Condenado a un año de prisión por estafar 770 euros a un ligue de Padrón que conoció por Internet.

«Al final, se me torció todo», acertó a decir en el juicio celebrado la pasada semana. Y tanto que así fue. La sección compostelana de la Audiencia Provincial ha condenado a un año de prisión a Luis Gutiérrez de Cabo, que además deberá devolver 770 euros a la denunciante y asumir todas las costas procesales, con inhabilitación especial para el derecho del sufragio pasivo durante doce meses, como recoge una sentencia que puede ser recurrida.

Gutiérrez es de Valladolid y allí vive, pero acabó sentado en el banquillo de los juzgados de Fontiñas tras ser denunciado por una padronesa con la que tuvo una relación que duró unos meses, pero que tuvo a Internet como herramienta básica de contacto. Se conocieron en un chat de una red social en noviembre del 2014 y se pasaron semanas de conversación a través del ordenador y el teléfono. El vínculo empezó a crecer y él dio el paso de venir hasta Santiago, donde tuvieron un encuentro para terminar de conocerse durante dos días y una noche.

Congeniaron, como ambos reconocieron, y decidieron seguir adelante, por lo que en poco tiempo surgieron planes más serios. El ahora condenado le propuso realizar un viaje a Irlanda, y también se ofreció a organizarlo poniendo como excusa que una familiar suya trabajaba en una agencia de viajes. Fue entonces cuando la víctima de la estafa le ingresó 770 euros para adelantar los gastos iniciales.

Todas estas circunstancias fueron constatadas en la vista oral, donde también quedó probado que el vallisoletano falsificó los justificantes de pago y que puso excusas falsas para demorar los detalles del viaje, momento en el que la víctima comenzó a sospechar. Cuando comprobó que los vuelos que supuestamente había contratado no existían le dio un ultimátum para que le devolviera el dinero, y Gutiérrez aseguraba que así lo había hecho, pero el ingreso nunca llegó. En el juicio admitió que se había quedado el dinero, pero negó que se tratase de una estafa.

En la denuncia interpuesta, la acusación pedía una pena de dos años y un mes porque, además de la estafa, consideró que existía el agravante del abuso de confianza que finalmente no fue considero por el juez. Una de las cuestiones relevantes del juicio era conocer si una relación que nació y que se desarrolló sobre todo por Internet podría considerarse de «confianza», pero sin embargo el juez entendió que no existe un atropello de la fidelidad entre las dos personas porque interpreta, al hilo de las fechas en las que se produce el pago y el envío de justificantes falsos, que la relación forma parte del engaño. Esto es, considera que no existe una relación de confianza preexistente, sino que el condenado puso en marcha el «artificio engañoso» y sobre él basó la relación.

La Voz de Galicia

Tomás Sobrino: “Sí se puede hablar de prevención del alzhéimer”.

Galicia diseña un kit diagnóstico para poder prevenir el alzhéimer en el 2022.

El proyecto de investigación busca detectar y tratar la enfermedad simultáneamente.

Sí se puede hablar de prevención del alzhéimer. Lo afirma con claridad Tomás Sobrino (Pontecesures, 1979), que tiene en sus manos un proyecto europeo tan ambicioso como esperanzador, el PANA. Su objetivo, en lo social, es prevenir y, en lo científico, detectar precozmente y atajar. Para eso, el grupo de investigación que él dirige desde Compostela ha incluido un concepto nuevo: teragnóstica. Porque, aclara, «o que se busca é un diagnóstico e a terapia ao mesmo tempo».

Investigador Miguel Servet del Instituto de Investigación Sanitaria de Santiago (IDIS), Sobrino -con el neurólogo José Castillo como coinvestigador- coordina a once grupos de trabajo de universidades y hospitales y a empresas punteras de seis países europeos. Con 8 millones de euros sobre la mesa, la Unión Europea ha confiado en Galicia para el programa PANA (Promoting active Ageing: Functional Nanostructures for Alzheimer??s Disease at ultra-early stages), que busca la promoción de una vida activa y saludable para frenar la aparición de las demencias.

