La Xunta prevé iniciar en un año la constitución de su gestor ferroviario.
Obras Públicas planea que esta compañía pueda crear nuevas infraestructuras y mejorar las existentes
Pretende explotar como servicios de cercanías el corredor A Coruña-Vigo y otros enlaces urbanos de alta velocidad
El horizonte del ferrocarril de alta velocidad en Galicia sigue cubierto de sombras. Las continuas dilaciones en la tramitación administrativa y las que pueden sumarse en la ejecución de algunos tramos especialmente complejos, como el que dará acceso a la Meseta entre Ourense y Lubián, hipotecan el calendario político del 2012. Pero la Xunta ya trabaja en ese escenario futuro, para rentabilizar las posibilidades que ofrece la llegada del AVE y mejorar los anémicos servicios actuales del tren en este país, incorporando más y mejores conexiones interurbanas y adaptando las frecuencias a la demanda.
El propósito del Gobierno gallego es gestionar el eje atlántico de alta velocidad (A Coruña-Santiago-Vigo), y otros enlaces entre las principales ciudades como un servicio de cercanías a través de un ente ferroviario propio. La Consellería de Política Territorial ha comenzado a dar pasos en esa dirección. La próxima Lei de Fomento do Transporte Público, dedicada casi en exclusiva a impulsar el uso del autobús, reservará un capítulo específico a ese nuevo gestor de ferrocarriles. Se trata de crear un soporte normativo para el ente. Una vez que el Parlamento apruebe esa ley, que está en fase de elaboración y verá la luz en el 2009, la Xunta especificará en un reglamento posterior las funciones del ente y cómo gestionará los servicios.
El órgano autonómico deberá negociar con el Gobierno central el traspaso de las líneas férreas que interesan a la Xunta para su explotación como un servicio de cercanías. En la actualidad, Galicia carece de una red de cercanías, porque el ADIF identifica las líneas como regionales. Pero la Xunta considera que, en la mayoría de los casos, esas conexiones encajan en un concepto de cercanías, y más cuando el trazado del AVE permitirá la conexión directa de A Coruña y Vigo en 50 minutos, cuando ese mismo trayecto requiere en la actualidad algo más de dos horas.
Aunque las expectativas que manejan en Política Territorial son más ambiciosas. El ente se encargaría de optimizar la infraestructura ferroviaria gallega, adecuando a la demanda real horarios y frecuencias. La consellería ya pidió a Fomento que no desmantele las vías convencionales, «para evitar que se tomen medidas que poidan mermar a capacidade operativa posterior» de la red ferroviaria gallega. La idea es que el ente controle también servicios que son deficitarios y que Renfe sigue prestando porque la Xunta los subvenciona como estratégicos para mantener el equilibrio territorial. La operadora cobra desde hace once años por no eliminar su oferta en el interior de Ourense y en los enlaces que comunican A Coruña con Monforte y con Ferrol. El órgano gestor también podrá negociar convenios de este tipo con Renfe y con otras posibles operadoras, en un escenario de descentralización de las cercanías que Zapatero ha anunciado pero que sigue pendiente.
Creación de infraestructura
Otra de las funciones que la Xunta quiere encomendar al ente ferroviario es la posibilidad de crear infraestructura para ampliar la red actual con nuevas conexiones. En todo caso, la creación del gestor requiere el traspaso de las competencias en ferrocarriles urbanos e interurbanos que ya está previsto en el Estatuto de 1981. La Xunta recuerda que esa transferencia del Estado deberá ir acompañada de los recurso necesarios para mantener los servicios. Su previsión es que el proceso para la constitución del ente pueda iniciarse a finales del 2009.
LA VOZ DE GALICIA, 24/08/09
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