplares a bordo. Claro que hubo excepciones con embarcaciones que pudieron capturar 1 o 2 piezas, y otras, como la de un valeiro llamado Pepe Barreiro, al que ayer sonrió la fortuna, y pudo recoger 22 ejemplares. “La mañana ha sido fantástica”, reconocía con orgullo este pescador que, al menos, puede compensar parte de las pérdidas por el mal arranque de campaña, cuando las capturas fueron escasas o nulas, incluso obligándolo a permanecer amarrado en varias jornadas.
En cuanto a los precios, ayer se vió un poco de todo, y como siempre la lamprea cuesta más si es grande, pudiendo alcanzar los 50 o 60 euros. Pero la gran mayoría se vendió a 30 o 35 euros la pieza, incluso con algunos ejemplares, los de menor tamaño, que se entregaron a los clientes (sobre todo restaurantes de Ullán y Santiago) a unos 20 euros la pieza.

FARO DE VIGO, 05/02/09

Portos de Galicia instala una barandilla en la zona del muelle próxima a la EDAR.

Barandilla que se instala en el muelle cesureño.

Personal de la Zona Sur del organismo público Portos de Galicia trabaja desde hace unos días en la colocación de una barandilla de protección en un tramo del muelle de Pontecesures, concretamente en la zona más próxima a la Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR).
Hasta este momento, desde el punto en el que finaliza el paseo fluvial ­en las inmediaciones de la fábrica de Nestlé­ y hasta la depuradora no existía ningún tipo de protección o medida de seguridad, lo que suponía un grave riesgo de que tanto personas como vehículos pudiesen caer al cauce del río Ulla. La zona es bastante transitada, por lo que se pretende evitar que se produzca un accidente con consecuencias graves, como el ocurrido hace unos días en Padrón.

También en la rampa> La nueva barandilla dotará también de protección a la rampa del varadero, que en estas fechas es muy utilizada por los marineros y las embarcaciones con las que participan en la campaña de pesca de la lamprea.

El concejal de Relacións Institucionais de Pontecesures, Luis Ángel Sabariz Rolán, manifestó su ??satisfacción? por esta actuación, que considera ??importante para garantir no posible a seguridade da veciñanza?.

DIARIO DE AROUSA, 30/01/09

Los valeiros confían en que tras las tormentas lleguen las lampreas al río.

A pesar de las tormentas faenaron los valeiros que tienen su puerto base en Pontecesures. Estos pescadores especializados en la captura de lamprea utilizando la nasa-butrón, confían en que una superados los actuales frentes tormentosos se registre un aumento de peces.
Por ahora la campaña, está resultando muy floja, incluso más de lo que se esperaba, por lo que “sólo nos queda confiar en que cuando pasen estas borrascas pueda haber lamprea en abundancia, ya que hay agua suficiente para que remonte el río” y acuda asus lugares habituales de desove.
“La verdad es que nos esperábamos una campaña mucho mejor, pues cuando hay agua en el río también hay lamprea, y este año no nos podemos quejar del caudal”, relatan los pescadores.
Sin embargo, “por la contaminación del río, por la escasez de recursos o por las circunstanias que sea, estamos pescando mucho menos que lo que desearíamos, y aunque hubo un par de jornadas buenas, por lo general nunca regresamos a puerto con más de una o dos piezas por embarcación”.
Los valeiros consultados dicen que quizás todo cambie “para mejor” a partir del mes e febrero, “pues con las capturas actuales no ganamos ni para gastos”
Esto hace que algunos valeiros incluso dejan de salir a la pesca de la lamprea y se están dedicando a otras labores a la espera de “tiempos mejores”.

FARO DE VIGO, 21/01/09

Falece Francisco Lafuente, home de Ramona Agrasar, traballadora do Concello de Pontecesures.

Aos 53 anos morreu, a bordo do barco de pesca onde traballaba, de xeito repentino, Francisco Lafuente Bodaño, home de Ramona Agrasar Castrelo, traballadora do Concello polos programas de cooperación da consellería de Traballo. O domicilio familiar é o de Carreiras 45.
Está prevista a chegada do cadáver o porto de A Coruña, para ás 20 horas desta tarde.
Descanse en paz.

La lamprea también admite innovación.

El chef José Luis Baleirón muestra una de las lampreas preparada por él en su establecimiento.

