El Secretario de Estado para Asuntos Generales del Vaticano, Francisco Javier Froján Madero, nacido en Caldas de Reis, es un sacerdote conocido en Pontecesures y muy vinculado a la comarca Ulla-Umia. Participó en el desarrollo del Proyecto Hombre durante varios años.
Es difícil pasear por Roma y no sentir, aunque sea un instante, la emoción que embargó a Gibbon y que le llevó a escribir su gran obra sobre el Imperio Romano. En esta ciudad infinita, donde el dominio, la fuerza, la jurisdicción, el mando y la potestad se suceden implacablemente, demostrando que en el fondo son sólo uno, la historia juega a favor del visitante ávido de conocer.
Hoy he quedado con un gallego sabio, un gallego militante de Caldas de Reis que guarda tres grandes secretos: el secreto Vaticano, por trabajar en la Secretaría de Estado para Asuntos Generales de ese dominio eterno; el secreto de la confesión, por ser el depositario de las intimidades susurradas en el monasterio Mater Ecclesiae; y el secreto de la vida, por ser un biólogo hijo de una mujer ejemplo de humildad y de un padre ejemplo de solidaridad, generosidad y sentido social.
Me he venido caminando desde la vía Veneto hasta el corazón del recinto Vaticano? Hasta Santa Marta, palacio sobrio y sencillo donde reflexionan los padres de la Iglesia la continuidad de la piedra angular sobre la que Jesucristo construyó una institución que vence, porque convence, desde hace 2008 años?
Las callejas adyacentes a San Pedro, plagadas de puestos en los que comprar fotos de Juan XXIII, de Pablo VI, de Juan Pablo II, de Benedicto XVI? van tomando la luz de relente y silencio propios de la noche romana. En un lugar como éste siempre tiene que haber un gallego… O varios? Está puntual a la cita.
Siento la emoción de toda esta grandeza. Tuerzo divertidamente el gesto, como si no quisiera darle importancia alguna, tal vez consciente del lugar que los hombres ocupamos en el mundo. Eso lo conoce bien monseñor Froján, el sabio pontevedrés que domina castellano, alemán, francés, italiano, portugués y gallego; que ha escrito sobre los árboles del Vaticano y sobre las complejas relaciones entre antropología y ética. Este licenciado en Biología, que también es doctor en Teología, se encuentra ocupado en las llaves de ese Estado cuya influencia es inversamente proporcional a su tamaño.
Cuentan que Joseph Stalin preguntó en una ocasión: ¿Con cuántas divisiones cuenta el Papa?? La pregunta era tan perversa como su autor y tan ociosa como su obra. De todos es sabido que las divisiones que conocía aquel dictador están conformadas en el Vaticano por gentes como monseñor Francisco Javier Froján Madero, cuyas convicciones, por estar dictadas desde ese lugar donde sólo llegan las miradas interiores, derriban muros y vencen en la partida de la historia. Es otra forma de triunfo. La que no sale por la televisión y la que el tirano soviético no fue capaz de entender? El propio Napoleón, clarividente, lo definió con precisión: «Hay sólo dos poderes en el mundo, la espada y el espíritu. A la larga, la espada será siempre vencida por el espíritu».
EL CORREO GALLEGO, 03/05/08