El viaducto sobre el Ulla distará un kilómetro del actual puente con Rianxo.
Cerca de ocho mil metros de la alta velocidad entre Vilagarcía y Catoira circularán bajo tierra
El viaducto que modificará la línea ferroviaria de la comarca y también la fisonomía de la desembocadura del Ulla distará un kilómetro del actual puente sobre el río en las inmediaciones de las torres vikingas, el que utilizan los coches para comunicarse con Rianxo. La estructura de casi dos kilómetros de largo que colocará Fomento sobre las aguas partirá de las inmediaciones de la laguna de Pedras Miudas, cruzará la carretera que une Catoira con Vilagarcía, así como la actual línea del tren, y se elevará por encima del río cerca de las empresas sitas a su orilla. Por circunstancias del terreno, y para evitar una inclinación de la estructura, el viaducto arrancará mucho antes de la línea de costa.
La estructura permitirá ahorrar a la alta velocidad buena parte del recorrido que hace ahora el ferrocarril a orillas del Ulla, y conectará con la estación que se va a construir a la altura de Dodro y que dejará obsoleta la tradicional parada de Padrón.
Diseño
En cuanto al diseño, inicialmente se dijo que iba a ser uno de los puentes más modernos de Europa, sin soportes sobre el río, para evitar el impacto ambiental y los efectos que dichas columnas pudiesen tener sobre las corrientes de agua y, por lo tanto, sobre los bancos marisqueros. Sin embargo, el BOE publicó a finales de septiembre una modificación del proyecto, al considerar Fomento que el viaducto diseñado era técnicamente inviable, para sustituirlo por otro con tres pilares sobre el río. El alcalde de Catoira, con todo, sostiene que van a ser solo dos soportes, y ambos cerca de tierra. En su recorrido irá protegido por celosías para que su impacto visual sea menor.
Alegaciones
Precisamente esa proximidad del viaducto a la laguna fue el principal motivo de las alegaciones que, desde Catoira, se presentaron al proyecto. En el trazado inicial, la vía del tren cruzaba por encima del depósito natural de agua, lo que levantó las iras de los vecinos, que no hace mucho tiempo tuvieron que salir ya en defensa de ese espacio natural. Fomento rectificó, pero la línea del tren le sigue pasando cerca. De hecho, es más o menos a su altura donde nace el viaducto. El Concello alegó también en contra del trazado en algunos puntos en los que el impacto de la vía provocaba perjuicios a los vecinos, ya que cruzaba por núcleos de población, lo que obligaría a hacer pasadizos, y algunas casas quedarían aisladas. Esas alegaciones, unidas a otras similares presentadas en Vilagarcía, fueron atendidas también, y por eso la mayor parte del recorrido de los ocho kilómetros que separan ambas localidades discurre por túneles.
LA VOZ DE GALICIA, 25/11/07
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