Ravella inisiste en retirar la actual vía de tren para aligerar el tráfico en Vilagarcía.
El Concello argumenta ante la comisión de defensa del cercanías que un servicio de tranvía sería posible en el futuro
No obstante, el gobierno local no tomará una decisión hasta reunirse con técnicos de Fomento y de la Xunta
Nunca es tarde, dicen, si la dicha es buena. Ayer, el Concello de Vilagarcía abrió sus puertas para acoger una reunión que debería haberse celebrado hace meses. Los diferentes planteamientos defendidos por el comité que aboga por la creación de un tren de cercanías y el grupo socialista, mayoritario en el gobierno municipal, impidieron hasta ahora que la entrevista tuviese lugar. Este punto pendiente se ha solventado por fin y, aunque cada una de las partes ha insistido en su propio planteamiento, los participantes calificaron el encuentro de «cordial e construtivo».
La idea que maneja el gobierno local sigue siendo retirar las vías del actual trazado del ferrocarril, entre Bamio y San José, que quedará sin uso en cuanto entre en funcionamiento el nuevo corredor atlántico. Vilagarcía, argumenta el equipo municipal, necesita aligerar el denso tráfico rodado que atenaza su acceso norte, a través de Carril y la avenida Rosalía de Castro. Y el desmantelamiento de las vías ofrecería una fórmula idónea, puesto que permitiría abrir una nueva calle interior, paralela a Rosalía de Castro, hacia la que encauzar parte de la problemática circulación motorizada.
Existe, al mismo tiempo, un acuerdo plenario, aprobado por unanimidad en el 2006, en el que la corporación defiende la creación de una senda verde peatonal y de uso para bicicletas entre Vilagarcía y Bamio, precisamente por donde hoy discurre la infraestructura ferroviaria. Se trata de una zona de gran valor paisajístico, prácticamente paralela a la línea de costa. ¿Quiere decir esto que no habría lugar para nada parecido a un tren de proximidad? Desde el punto de vista del Concello, tampoco es así. En opinión de los munícipes, la solución que se adopte debe hacer compatible la necesidad de garantizar el transporte de mercancías que genera el Puerto con la intermovilidad interna y externa del ayuntamiento. La idea de que, en un futuro, se habilite un servicio de tranvía o un tren ligero no entraría, de acuerdo con la opinión expuesta por Ravella, en contradicción con su postura.
En el intercambio de información tomaron parte, en fin, la alcaldesa, Dolores García, y los portavoces de los grupos políticos vilagarcianos, junto a miembros del comité de cercanías, Arousa Tren y la asociación de amigos del ferrocarril.
LA VOZ DE GALICIA, 07/10/09
0 comentarios