Cuatro accidentes por una fuerte granizada.

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El suceso tuvo lugar en la autopista, a su paso por Valga y Cesures.

Una fuerte granizada parece ser la causante de cuatro accidentes registrados ayer, en un intervalo de diez minutos, en la AP-9 a su paso por las localidades de Pontecesures y Valga. A las 15.23 se producía el primero de esos sucesos, con dos vehículos que se salieron de la vía. Más adelante, en dirección Santiago, un tercer coche perdió el control. Un turismo que colisionó por detrás con un camión y un coche que, en dirección Pontevedra, se había salido de la calzada, completan la lista. No hubo heridos.

La Voz de Galicia

Varios accidentes sin heridos en la AP-9 debido a una granizada en Pontecesures.

La autopista del atlántico, AP-9, ha registrado varios accidentes con hasta siete vehículos implicados, en los que no hubo heridos, debido a una fuerte granizada que comenzó sobre las 15,30 horas.

Según han informado a Europa Press fuentes de los equipos de emergencias, se contabilizaron un total de tres accidentes en el tramo de la AP-9 entre la entrada de la autopista de Pontecesures (Pontevedra) y Santiago, sentido capital de Galicia.

De regreso, también se registró un cuarto siniestro de tráfico en el que se vieron implicados dos coches, aunque en todo los casos no hubo heridos. Todos se produjeron en torno a los kilómetros 94 y 96 de la AP-9.

En el primero de los accidentes, debido a la fuerte granizada, se vieron implicados dos coches. En un segundo, fue un turismo el que quedó “dado vuelta” en la calzada debido a la situación meteorológica; mientras que el tercer accidente dirección Santiago supuso una colisión de un coche contra un camión.

Además de efectivos de Protección Civil, fueron movilizados miembros del GES de Valga y de la Guardia Civil de Tráfico. La autopista no llegó a registrar retenciones y el tráfico está normalizado.

El Correo Gallego

Los 13 concellos del Camino se alían con 4 lusos y la Diputación.

El destino final es Santiago, pero, paso a paso, los peregrinos que toman el Camino Portugués cruzan la provincia de sur a norte, de Tui a Pontecesures, cruzando, en total, trece municipios. Ahora, estos, junto a cuatro ayuntamientos portugueses, quieren que los doscientos cincuenta kilómetros de ruta que atesoran se conviertan en un escaparate en el que lucir sus atractivos turísticos más allá del Camino.

«? un elemento fundamental na área de Galicia-Norte de Portugal, que agrupa un numeroso patrimonio cultural material e inmaterial, así como un rico patrimonio natural que constitúe un factor de desenvolvemento fundamental para esta zona», dice Carmela Silva, la presidenta de la Diputación, institución que trabajará de forma conjunta con los ayuntamientos de ambos lados de la frontera para lograr un proyecto europeo de más de cuatro millones de euros para proteger y promover ese patrimonio.

La modernización «e mellora continua dos servizos turísticos, incidindo na calidade e sostenibilidade para ser máis competitivos» será el objeto del plan, que ayer presentaron los representantes públicos en la Diputación de Pontevedra. ¿Cómo se hará? Se empezará por una mejor señalización de vestigios arquitectónicos, yacimientos o cualquier otro patrimonio que se encuentre a lo largo de la ruta, a lo que se sumará una mejor indicación del propio Camino y la reposición de «patrimonio natural», con la plantación y recuperación de especies. Mejorar el entorno y la información. Porque si el peregrino va en contacto con la naturaleza y los pueblos de la ruta, la información la busca cada vez más a través de las redes sociales e Internet. El plan se centrará también en mejorar esta oferta, especialmente ahora, que la ruta portuguesa a Santiago ha experimentado en los últimos años un crecimiento del 25 % en afluencia de peregrinos.

En el horizonte está convertir el Camino «nunha ruta segura, accesible e atractiva» y potenciar su conocimiento a través de «unha guía didáctica para escolares; unha axenda cultural; actuacións de promoción como unha páxina web, a Fair Way (feira do camiño), unha exposición itinerante, un foro sobre turismo sostible e unha workshop de creación e venda de produtos turísticos; e unha rede de traballo con estrutura operativa e estable de cooperación para protexer o Camiño Portugués», explicaron ayer los promotores de la iniciativa.

Proyecto audaz y pionero
El alcalde de Caldas, Juan Manuel Rey, que habló en representación de los regidores gallegos aseguró que se trata de un «motor socioeconómico fundamental para as vilas polas que pasa ademais dun factor de singularidade que nos identifica».