Más allá de esa prevención primaria y genérica, los investigadores del PANA se han marcado un doble reto a 5 años. Por un lado, detectar; por otro, tratar. En la actualidad, detalla Sobrino, que ofrece hoy una conferencia sobre los retos del alzhéimer en el centro cultural Marcos Valcárcel de Ourense organizada por la Fundación San Rosendo, «todas as ferramentas que temos fan que cheguemos tarde ao diagnóstico, cando a maioría do dano neuronal xa está producido; esa é a causa de que todas as terapias fracasasen ata agora». Lo atestiguan los cerca de 40 millones de europeos que padecen demencia y los 400 casos nuevos que se detectan, tan solo en Santiago, cada año.

El trabajo de Sobrino se centra, como primer paso, en el diagnóstico precoz. La investigación busca diseñar una herramienta útil, un kit que, «mediante unha analítica, permita identificar as persoas que teñen un biomarcador concreto máis elevado e que, por iso, son susceptibles de desenvolver a enfermidade. Despois, desenvolvemos unhas nanoestruturas que permiten levar fármacos no seu interior e que deixan ver, mediante técnicas de radiodiagnóstico, se ese biomarcador está a nivel cerebral». El fármaco podrá llegar directamente.

En el primer año de trabajo, los investigadores están satisfechos con el ritmo de cumplimiento de objetivos. Respecto al kit diagnóstico, que ya se está probando con muestras biológicas de pacientes, Sobrino considera que, económicamente, es una propuesta asumible por el servicio público de salud «porque é facer un biomarcador máis dos que se fan todos os días en análises clínicas».

De aquí a 2 años, concreta, «podemos ter un biomarcador e en 4 anos teremos dispoñible, se todo vai ben, unha ferramenta para testar en doentes con alzhéimer». A partir de ahí podrá comenzar la fase final del proceso.

Será un éxito de la ciencia hecha desde Galicia. «Que nos encarguen un proxecto de 8 millóns de euros quere dicir que en Galicia hai investigadores con talento e potencial. A falta de medios en España, cun gasto en investigación que non é comparable ao doutros países, súplese con ilusión, ganas e capacidade de traballo», asegura Sobrino. En lo personal, «para un investigador biomédico o máximo aliciente é mellorar a calidade de vida da poboación. Non hai máis satisfacción que axudar a diagnosticar mellor unha enfermidade ou a tratala mellor, é a maior ilusión que temos».

La Voz de Galicia

En Pontecesures hay más nacimientos que defunciones.

Desde 1987 Galicia no puede celebrar el contar con más nacimientos que fallecimientos, circunstancia que sin embargo en el conjunto de España se produjo por primera vez el año pasado desde la Guerra Civil, igual que antes había ocurrido con la epidemia de gripe de 1918 y más atrás como uno de los efectos de la guerra napoleónica.

La actual excepcionalidad española es en Galicia, en cambio, una curva demográfica continua y descendente que se extiende por casi todo su territorio. Baste un dato: de los 313 municipios de la comunidad, 225, el 72 %, llevan 20 años seguidos contando más decesos que partos.

El mapa del centro de la página demuestra cómo el color gris y azul domina como reflejo de las localidades donde desde 1996 hay más fallecimientos que nacimientos, lo que se conoce como saldo vegetativo negativo. Solo en 88 ayuntamientos hubo un balance positivo al menos en algún ejercicio de los dos últimos decenios, y únicamente 29 de ellos logran un balance final con más nacimientos que decesos. Esa situación ocurre en la provincia de A Coruña en Ames, Arteixo, Boiro, Camariñas, Culleredo, Oroso y Teo; y en la de Lugo, solo en Burela. En Ourense ese saldo positivo solo se encuentra en Barbadás y O Barco. Y en Pontevedra, en Baiona, Cambados, Cangas, Gondomar, Marín, Moaña, Nigrán, Pontevedra, O Porriño, Poio, Ponteareas, Pontecesures, Redondela, Salceda, Sanxenxo, Soutomaior, Vigo, Vilaboa y A Illa.

Pero la mayoría de esas islas poblacionales han empezado a ver cómo les llega también el agua demográfica al cuello en esta década, acumulando ya muchos de esos municipios varios ejercicios negativos, que no se reflejan aún en el balance vegetativo gracias a los nacimientos sumados antes de la crisis.

