El sábado 26 de octubre, los Catequistas de la Unidad Pastoral de Pontecesures-Valga, junto con nuestro párroco Arturo Lores Santamaría, fuimos de convivencia a Raiña, en Mesia. Tuvimos una charla sobre la oración con Víctor Manuel Blanco Naveira, Delegado del Clero y Arcipreste de Ordes e Barbeiros. Como siempre que vamos a esta “nuestra casa” un momento de oración y de compartir la vida.
Víctor, nos recordó cuál fue su sueño desde pequeño, “tener una casa para sus amigos, los alejados de Dios, para los marginados; drogadictos, alcohólicos, prostitutas… en donde todos tienen su lugar”. Nos decía: “imaginad esto hace 20 años decírselo a D. Julián…”
Recién ordenado… lo enviaron a Coruña, luego a Marín, en todos los lugares lo intentaba, un casa para drogadictos, otra para prostitutas pero el proyecto, no cuajaba y por fin, después de 18 años, lo logro. No fue fácil. En la zona de Mesía, con muchas dificultades y perjuicios. Al final el sueño se hizo realidad. ¡Y menudo sueño! “A Raiña”, es un lugar de encuentro de oración en dónde se respira ilusión, felicidad, paz, esperanza y amor en el que todos somos bienvenidos porque es “nuestra casa”.
Después de compartir la mesa y de hacer una pequeña excursión al Batán de Mezonzo en Vilasantar.
Tuvimos una hora de oración meditada que nos supo cómo siempre a poco, todos decíamos, si sólo han pasado 15 minutos…
Me recordó a mi querido amigo el Padre Moratiel, hablándonos del silencio y de cómo sentarnos para orar; del momento de contemplación de la palabra, “Padre”, que decía San Francisco de Asís y se tiraba horas; de Santa Teresa de Jesús cuando habla de la Imaginación, y le llamaba “la loca de la casa”, y el canto, “Nada te turbe, nada te espante todo se pasa, Dios no se muda, la paciencia todo lo alcanza, quien a Dios tiene nada le falta sólo Dios basta” que tanto me recordó a mi querido Taizé.
Del Papa Francisco, “Yo también me quedo dormido a veces cuando oro”, la confesión del Papa no es ninguna novedad, ya que Francisco asegura que a Santa Teresa de Jesús también le ocurría y que, según la Biblia, el descanso y el sueño se convierten en oración si son ofrecidos a Dios. Santa Teresa de Jesús también lo hacía y sostenía que a Dios le gusta cuando uno se duerme, explicó el Pontífice, que a continuación citó el Salmo 129, en el que se habla de los sueños.
Dejar los ruidos y centrarnos en “Señor enséñanos a orar, a hablar con nuestro Padre Dios. Señor enséñanos a orar, a abrir las manos ante tí.” De limpio corazón, como los ojos de Bartimeo que siendo ciego veía a Jesús y su fe le salvo de su ceguera, aunque se burlaban de él.
También hablamos de presentar verdades como mentiras y viceversa, las famosas fake news, tan común en nuestro tiempo y a todos los niveles, eclesiásticos, políticos, empresariales, sociales a los que Jesús rechazaba y decía: “estos no entran en el Reino de los Cielos”.
¿Y que decir de los miedos? Jesús decía: “Padre, si es posible, que pase de mí este cáliz. Pero no se haga mi voluntad, sino la tuya”. Que tu voluntad se realice en mi obrar cotidiano, sea agradable ó ingrato, fácil ó complicado, que se haga siempre tu voluntad, me viene a la mente las palabras de la Beata Madre Ana María Javouhey, fundadora de las Hermanas de San José de Cluny (en donde estudié), reza Ana María: “cuyo corazón sólo ha latido por Dios y por las almas, enséñanos a amar, orar, sufrir y perdonar como tú lo hiciste. Alcánzanos un corazón como el tuyo, apasionado por la Voluntad de Dios, abandonado a su amor a pesar de todas las dificultades; un corazón fuerte y bueno, ardiente y puro, leal y fiel, humilde y confiado; un corazón dispuesto a todos los sacrificios; un corazón semejante a los de Jesús, María y José”.
Las oraciones a la Virgen María, que siempre nos acompaña y no se cansa de escucharnos como Madre orante, sencilla con fe firme y humilde. También nos habló de la Noche oscura, que deriva del poema de San Juan de la Cruz, se ha incorporado en la doctrina espiritual para designar las experiencias purificativas y de desolación por las que atraviesan los místicos en el proceso de unión con Dios.
Y a la pregunta ¿Víctor, no tienes miedo de que te roben? ¡Las puertas no tienen llave! “Que lleven lo que quieran, a mí me lo dieron y si tiene que irse que se vaya”.
No tiene apego a las cosas, vivir con sencillez, humildad, es vivir con sensatez. ¡Que grande eres, Víctor y que humilde!
Nos vamos cargados de esperanza, el lema de este año para la Catequesis es:
“Catequistas de Esperanza”, dando testimonio de nuestra vida en este año jubilar Romano, el Papa Francisco, nos invita a ser generadores de esperanza en casa, trabajo, colegio, parroquia en aquellos lugares en donde estemos.
La Esperanza, es una virtud teologal por la qué deseamos el reino de los cielos y la vida eterna como nuestra felicidad, poniendo nuestra confianza en las promesas de Cristo y apoyándonos no en nuestras propias fuerzas, sino en la ayuda de la Gracia del Espíritu Santo.
Fue un día lleno de luz, de alegría de compartir experiencias, de risas… Mil gracias, amigo Víctor.
María José Sanmarco Bande,
Catequista de la Parroquia de San Julián en Pontecesures.