La Xunta podría aprovechar los trazados de vía desafectados para apostar por el tren de cercanías.

Publicado por Luis Angel Sabariz Rolán en

Fomento dejará sin uso 150 kilómetros de vías cuando acabe el AVE atlántico
Cuando a finales de los noventa se planteó la mejora del eje ferroviario atlántico en ningún caso se concibió como una línea de altas prestaciones como la que va a entrar en funcionamiento en el 2012. Simplemente se proyectaron mejoras concretas de trazado y el nuevo recorrido circulaba mayoritariamente adherido a la traza convencional. Sin embargo, las sucesivas reformas sobre el proyecto inicial diseñaron trazados alternativos a la antigua vía, hasta el punto de que, cuando se termine el nuevo recorrido entre A Coruña y Santiago, Fomento dejará sin uso unos 150 kilómetros de vía convencional que podrían ser utilizados para un servicio de cercanías gestionado por la Xunta.
Este es el espíritu de la propuesta que ha elaborado el ingeniero Xosé Carlos Fernández y que plasmará en su próximo libro sobre el ferrocarril gallego. En este informe se revela que, al final de las obras del eje atlántico, el 85% de la línea convencional quedaría liberada (150 kilómetros de 177). Ante un eventual proceso de desafectación de estas vías (Fomento ya ha comenzado a levantar raíles entre A Coruña y Santiago) hay dos opciones: las vías verdes que el Estado está acondicionando en antiguos trazados ferroviarios o revitalizar las conexiones con trenes de proximidad. No parece que Fomento haya mostrado interés hasta ahora en recuperar esos itinerarios, a pesar de las protestas de la plataforma Salva o Tren. De hecho, la propia ministra, Magdalena Álvarez, se mostró favorable a transferir a la Xunta las vías en desuso, aunque advirtió que estos tramos están «inconexos».
Itinerarios completos
Esto es verdad solo en parte. El eje atlántico, en su vertiente sur, libera recorridos completos en itinerarios con gran demanda de viajeros como los 30 kilómetros entre Vigo y Pontevedra. En este caso, el AVE tendrá un trazado paralelo más hacia el este. Algo similar sucede entre Vilagarcía y Osebe, en las inmediaciones de Santiago, donde quedarán libres 25,8 kilómetros.
En realidad, las coincidencias totales entre la vía antigua y la nueva solo se dan en los 13,2 kilómetros del entorno compostelano, donde por cuestiones urbanísticas no se optó por un recorrido alternativo. En otras áreas urbanas, como A Coruña, la coincidencia con la línea actual es mucho menor, al igual que en la salida norte de Pontevedra. En estos tramos, Xosé Carlos Fernández propone construir una vía paralela que interconecte los distintos tramos liberados a lo largo del eje atlántico, una obra que en realidad solo supondría construir unos 30 kilómetros de vía convencional de ancho ibérico que, al mismo tiempo, podría utilizarse para dar servicio a las mercancías y al tráfico ferroviario portuario. «Si se plantean construir una autovía paralela a la AP-9, esto es una obra menor», asegura Fernández Díaz.

LA VOZ DE GALICIA, 01/11/08


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