Solo un tercio de la flota apostó por iniciar la campaña de la lamprea en aguas del río Ulla.
Los valeiros confían en superar los malos resultados del año pasado
De las 21 embarcaciones autorizadas para la pesca de la lamprea en la desembocadura del río Ulla, solo 7 han decidido iniciar la temporada de capturas en la fecha marcada por el calendario oficial. Los valeiros, que así se llaman quienes se han especializado en la recogida de este curioso pez, tienen aún fresco en la memoria el recuerdo de la última campaña. «A peor que se lembra», sentenciaba ayer, contundente, el presidente de este colectivo, Antonio Pesado Romai.
Con la mala experiencia reciente, los valeiros han sido muy cautos antes de lanzarse a la captura de la lamprea. «Ao estar o río tan baixo de caudal, a xente non se fía moito. E o gasto en gasolina tampouco compensa, porque hai que pensar que para traballar á lamprea hai que facer un percorrido río arriba que ben leva media hora», explica el presidente de los valeiros de Pontecesures.
Muchos profesionales, por lo tanto, han preferido seguir trabajando como hasta ahora: desenfundando sus butrones para largarlos al mar y recoger chopos y otras especies más previsibles que la escurridiza lamprea. «Este é un peixe moi raro. Pode darse que en dúas semanas non se colla ningunha, e de repente se collan unha chea delas», explica Antonio Pesado. «Normalmente, se o río vai con pouca auga, entran máis tarde», explica este veterano de la pesca de la lamprea. Para el colectivo al que representa, los mejores años son «os chuviosos. Non se sabe por que é, pero canta máis auga doce chega ao mar, máis lampreas entran».
Este año, el inicio de la campaña ha sido titubeante: hasta la fecha se han capturado tres piezas que han podido lograr en el mercado un valor interesante. «Hai moito afeccionado que solo polo gusto de dicir que comeu a primeira lamprea está disposto a pagar un bo prezo», sentenciaba ayer Pesado Romai. Pero no toda la lamprea que salga del río va a alcanzar los sesenta euros que se han podido pagar por los primeros ejemplares. «Está a entrar moita de fóra que se vende como galega», explica el presidente de los valeiros. El origen de esa competidora encubierta estaría situado en Francia, desde donde el pescado viajaría hasta Galicia para ser presentado en muchas mesas como producto extraído de las aguas del país. «No aspecto non ten moita diferencia, pero no sabor sí que se nota o cambio», explica el presidente de los valeiros. «Pasa igual que co marisco», concluye.
Fuertes tasas
Aunque son muchos los factores que juegan en su contra, Pesado Romai no ha renunciado a la esperanza. Por eso confía en que las capturas hagan rentable una actividad gravada con numerosas tasas. «Moitas delas excesivas, porque temos que pagar por algunhas cousas como se fósemos pescadores deportivos. E nós somos profesionais», sentencia el presidente de la asociación de valeiros. Una organización que, pese a estar integrada mayoritariamente por cesureños, está integrada en la cofradía de pescadores de Carril.
LA VOZ DE GALICIA, 05/01/09
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