Las cuadras de Mambís protagonistas del derbi asnal del Santiaguiño
El cesureño Damián Jamardo premiado en la carrera
La capital del Sar celebró por todo lo alto las fiestas del Santiaguiño que recobraron su aspecto folclórico-popular ·· El derbi asnal, con 16 corredores, y los pasacalles amenizados por grupos folclóricos centraron la atención
Miles de personas se dieron cita en la capital del Sar la semana pasada, coincidiendo con las fiestas del Apóstol, para vivir la tradicional ofrenda al Santiaguiño do Monte. Las calles del casco histórico de Padrón se convirtieron por unos minutos en un improvisado asnómodro (un especie de hipódromo pero para burros y asnos, vamos) donde se dieron cita nada menos que 16 monturas, la mayoría de ellas pertenecientes a las cuadras de Mambís de Pontecesures. Los animales, que se encontraban en buen estado, fueron montados por jóvenes de 4 a 22 años. La jinete más pequeña fue Amalia, de Carracedo (Valga), qsue se estrenaba en esta ocasión y que demostró que la deportividad está por encima de la competitividad.
Cuatro vueltas, sin espolear ni pegar a la montura. Esas eran las bases de la carrera que nació en 1968 y que cumplió 38 años ininterrumpidos. Uno de los 16 animales, en concreto el que llevaba el dorsal número 2, no llegó a pasar por la meta en ningún momento, lo que levantó carcajadas entre el público asistente. Los ganadores fueron Luis Diz (14 años) de Devesa (Valga); Marcos Ferro (8 años), natural de Extramundi (Padrón), y Damián Jamardo de Pontecesures. Los premios fueron de 90, 60 y 40 euros.
Por la noche, mientras Compostela estaba envuelta en fuegos de artificio, los jóvenes del Sar se reunían en el campo del Souto para vibrar al ritmo de Deus que te Crew; Motor Perkins; Noice Proyect; La Caja China y Brétema. Los más maduritos prefirieron pasear o terracear por el centro histórico y escuchar los acrodes de Os Estalotes, Apeles o Os Cangrexeiros, entre otros.
El miércoles, la procesión contó con nueve imágenes y se rescató después de 15 años la de la Virgen del Carmen, el Parrandeiro (como se conoce popularmente a la imagen del Apóstol padronés) subió a hombros los 135 escalones que separan el barrio de A Trabanca del Santiaguiño, seguido de fieles.
Arriba, las familias tomaban posiciones para la comida campestre, y la organización repartió, a modo de aperitivo 400 kilos de sardina, acompañados de cachelos y pan de maíz. Y tras la jolgorio y la música, con la caída de la tarde el santo regresaba por la noche a la iglesia de Padrón, mientras gran multitud de romeros lucían la tradicional seña de la jornada: camisetas empapadas en vino.
TIERRAS DE SANTIAGO, 31/07/07
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