La lamprea, a pesar de su tradición milenaria como producto gastronómico, no se queda estancada en el pasado sino que, al margen de las recetas más conocidas, también admite toques de innovación para experimentar con las posibilidades que ofrece sobre el mantel. Así lo demuestra, por ejemplo, el restaurante ??Olivo? de Pontecesures, que este año ha optado por diversificar y ofrecer distintas alternativas para saborear este ciclóstomo, al que parece que el chef José Luis Baleirón ha cogido el punto para evitar que repita y provoque pesadez de estómago.
La lamprea a la bordelesa es la receta más tradicional que se sirve en este establecimiento; elaborada con vino blanco para suavizarla, cebolla, ajo y un toque a canela. Sin que falte el aceite de oliva y el arroz blanco. Pero además, en esta temporada, la carta incluye también empanada gallega de lamprea, que nada tiene que ver con el clásico timbal, sino que es preparada con una masa especial y casera que le otorga un sabor especial. Aún así, la alternativa más novedosa es el risotto de lamprea, que consiste en medallones de este pez a la plancha y bañados con su propia sangre. Por lo que parece, la experiencia ha resultado y, quien la prueba, ya piensa en repetir.

Una de las principales claves de su buen sabor es que se trata siempre de lampreas pescadas por los valeiros de Pontecesures en el río Ulla, y esto se nota, y mucho, a la hora de llevársela a la boca puesto que tiene menos grasa que la de Arbo ­capturada en el río Miño­, su sabor es más pronunciado y su textura, mejor. Este año, además, las piezas pescadas en el Ulla tienen un mayor tamaño que las de 2008. Por alrededor de 60 euros cualquiera puede hacerse con una y prepararse para disfrutar de su característico sabor.

DIARIO DE AROUSA, 17/01/09

As lampreas, miñas santas.

Martes, 13 de xaneiro. Choveu pola noite. Choveu a bategadas fortes que se pasaron todo o tempo escuro a bater contra a ventá. Fixérono de xeito que me recordou ó cura do relato aquel que tanto prodigou o finado do Casares. Tódalas noites aparecían abertas as billas das duchas da casa de exercicios. Establecida unha quenda de espreita e atenta esculca de paseantes nouturnos, caza ó axexo, se diría, deron co culpable. Era un cura velliño que aduceu na súa defensa o moito gusto que lle daba escoitar cair a auga contra a porcelá das duchas. Ah, qué xente.

Ese mencer eu ouvía chover e non é que me disgustara, pero tampouco brincaba de ledicia: a choiva tornárame do sono prá vixilia. Así que din en pensar que, auga tanta serviría, cando menos, pra que por fin subiran as lampreas polo Ulla, miñas santas. Non se consola o que non quere. Era o serdía do 13 do mes hoxe xa mediado; martes pasado, como xa advertín de entrada.

Unha vez esperto, erguinme (qué fai un home só nunha cama grande) e púxenme ó que me poño sempre: a ler os xornais, a ler a Internet e mailo correo electrónico e logo a contestalo. De seguido púxenme a lles escribir a vostedes estes lerios cos que aburro a uns; deleito a outros; entreteño a non poucos e fago sair correndo coido que a outros tantos. Con todo déronme as dúas. Polo medio baixara ferver unha coliflor e desconxelar uns toros de pescada. E nestas que me chaman. Oes, que xa hai lamprea no Carretas. Pra aí vou, respondín cantando. Baixei, apaguei o lume e marchei camiño dese restaurán que é como a miña casa.

Este ano houbo empate. Como xa saben, cando menos como xa saben os máis vellos visitantes deste recuncho do xornal, ano tras ano, veño competindo co doutor Barreiro, Don Francisco (Francis Clay, M.D. dito en inglés que, como ven, queda moi fino) a ver quén a proba antes; é dicir, convertímola nun “campanu”. Este ano houbo empate. Pero poderíase dicir que tamén houbo amaño, que o partido foi obxecto dun tongo coma unha catedral de grande. Xantamos os dous xuntos, chantados á mesma mesa; en fin, unha gozada.

E a lamprea, qué? Pois de carnes pretas e ben bragada, moi ben bragada. Nunca lamprea con míllaras tan saborosas e apretadas comera eu na miña vida, o prebe no seu punto, o pan frito sequiño e churruscante, o arroz no seu lugar descanso. ?ltimamente non mesturo féculas con proteinas. Menú disociativo dinlle a iso. ? moi san e serve de disculpa a fin de tomar un toro máis da lampreiña amante que subeu o Ulla pra acabar nunha cazola do Carretas. Moi ben tratada pola man sabia de Lolita, iso sí e por outra parte.

Artículo de Alfredo Conde. EL CORREO GALLEGO, 17 de xaneiro de 2009