María Elisa Azevedo Leite Braga, que habló en nombre de los regidores portugueses aseguró que se trata de un proyecto «audaz e pioneiro, que nos permite preservar o Camiño Portugués de forma consistente, sostible e seria, potenciando todas as posibilidades de desenvolvemento dos territorios transfronteirizos» unidos por los pasos de los peregrinos, ahora, en un escaparate común.

La Voz de Galicia

«Vin para aquí polo alugueiro, e agora creo que se quedara en Padrón non traballaría tanto».

Rodrigo Ces decidió hace algo más de dos años dedicarse a lo que realmente le gustaba: hacer arte sobre la piel. Así que dio un salto al vacío, decidió abrir un estudio de tatuajes y empezó a buscar el mejor lugar para ello. Como vive en Rianxo, sus primeras pesquisas las realizó por las calles que vieron crecer a Castelao. «Pero os prezos eran altísimos, un desfase». Una vez descartado el entorno más cercano, volvió sus ojos hacia Padrón. Pero de nuevo se encontró con que las tarifas que se piden por el alquiler de un bajo en la villa de Rosalía se escapaban de su presupuesto de joven y arriesgado emprendedor.

Puestos a tantear opciones llegó a las Galerías Belsay, en Pontecesures. «A verdade é que aquí, nas galerías, os prezos dos locais están baratísimos». Allí encontró un establecimiento del tamaño perfecto, y por menos de la mitad del dinero que le reclamaban en otras localidades.

Tuvo mucho que trabajar en el local. Se encargó de la electricidad, de las divisiones internas, de dotarlo de todo aquello que la normativa exige a un centro de tatuajes. Y luego, por fin, abrió las puertas. «Os primeiros meses non facía nin 50 euros á semana. Era un desastre, non daba nin para os gastos», relata. Pero poco a poco la situación fue cambiando. Empezó a funcionar el boca a boca y, ahora, en manos de Rodrigo Ces se pone gente llegada de lejos. Cuando hablamos con él, acaban de salir del estudio Andrea y Marta, dos jóvenes de Rianxo que han venido a hacerse un tatuaje, la primera, y un piercing la segunda. «Non doeu nada», dicen antes de marchar, sonrientes y satisfechas, a comerse el mundo.

Pero los clientes del Ink Friends no solo llegan del otro lado de la ría. Hasta el local de las Galerías Belsay llegan clientes de Milladoiro, de Cacheiras, de Vilagarcía. «Date de conta de que Pontecesures ten unha cousa moi boa: está moi ben situado, a vinte minutos de Santiago, a outros vinte de Pontevedra», señala Rodrigo. ?l llega todos los días a su negocio a eso de las diez de la mañana -cosas de la conciliación de familia y trabajo-. Pero reconoce que no es lo habitual en este tipo de negocios, que amanecen más tarde.

Los horarios varían
Sus horarios, en realidad, dependen mucho de las citas que tenga marcadas para el día. «Porque este non é un negocio no que entres porque pasas por diante e dis, ?vou facer unha tatuaxe?. Non entra xente a preguntar». A Rodrigo le va bien. Siente que crece como artista con cada trabajo que realiza, y siente también que crece su prestigio. Ha ganado algún certamen que otro, ha sido invitado a participar en congresos y ferias. La prueba definitiva de que su trabajo gusta está en su agenda: «Estou dando citas para o mes de marzo». Puestos a hacer balance de su estancia en Pontecesures, Rodrigo está satisfecho. «Vin para aquí polo alugueiro, pero agora creo que se quedara en Padrón, ao mellor non traballaría tanto nin tería tanto éxito». Aunque, con la energía que le pone, el triunfo parecía cantado.

La Voz de Galicia

El Concello de Valga tramita un nuevo plan parcial para que Extrugasa pueda ampliar sus instalaciones.

Extrugasa es un gigante. El Grupo Quintá se ha convertido en una isla propia dentro de Valga, con unas naves que ocupan 85.000 metros cuadrados. Pero la firma, que no se detiene nunca, necesita seguir creciendo. Y en previsión de los estirones que haya que dar en el futuro, se ha encendido la lenta maquinaria administrativa. Precisamente por eso, el alcalde de Valga, José María Bello Maneiro (PP), acudió ayer a Santiago, donde mantuvo una entrevista con la secretaria xeral de Ordenación do Territorio e Urbanismo, Encarnación Rivas, a fin de analizar el proceso que debe culminar con la expansión de Extrugasa.

