Pontecesures disfruta los coches de época y abre boca para la lamprea.
La feria disfrutó de una gran asistencia de público.
El público disfrutó con el motor.
Pontecesures inauguró la Semana Santa de forma inusual, dedicando las celebraciones al buen comer y al mejor motor, y buscando un hueco para que, los que lo deseen, compaginen hoy la actividad religiosa de nuevo con los manjares del Ulla y los coches de época.
En el fin de semana de la Festa da Lamprea, el protagonismo se lo llevó la Feria del Automóvil. No era para menos, ya que en Pontecesures se dejaron ver auténticas joyas de coleccionista. Las mejores y más míticas marcas tuvieron su espacio en la feria que atrajo a centenares de curiosos. Las motos antiguas tuvieron menos tirón, aunque también es cierto que fue más que difícil retener a sus propietarios bajo la carpa ante el buen tiempo existente, perfecto para disfrutar de la motocicleta.
Cadillac, Porche, Mustang y hasta un Fórmula 1, el de Fernando Alonso, arrancaron las admiraciones de los seguidores de cualquier cosa que funcione a gasoil o gasolina. Tanto fue el éxito de la cita del motor que casi se empaña el primer día (que no el más importante) de la Festa da Lamprea, que celebra ya su XIV edición.
El famoso pescado del Ulla tuvo ayer el día para ser degustado en empanada o guisado. La estrella fue el concurso de empanadas, aunque se presentaron menos participantes de lo previsto. Sin embargo, la gente volvió a reunirse alrededor de la mesa cuando llegó el momento de la degustación, en la que se sirvieron pinchos a un módico precio. Corrió el vino y la buena comida como preludio a la fiesta que hoy aguarda a los cesureños y a buena parte de los pontevedreses que se dejen caer por la zona portuaria del municipio.
Pero si ayer la organización y los participantes se esperaron algo más, hoy tendrán tiempo de sobra para resarcirse, pues la lamprea vive su día grande. Por la mañana el biólogo Fernando Cobo dará lectura al pregón, donde dejará claro que para algo es uno de los que más saben de los ríos gallegos y su fauna. Después, se empezarán a repartir las 1.000 raciones de lamprea a la bordelesa que se esperan consumir, lamprea cocinada según la receta tradicional (en su propia sangre) y servida con arroz y picatostes, y un vaso de vino. Todo, por 12 euros.
FARO DE VIGO, 05/04/09
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