Solo hay cinco casos en toda Galicia en los que se mantiene el volumen de nacimientos por encima de los fallecimientos en todos y cada uno de los últimos veinte años. El caso más excepcional es Ames, que acumula en ese tiempo 3.592 alumbramientos más que decesos, lo que sumado a la captación de nuevos residentes lo ha llevado a superar los 30.000 censados y convertirse en la decimotercera localidad gallega más poblada, rebasando ya a Redondela.

Arteixo, que, como Ames respecto a Santiago, hace las veces de polo residencial de A Coruña y además da suelo a gran parte de la industria de su área, es el segundo municipio con el mejor resultado de los que no han tenido en los últimos dos decenios números demográficos adversos, al sumar 2.018 nacimientos más que fallecimientos, balance que en Cambre se sitúa en 1.606 alumbramientos más; en O Porriño, en 936, y en Poio, en 884, conformando las cinco excepciones que de momento no conocen en Galicia un saldo vegetativo negativo.

O temporal impide a circulación dos trens.

Os fortes ventos, as treboadas e as choivas, están a causar graves problemas na circulación dos trens, O que tiña previsto pasar por Pontecesures para A Coruña ás 6:20 horas, pasou case ás 7 horas. Non pasaron nin o que sae ás 6:37 para Vigo, nin o que sae ás 8:06 horas para Santiago. Os viaxeiros abandonaron a estación na busca doutros medios de transporte.

El acusado de estafar a su novia de Internet admite que se quedó su dinero, pero no haberla engañado.

Nunca le devolvió los 770 euros que ella le ingresó para un viaje.

El acusado de estafar a una padronesa con la que entabló una relación sentimental a través de una red social fue juzgado ayer en la Audiencia Provincial. Luis Gutiérrez de Cabo admitió todos los hechos que se le imputan y su abogado defensor no hizo ni una sola pregunta durante el juicio. Ni a él ni a la chica que le denunció. Reconoció que mantuvieron una «relación bastante seria», que vino a verla a Santiago y que hicieron planes para hacer un viaje a Irlanda. También que ella le ingresó en su cuenta 770 euros para cubrir su parte de esas vacaciones juntos y que ni hicieron el viaje ni le devolvió jamás el dinero. Sin embargo, aseguró ser inocente porque no tenía intención «ni de embaucarla ni de estafarla», declaró. La pregunta que flotó entonces en la sala era evidente: ¿Por qué no le devolvió el dinero? «Al final, se me torció todo», se justificó ante los magistrados.

La historia con final triste de esta vecina de Padrón y Gutiérrez de Cabo se remonta a noviembre del 2014. Se conocieron a través de Internet y estuvieron meses chateando hasta que en febrero del 2015 él se animó a hacer las maletas y venir a Santiago desde Valladolid, donde reside. Pasaron dos días y una noche juntos y terminaron de conocerse. «Al ver que habíamos congeniado decidimos seguir adelante», señaló el acusado.

Una familiar en una agencia

Con el idilio viento en popa -o eso creía la denunciante-, él propuso un viaje juntos a Dublín y se ofreció a organizarlo porque dijo tener una tía que trabaja en una agencia de viajes. La padronesa aceptó entonces ingresarle 770 euros para cubrir su parte del viaje. Y fue entonces cuando comenzaron los problemas. Cuando la fecha de salida se aproximaba, De Cabo informó a la chica que su madre estaba enferma y que debían aplazar o suspender las vacaciones. Ella le respondió que no había problema y le pidió que le devolviese el dinero, pero nunca lo logró.

«Cuando le pedí datos concretos del viaje me dio largas», explicó la denunciante. «Entonces sospeché, llamé al aeropuerto y me dijeron que los vuelos que él me había enviado eran falsos. Cuando le pedí el dinero me dijo que me lo había enviado, pero que no llegaba, así que llegó un momento en que le di un ultimátum y le advertí de que le denunciaría», señaló la padronesa ante el tribunal.

Tanto la Fiscalía como la acusación particular entienden que hay estafa porque hubo un engaño suficiente. Una trama que si quedó clara en el juicio fue en el hecho de que De Cabo reconociera que no tiene una familiar que trabaja en una agencia de viajes, pese a que la que fue su novia de Internet recibía correos de su parte proponiéndole fechas, hoteles y excursiones para el viaje. Este fue el extremo sobre el que menos pudo justificarse el acusado y en el que podría apoyarse más claramente una posible condena por estafa.

