El fuego da una tregua a Arousa y se limita a pequeños focos controlados

Los incendios más notables se registraron en Catoira y en la parroquia de Santo Tomé

Por primera vez en cinco días, el humo se disipa y deja ver Xiabre y Castrove

El fuego dio una tregua a Arousa. La prueba más visible es que el aire se hizo más respirable y la atmósfera más nítida. Especialmente en el flanco sur de la comarca. El incendio que asoló la zona de Rianxo durante todo el día mantuvo a los concellos del Ulla y a Vilagarcía sumidos en una neblina con olor a hojarasca quemada como la que llevan padeciendo desde el pasado lunes.

Entonces comenzaban a arder las laderas de Xiabre por todos lados. Ayer, con cientos de hectáreas ya calcinadas, quedaba poco por quemar, pero el calor y el viento son suficientes para avivar los rescoldos.

Ocurrió en la cima de Xiabre, adonde tuvieron que acudir los servicios de Protección Civil de Vilagarcía de madrugada, así como a las parroquias vilanovesas de Tremoedo y Baión. En todos los casos se trataba de rebrotes de anteriores incendios.

En Xiabre también se reprodujo un fuego por la zona de Catoira, en el monte de San Cibrán, e incluso llegó a temerse por las antenas de televisión que hay en la cima, si bien por la tarde ya había sido controlado. Pero el parte del día incluyó también un incendio en un lugar donde, hasta ayer, no se había visto el fuego. Ocurrió en la zona de O Pazo, en la parroquia de Santo Tomé, cerca de la carretera que comunica Vilagarcía con Pontevedra. Las llamas comenzaron a la una y media de la tarde, y cuando parecía que estaban apagadas, volvieron a resurgir por la tarde, al otro lado de la carretera.

Naves en peligro

Los Bomberos de O Salnés tuvieron que emplearse a fondo para evitar que el fuego afectase a las naves industriales que hay en este lugar.

Por lo demás, la tónica dominante ayer era la de control. Protección Civil, bomberos, policías y los propios vecinos vigilan exhaustivamente los montes y están alerta ante cualquier columna de humo que se vislumbre en el horizonte lo cual garantiza una rápida respuesta ante el fuego.

Arousa respiró ayer un poco más tranquila. Sobre todo Pontecesures, donde tras el asedio sufrido el jueves, vivió una jornada sin incendios. En Valga sí seguían humeando sus montes.

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