La «sete buratos» atrae a cientos de comensales en Pontecesures.
«Lamprea mariña, sete buratos, chupona de mar, lambepedras»… Tal y como explicó el pregonero Fernando Cobo hai mil formas de llamar a la lamprea e, igualmente, hai otras mil formas de degustarla. Así lo demostraron ayer en Pontecesures, con la decimocuarta edición de su fiesta gastronómica. Y es que la lamprea revalidó su titulo de reina del Ulla y atrajo en una nueva edición a miles de personas. Según explico la alcaldesa, Maribel Castro, la primera remesa de reciones se agotó al mediodía, pero la gente llegó y fue degustando a lo largo de la tarde. Incluso a las 19 horas se servían pinchos y raciones.
«A crise afecta e, ademáis, coincidiu con outras festas gastronómicas por Galicia, pero aínda así o éxito foi total. ? mellor o vindeiro ano plantexámonos repartir pinchos o primeiro día e só racións o segundo. Xa veremos, indicó».
La jornada transcurrió según el programa: se abrió con la V Feira do Automóbil Antigo e de Ocasión, y a continuación tuvo lugar la recepción de autoridades en la Casa Consistorial. Entre las autoridades presentes estuvo la alcalesa cesureña y varios concejales: los regidores de los ayuntamientos a uno y otro lado del río y el vicepresidente de la Deputación de Pontevedra, José Juan Durán.
El pregón corrió a cargo de Fernando Cobo, biólogo y profesor de la USC, un hombre unido a Pontecesures por lo que él mismo denominó como la conexión de la lamprea: «foi a miña formación académica a causa que me vinculou a granes amigos desta parte do Ulla cos que comparto ademais, por extraordinarias casualidades do destino, o que poderíamos chamar a conexión da lamprea», dijo. Entre ellos citó a Miguel Piñeiro, Miguel Chenlo (de Casa Gómez) y Chus Abalo, entre otros.
La lamprea, según cobo «é unha especie verdadeiramente prodixiosa, un extraordinario exemplo de adaptación» y sobre la que se han dicho y escrito «moitas falacias e calumnias, a maior parte motivadas polo pouco garrido que é o animaliño para moita xente». Aún así, según el pregonero, «sempre nos quedará a clásica, a magnífica, a colosal lamprea á bordelesa, co seu arroz e picatostes. A quen se lle ocorreu isto?. Non digo que sexa a Deus, pero algún espírito superior xuntou estes sabores que tan ben se complementan».
DIARIO DE PONTEVEDRA, 06/04/09
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