La maquinaria pesada ocupa ya el cauce del río Ulla para construir el viaducto del TAV.

Una pala excavadora prepara el terreno para las obras en la orilla del río Ulla, rodeada por una barrera antiturbidez.

Los trabajos de construcción del viaducto que debe cruzar el río Ulla para dar servicio al Tren de Alta Velocidad (TAV) del Eje Atlántico y unir las provincias de Pontevedra y A Coruña ya han comenzado.
Las excavadoras y demás maquinaria pesada que hasta ahora se centraban en los desmontes y explanaciones en tierra firme, trabajan ya en el agua, rodeadas de barreras antiturbidez que impidan cualquier afección en el agua.
Están preparando los rellenos necesarios para, a posteriori, comenzar la estructura que cruzará el Ulla e instalar sus pilares mediante un complejo sistema de creación de islotes artificiales o plataformas desde los que se opera en medio del río.
Franja de seguridad lateral
Las características técnicas hablan por sí solas de la envergadura de esta actuación: Un periodo de ejecución de 38 meses, un presupuesto de adjudicación de 105 millones de euros y una estructura con tres pilares en el lecho del río que será de las más importantes del mundo, con 1.620 metros de longitud que permitirán salvar tanto el cauce fluvial como una buena franja de protección y seguridad a ambos márgenes del Ulla.
Hay que tener en cuenta que el viaducto no nace y muere en una y otra orilla, es decir, no empieza y termina exactamente en la fachada fluvial de las parroquias de Abalo (Catoira) e Isorna (Rianxo).
Hace falta ampliarlo y elevarlo lo suficiente, hasta alcanzar los 1.620 metros de largo y 60 metros de alto, como para salvar también la actual vía férrea y la carretera comarcal Pontecesures-Vilagarcía, en lo que al arranque del puente en el lado de Catoira se refiere, y para llevar la estructura por encima de la carretera provincial Rianxo-Bexo en el municipio coruñés, donde el trazado del TAV también debe sortear la autovía de Barbanza.
Los preparativos para este gran viaducto se llevan a cabo desde hace meses, con las catas en el lecho fluvial y los desmontes tanto en Abalo como en Isorna. Pero ahora, como queda dicho, empiezan los trabajos más duros y ambiciosos, es decir, los que deben servir para unir ambos puntos sobre el río Ulla.
Por delante queda la construcción de una estructura de celosía metálica sujeta por pilas de hormigón que forman los vanos centrales del puente, situados en el propio cauce y con 225, 240 y 225 metros de luz, “lo que significa récords mundiales en este tipo de estructuras”, destaca el Ministerio de Fomento.
12 vanos
Junto a ellos, y hasta completar 12, hay que formar los vanos de acompañamiento decrecientes, ya en tierra firme, con 120, 80 y 50 metros de luz.
Las pilas centrales van a tener forma de cáliz, con una cabeza trapecial de 15,5 metros de altura y un ancho de entre 11 y 16 metros.
Hacer realidad todo esto requiere de una compleja actuación técnica y medioambiental. Para entender mejor esa complejidad hay que tener muy presente la importancia ecológica del lugar objeto de actuación, un espacio integrado en el sistema fluvial Ulla-Deza, en el que hay importantes marismas y que comunica, aguas abajo, con el mayor y más productivo banco de libre marisqueo de Galicia, el de Os Lombos do Ulla.
De ahí que las primeras actuaciones sobre el cauce estén siendo seguidas muy de cerca por todos aquellos que, en algún momento del largo proceso burocrático iniciado hace ya varios años, pusieron algún tipo de reparo a la construcción de este viaducto.
Pero del seguimiento también debe ocuparse Técnica y Proyectos S.A., la empresa que, con un presupuesto de 3,7 millones de euros, ha sido la adjudicataria del servicio de control y vigilancia de las obras, contratado por la Secretaría de Estado de Infraestructuras y Planificación.
La citada empresa debe velar ahora para que se respeten las condiciones y limitaciones de carácter medioambiental impuestas a la construcción del viaducto del TAV, el mismo que debe hacer realidad la Unión Temporal de Empresas (UTE) formada por Dragados S.A. y Tecsa Empresa Constructora S.A.

FARO DE VIGO, 26/07/09

Las playas restaron afluencia a la romería de Padrón, que recupera el folclore.

