Medio Ambiente insta a Finsa a que mejore sus riegos para evitar la salida de polvillo.
En el día de hoy Faro de Vigo publica la siguiente noticia:
«La Consellería de Medio Ambiente se puso ayer en contacto con la empresa maderera Finsa después de las quejas efectuadas el lunes por el concejal de la ACP Luis Angel Sabariz Rolán sobre la acumulación de polvillo en la piscina municipal.
La empresa explicó que la salida de polvillo del recinto de la fábrica se debió a la fuerte sequía de estos últimos días que propició una acumulación de polvo en el parque de materias primas. Posteriormente, al levantarse el viento esas partículas en suspensión se dirigieron hacia Pontecesures, afectando a la piscina.
Medio Ambiente, departamento que dirige Manuel Vázquez, quiso tranquilizar a la población, indicando que no se trata de sustancias perniciosas para la salud, y también ha instado a Finsa a que instale un sistema de riego para evitar que esos problemas con el polvillo de la madera se vuelvan a repetir.
El último caso de malestar se produjo este lunes, cuando el polvillo afectó al vaso de la piscina municipal cesureña y aunque no llegó a cerrar como se publicó ayer por error si que hubo quejas de los usuarios de las que se hizo eco Sabariz Rolán. «Mucha gente ya se ha acostumbrado, pero hay que solucionar este problema», indicó. Finsa está ubicada en Padrón, separada de Pontecesures por el río Ulla.»
No estoy de acuerdo con lasd explicaciones de Finsa que parece referirse a que voló astilla del suelo de las instalaciones y esto no es así. En la piscina apareció flotando el polvillo de siempre. Yo le llamo el polvillo «cocinado» y es el que sale de chimeneas nio muy altas del centro de las instalaciones y mezclado con gases de la prensa y forma la nube conocida por todos. Son microparticulas mezcladas con gases calientes y provocan problemas en los ojos (picor e irritación) y también en la garganta (sequedad de boca con sabor amargo) y que perjudica a la salud. Todos sabemos distinguir el olor de la madera sin tratar (la típica astilla) del olor y de las partículas en suspensión que padecemos en Pontecesures.
El problema nuestro no son los acontecimientos puntuales sino el DIA A DIA de las emisiones por eso la Finsa desvía la cuestión con el cuento de la astilla arrastrada por el viento (casi imperceptible el lunes pasado) culpando a la sequía. Ni la empresa ni Medio Ambiente pueden tratarnos como si fuésemos unos ignorantes. Yo invito a las autoridades de Medio Ambiente, conselleiro incluído, a que vengan un día a Pontecesures de incógnito y bien en el muelle o bién en Porto comprobaremos la contaminación perfectamente. Pueden decir misa pues la sensación en los ojos, en la nariz y en la garganta (y me imagino que en los pulmones) son evidencias tan claras que hacen innecesarias más palabras.
De todas formas, hay algo positivo pues por lo menos Medio Ambiente parece que empieza a interesarse por el problema. Hay que seguir en la lucha.
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