El PSOE apremia al BNG a que se desvincule de sus concejales díscolos.

Espera que los nacionalistas no permitan usar sus siglas en O Son, Muros y Corcubión
Dimite el alcalde socialista de Meira, que fue investido con el apoyo del PPdeG

El PSdeG-PSOE y el BNG conmemoraron ayer el segundo aniversario de las elecciones que los llevó a gobernar conjuntamente la Xunta con una pelea de guante blanco, en la que los socialistas apremiaron a los nacionalistas para que apliquen sin demora las medidas disciplinarias en Porto do Son, Muros y Corcubión por los incumplimientos al acuerdo marco para la gobernabilidad de los concellos. El Bloque respondió a la petición de sus socios telegráficamente, señalando que la organización ya formuló el pasado sábado la «proposta de expulsión» de sus doce concejales díscolos.

Los socialistas formularon su petición al BNG a través de un comunicado, en el que dicen permanecer a la «espera» de que sus aliados no formalicen la inscripción del grupo municipal en los concellos de Muros, Corcubión y Porto do Son, al tiempo que dicen confiar en que la dirección nacionalista «non permita o uso das súas siglas» en estas tres localidades, donde sus candidatos optaron por romper el acuerdo marco al no apoyar con sus votos a los candidatos socialistas, lo que provocó que la alcaldía sonense cayera en manos del PP, mientras la muradana y la de Corcubión se las llevó el Bloque con el apoyo de los populares.

Fin del plazo

La petición socialista se produce en vísperas de que mañana expire el plazo para constituir los grupos municipales en los ayuntamientos. Y tanto los electos del BNG en Muros, como los de O Son y los de Corcubión señalaron que todavía no han recibido ninguna comunicación oficial de la ejecutiva nacionalista relativa a la apertura de los expedientes disciplinarios, por lo que desconocen en muchos casos cómo proceder.

En el caso de Muros, donde la candidatura del Bloque estaba encabezada por un independiente, los cuatro concejales electos de esta organización valoraban ayer mismo la posibilidad de inscribirse en el grupo de los no adscritos o incluso la de fundar un nuevo grupo político.

El PSdeG recuerda que este partido «xa actuou en consecuencia, con rapidez e contundencia» en el caso de Pontecesures, donde fueron los socialistas quienes se negaron a votar al alcaldable del BNG, pidiendo a la secretaría del concello que impidiera el uso de las siglas del PSOE en la inscripción de los grupos municipales, toda vez que no podía expulsar a los dos electos de sus candidatura por ser ambos independientes.

Dimisión en Meira

Los socialistas también zanjaron ayer la otra crisis abierta al incumplir un pacto de gobierno con la formación Terra Galega en el Concello lucense de Meira, donde fue investido alcalde el único concejal del PSOE, Miguel Antonio García, al recibir el apoyo de los cuatro concejales electos del Partido Popular. Tal y como estaba previsto, García Vázquez presentó ayer un escrito de dimisión en el registro municipal, con lo cual el PSdeG-PSOE se abstendrá de expulsarlo del partido.

La renuncia de este alcalde abre así una vía para que los socialistas puedan restablecer su alianza con Terra Galega, que antes de la investidura del pasado sábado daba por hecho que obtendría la alcaldía de Meira.

En cuanto al BNG, la organización insistió ayer en que su ejecutiva nacional se reunirá el próximo lunes para aprobar las medidas disciplinarias con los concejales disidentes.

LA VOZ DE GALICIA, 21/06/07