En previsión de que el tribunal no llegue a considerar los hechos como estafa, la fiscala presentó en sus conclusiones la alternativa de una acusación de apropiación indebida con la misma pena que ha solicitado: un año y nueve meses de cárcel y la devolución de los 770 euros a la denunciante, además de los intereses generados.

La acusación particular eleva su petición de pena hasta los dos años y un mes porque considera que en la estafa existe el agravante del abuso de confianza. Este es uno de los puntos más interesantes del caso, ya que los magistrados de la Audiencia deberán dictaminar si una relación que nació y se desarrolló eminentemente por Internet puede ser considerada o no un noviazgo en toda regla. Una decisión que, sin duda, tendrá su peso en futuros juicios similares.

La Voz de Galicia

Restaurantes secos de lamprea.

Los hosteleros de la comarca santiaguesa se disputan los pocos ejemplares que llegan, casi ninguno del Ulla.

Los pescadores y los hosteleros del área de Santiago dan casi por perdida la temporada de lamprea. La dos estaciones secas encadenadas mantienen inusualmente bajos los niveles de caudal de los ríos gallegos, y el Ulla no es una excepción. Los gestores de las pesqueiras de Padrón están desesperados, igual que los propietarios de restaurantes especializados de la comarca, que tienen que recurrir a los ejemplares que mandan desde el Miño, que también baja seco.

«Non hai nin haberá lamprea», augura Eduardo Sánchez, propietario de un vivero de lampreas en Santiago que está haciendo auténticos malabares para cumplir con los restaurantes de la comarca a los que suele distribuirles los ejemplares que normalmente consigue en el Ulla. «Este ano, nada de nada», lamenta. Aparecen algunas en Pontecesures, pero la gran mayoría proceden de las zonas de Arbo, Tui y A Guarda. «Non compensa facer 350 quilómetros e perder catro horas para acabar pedindo prezos disparatados», explica Sánchez, quien tiene pocas esperanzas en la temporada por cuanto el agua que caiga en los próximos meses se va a destinar para los embalses «e non vai encher os ríos, por moito que chova».

El Barrola, uno de los restaurantes compostelanos de referencia que apuestan por la cocina de temporada, va salvando las reservas con algún que otro ejemplar del sur que le sirve el propio Sánchez, pero el problema son los grupos que se reúnen con la disculpa de catar este controvertido pescado. «Este mes estuvo todo más parado», confirman desde el Fogar do Selmo, en Rois, que normalmente confía sus jornadas de río a las capturas del Ulla.

Algo similar le ocurre al Chef Rivera, en Padrón, que echa en falta «as lampreas, pero máis os clientes», dice con buen humor afrontando el final del siempre complicado mes de enero. El problema, sostiene, es que los precios tampoco invitan a insistir en esta apuesta gastronómica de temporada. «Unha lamprea de 1.500 ou 1.800 gramos da para dúas racións e media, pero se pagas pola peza 60 euros e a ración custa 36 euros, vai o comido polo servido», comenta Rivera, quien más allá de esta mala racha piensa que el mayor problema es la falta de interés entre los jóvenes por este bocado que no deja indiferente a nadie: «Hai xente que fai cen quilómetros para comela e outros non dan dous pasos», reflexiona.

Otros restaurantes de la capital han sufrido para ofrecerla a los clientes desde que abrió la veda, el 2 de enero. «Costó, pero fui apañando», comenta Manuel García, del Don Quijote, que está comprando lamprea de Arbo. Es todo un contratiempo, para el local de Galeras y para todos los que confían su mes de enero a este plato, que moviliza a muchos comensales antes de iniciar la temporada alta de los cocidos, que ya está ahí. En el Mesón de Lázaro, Pepe Mata la mantiene en la carta. ?l es del Ulla, conoce bien el río y tiene la esperanza de que las lluvias de estos días revuelvan un poco las aguas para que empiecen a caer en las redes. A pesar de ser otro de los locales con fama de cocinarla bien -a la bordelesa, rellena o en empanada- esta semana pasada solo ha servido tres ejemplares. «Saco adelante los compromisos», admite Mata, a quien ya se la han ofrecido «de fuera» y congelada: «Ni hablar», replica.

La Voz de Galicia