Las playas compitieron ayer con la romería del Santiaguiño de Padrón, en una jornada de sol y calor que hizo que muchos se decantaran por la primera opción después de varios días casi invernales. Aún así, miles de personas cumplieron con la tradición se subir al monte, para oír la misa solemne en la capilla, comer sardinas con pan de maíz y cachelos que repartió gratuitamente el Concello y, en muchos casos, para disfrutar de una jornada campestre.
De hecho, desde media mañana, los coches subieron y bajaron del monte cargados con el material para pasar el día: comida abundante, no menos vino, bebidas refrescantes y hasta postre y, por supuesto, café. A las doce de la mañana, en muchos puntos humeaban y olían ya los primeros preparativos del almuerzo, desde una paella, la brasa para el churrasco y hasta un cordero al espeto. Muy cerca de allí, en un palco instalado por el Concello, se celebraron, por segundo año, los certámenes de gaiteiros solistas y parejas de baile tradicional, el primero por la mañana y el segundo por la tarde. En cada uno de ellos hubo cinco participantes. Precisamente la música tradicional gallega fue el telón de fondo de toda la romería, tal y como era la intención del Ayuntamiento, de modo que el sonido de la gaita se escuchaba en diversos puntos del monte. La animación de la jornada también llegó de la mano de los regueifeiros los Ghordechos, que pusieron la nota de humor y, además, en clave gallega.
«Saleu un día bo, bo», se podía escuchar entre los romeros que subieron al monte, desde niños a mayores y, como siempre, mucha juventud y eso sí, de la casa. Y es que las gentes de Padrón cumplen con la tradición de la romería y, en familia o peñas, cada 25 de julio se plantan todo el día en el monte.
Visitantes
«Somos os de sempre», dijo entre bromas un padronés muy devoto de la romería del Santiaguiño. También muchos visitantes acudieron a la cita, atraídos especialmente por la música folclórica. La cámara de fotos trabajó mucho y, en el caso de los turistas, para dejar constancia de su paso por las piedras desde las que, según la tradición, predicó el Apóstol Santiago.
Cerca de allí, en la capilla, se celebró la misa solemne, quizás con menos fieles que otros años, cantada por la Coral Polifónica Padronesa y presidida por la imagen del Parrandeiro que, sobre las once y media de la mañana, fue subido a hombros por varios jóvenes de la villa. Además este año y por primera vez en los últimos veinticinco, también participó en la procesión por la villa la imagen de San Antonio, según contó el concejal de Cultura de Padrón, Eloy Rodríguez. En total, salieron siete imágenes: el Parrandeiro, Santa Lucía y San Antonio, las tres ubicadas en la iglesia parroquial; la Virgen del Carmen perteneciente a la familia de la Riva y la Reina Lupa y Teodomiro de la casa Sanmartín. No obstante, solo el Apóstol Santiago, conocido popularmente en Padrón como el Parrandeiro, tenía «indulgencia» para subir al monte y participar, como indica su nombre, de la parranda. Por la noche, fue Mercedes Peón la encargada de continuar la fiesta desde el Campo do Souto y hoy, en el mismo sitio, sonará la música de gaita de Cristina Pato.

LA VOZ DE GAICIA, 26/07/09

A cesureña Adriana Rivas, acada o 2º premio do concurso de gaiteiros solistas do Santiaguiño.

Vemos na fotografía a Adriana en plena actuación no concurso do Santiaguiño, acompañada ao tambor por Jordi Castaño.

O concurso tivo lugar ás 11:30 horas no Santiaguiño e Adriana Rivas Seijo, gaiteira do grupo Algueirada de Pontecesures, mostrouse moi satisfeita pola súa actuación. A decisión do xurado fíxose esperar, e así sobre as 17:30 horas déronse a coñecer os premios. A gaiteira cesureña obtivo o segundo premio (300 euros e trofeo), mellorando a clasificación de 2008 onde obtivera o 3º premio.

Parabéns para Adriana, que se consolida como una gaiteira de prestixio, e tamén para o seu acompañante co tambor no concurso, Jordi Castaño.

El valgués José Manuel Castelao Bragaña, nuevo director gerente de la Fundación Galicia Emigración.

José Manuel Castelao Bragaña acaba de ser nombrado nuevo director gerente de la Fundación Galicia Emigración. Quien fuera presidente del Consello Xeral da Emigración, asume ahora esta responsabilidad «con ánimo de continuarla y mejorarala», afirma.
El recorrido de Castelao Bragaña está muy relacionado a la emigración y él mismo agradece la oportunidad de poder trabajar para la Fundación, «cargada de sensibilidad en un momento muy angustiante de la comunidad gallega en el exterior», haciendo alusión a las dificultades que atravesó la diáspore en Argentina, a finales del 2001.
La Fundación Galicia Emigración fue creada en el 2002 con el objetivo de concienciar a la sociedad gallega en la ayuda a los emigrantes, y dar una respuesta ágil a las dificultades generadas por la profunda crisis que vivían los países de América Latina. Desde su puesta en funcionamiento, desarrolla proyectos de atención social, inserción sociolaboral, información o asesoría para las migraciones.

LA VOZ DE GALICIA, 25/07/09