Sobre la mesa de la Administración hay ya una propuesta que incluye la «reordenación de catro ámbitos existentes, inmediatos á ubicación actual da empresa, así como o desenvolvemento dun novo sistema viario para o seu axeitado funcionamento, que conecte directamente coa estrada PO-548, e que correría a cargo da empresa», según explica la Xunta a través de un comunicado. La construcción de ese vial de acceso deberá ser coordinada y visada por la Axencia Galega de Infraestruturas, según señalaron desde la Administración.

En la actualidad, en el Grupo Quintá trabajan alrededor de medio millar de personas. La firma ha realizado una gran inversión para dotarse de nueva maquinaria que le permita seguir avanzando en sectores como la arquitectura, la industria, la alimentación, la automoción o la aeronáutica.

Sobre su posible ampliación, los responsables de esta empresa, pionera en el sector del aluminio en Galicia, señala que «de momento no existe un proyecto en firme». En todo caso, «el Grupo Quintá, en su política de mejora continua y de aplicación a su actividad y sistemas productivos de las tecnologías y estructuras más eficientes, está analizando posibilidades para la ampliación y mejora en todos los ámbitos de la empresa».

La Voz de Galicia

El Camino se pone más bonito.

El trajín es constante en el Camino Portugués a Santiago. El número de peregrinos que eligen esa ruta para llegar hasta la tumba del Apóstol no para de crecer año tras año. Para muestra, lo ocurrido en 2015, cuando por el punto de atención que el Concello de Valga ha puesto al servicio de los caminantes han pasado la friolera de 31.437 peregrinos, procedentes de hasta 86 países distintos. Semejantes datos, en crecimiento constante, confirman a la ruta que entra en Galicia por Tui como uno de los atractivos turísticos más importantes con los que cuentan los municipios situados en sus márgenes. Y así, a la sombra del Camino y al calor de los peregrinos, han ido proliferando pequeños negocios.

Para que el éxito de la ruta no solo no decrezca, sino que aumente, la Xunta ha comprometido ayuda y mimos. ¿Objetivo? Acabar con todo rastro de feísmo, de desaseo, de abandono. El delegado territorial, José Manuel Cores Tourís, visitó ayer Valga para anunciar una de las medidas que se ha puesto en marcha para mejorar la estética del Camino, para apartar de la mirada de los peregrinos todo rastro de feísmo, de desgaste. Se trata de un plan de ayudas para la rehabilitación de viviendas y edificaciones situadas en las parroquias por las que transcurre la vía. Según los cálculos que maneja la Xunta, solo en Valga más de 2.800 vecinos podrían acceder a una subvención que cubre el 35 % de la obra, con un tope de 11.000 euros.

El alcalde de Valga, José María Bello Maneiro, hacía ayer un llamamiento a la Xunta para que amplíe las ayudas a la ruta marítima, y a los vecinos para que aprovechen la ocasión y acometan obras que «nalgúns casos poden ser moi necesarias». Cambio de tejados, mejora de fachadas o renovación de puertas y ventanas son algunas de las mejoras que encajan en este plan de ayudas, que viene a compensar «as molestias que soportan estes mesmos veciños, que teñen que someter todas as súas actuacións ao filtro de Patrimonio». Resulta este, por lo demás, imprescindible, ya que el Camino es un bien que hay que cuidar con extremo celo. «Desde que se empezou a controlar o que se fai na súa contorna, o feísmo está limitado».

El tramo del Baixo Ulla, en buenas condiciones y con un único punto conflictivo
Implicar a los propietarios para que mejoren el aspecto de los edificios que jalonan el Camino es fundamental. Pero más importante, si cabe, es lograr que la ruta estén en perfecto estado. Para ello, el año pasado se abordaron algunos trabajos de mejora en el tramo del recorrido que discurre por las localidades de Valga y Pontecesures, gracias a un convenio a tres bandas entre ayuntamientos, Diputación y Xunta.

Se trata de un trayecto «que está en boas condicións», según señaló el alcalde Bello Maneiro. Aún así, esta parte del recorrido volverá a ser tenida en cuenta en los planes de mantenimiento y mejora de los caminos de Santiago que la Xunta ya ha diseñado, según explicaron tanto el regidor valgués como el delegado territorial, Cores Tourís. «Os traballos de mantemento e conservación no Camiño, especialmente nas zonas de terra, teñen que ser constantes, permanentes. Nalgunhas zonas poden ser necesarios pequenos arranxos, pero en xeral está en boas condicións agás un punto no que temos un pequeno problema cun muro de contención», argumentaba ayer el regidor valgués. Es precisamente en esa zona donde el Concello confía que se actúe en cuanto haya fondos disponibles. De esa forma, confían en seguir seduciendo a los peregrinos, los mejores embajadores.

La Voz de Galicia