Los comuneros de Catoira se unen para trasladar el viaducto de alta velocidad.
Desde hace años se plantea la necesidad de ensanchar el puente interprovincial que une Rianxo con Catoira. Es una petición que formulan, sobre todo, los concellos de Barbanza y su tejido empresarial, pues creen preciso mejorar las comunicaciones con las comarcas de Caldas y O Salnés, pero también con la autopista AP-9. Los comuneros de Catoira creen que construir el viaducto para el eje ferroviario en el lugar que ellos plantean, río abajo, puede servir para construir un puente paralelo para la circulación rodada que permita a las empresas de Barbanza llevar sus camiones directamente al polígono industrial de Bamio, muy cerca del de Abalo y con posibilidad de enlace con la autopista y la carretera de circunvalación de Vilagarcía.
Las comunidades de montes de Catoira y Abalo han decidido unir sus fuerzas para hacer un intento casi a la desesperada. Quieren que el viaducto sobre el Ulla previsto en el trazado del Eje Atlántico del Tren de Alta Velocidad (TAV) se instale río abajo, y no en el lugar donde está actualmente proyectado.
Alegan que en la ubicación prevista hoy en día por el Ministerio de Fomento la vía «pasará prácticamente por encima de una casa y afectará a otras muchas en los lugares de Outeiriño y Cores», pero, además, «destruirá valores patrimoniales tan importantes como los molinos de viento y de río, afectará a la laguna de Pedras Miúdas, destrozará un Lugar de Importancia Comunitaria (LIC), acabará con petroglifos de un singular valor y dañará a la producción pesquera y marisquera del río, con especial gravedad y repercusión sobre los bancos de Os Lombos do Ulla».
Fangos y pilares
Pero eso no es todo, pues en la zona prevista «hay un fondo fangoso» que puede causar «enormes problemas» en el futuro, y para construir el viaducto sobre pilares creen que será preciso efectuar rellenos provisionales como los que se llevan a cabo en la Ensenada de Beluso (entre Rianxo y Boiro) para construir la autovía.
Así, proponen que el viaducto para el tren de alta velocidad se instale sin pilares (inicialmente se había prometido uno «aéreo») entre los lugares de Os Campos y Punta Patiño, es decir, entre la zona donde confluyen las parroquias de Abalo (Catoira) y Bamio (Vilagarcía) con el monte de la parroquia rianxeira de Isorna, allí donde se instalan las conocidas como «Tres Cruces».
Esta alternativa conlleva una separación de 546 metros entre los dos puntos, mientras que la propuesta por Fomento es de 647, «lo cual quiere decir que incluso el coste económico puede ser inferior, y los daños causados serán infinitamente mucho menos cuantiosos», explican Luis Rey, presidente de la Comunidad de Montes de Catoira, y Carlos Loureiro, secretario de los comuneros de Abalo.
PDRA y cofradías
Aunque ya se superó el proceso de exposición pública y presentación de alegaciones, creen que aún se está a tiempo de conseguir dichos objetivos, por lo que intentarán implicar a la Plataforma en Defensa da Ría (PDRA) y a las cofradías de pescadores para que las demandas sean atendidas.
«Si se modificó el proyecto en Vilagarcía hace sólo tres meses también puede hacerse en este caso, sobre todo porque el viaducto se acometerá al final, por ser la obra más compleja y costosa, y esto supone que hay de margen hasta, por lo menos, el año 2011», sostienen los comuneros.
Así se hace constar, por ejemplo, en el extenso paquete de alegaciones, escritos (avalados por decenas de firmas), acuerdos plenarios y políticos, adhesiones y demás documentos que con fecha de 17 de febrero se remitieron al Ministerio de Fomento desde las dos comunidades de montes.
En ese dosier se dice que el pasado 14 de febrero el Estado licitó el tramo Padrón-O Rialiño, «disponiéndose un plazo de ejecución de casi tres años y medio».
Esto quiere decir que dicho recorrido, «y los restantes hasta Vilagarcía, no podrán terminarse hasta bien entrado 2011», dicen los comuneros.
Tal circunstancia los lleva a demandar «una reflexión» a Fomento, pues creen que el proyecto de la alta velocidad «debe ser reconsiderado para introducir los cambios necesarios, evitándose, de este modo, la segura comisión de una auténtica aberración medioambiental, de daño irreparable y consecuencias inadvertidas hasta la fecha».
FARO DE VIGO, 01/03/08
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