La viuda del Nobel no asistió ayer en Padrón a la misa en recuerdo del escritor.
La presidenta de la Fundación Camilo José Cela, Marina Castaño, observa los documentos expuestos.
Ni Marina Castaño ni Tomás Cavanna asistieron a la misa de aniversario del Nobel en la colegiata de Iria Flavia. El pago de la herencia al hijo de Cela asfixia al organismo padronés, ya amenazado por una grave crisis
Ni Marina Castaño, ni Tomás Cavanna. Ninguno de los dos cabezas visibles de la Fundación Camilo José Cela asistió ayer en Padrón a la misa que se celebró en recuerdo del Nobel gallego con motivo del octavo aniversario de su fallecimiento. Es más, el aspecto de la antigua colegiata de Santa María de Adina, en Iria Flavia, era tan desolador como la sentencia que horas antes había caído a plomo sobre la Fundación CJC, al otro lado de la carretera, obligando a este centro y a su presidenta, Marina Castaño, a satisfacer al hijo del Nobel Camilo José Cela Conde con su parte de herencia, o lo que es lo mismo: más de cinco millones de euros.
La situación de la fundación no es nueva aunque, evidentemente, esto ha acabado de extraer la espoleta para la bomba de una agonía económica que nadie niega. Hace poco más de un mes saltaron las alarmas con las críticas por el deterioro, luego Tomás Cavanna presentó su dimisión después de 16 años de problemas contables y ahora la fundación, deberá hacer frente a este pago.
Pero ¿Dónde está Marina? ¿Qué dice la presidencia de la FCJ? desde su domicilio manifestaban pocas horas después de que la sentencia saliese al aire que estaría fuera todo el fin de semana, pero continúa sin aparecer. Por el momento, el mutismo es general por una y otra parte. Fuentes cercanas a la fundación señalaban ayer que antes de que concluya este mes, los patronos de la fundación se reunirán y, previsiblemente, adoptarán una reunión sobre el futuro de la misma y se abre de nuevo la brecha sobre el emplazamiento del legado padronés. Lo cierto es que ahora surge una disyuntiva después de que en su día el patronato difundiese el apoyo y confianza a la presidenta y viuda del Nobel, ahora el propio patronato se marca una prioridad: intentar buscar una solución.
De alguna manera la sentencia es un reconocimiento a la figura de Rosario Conde, primera mujer del Nobel, con la que estuvo casado 43 años y madre de Camilo José Cela Conde. Rosario, al igual que su hijo, fue apartada del ingente legado del autor, depositado en la Fundación Cela. Fue en 2005, cuando Cela Conde inició en los tribunales la batalla legal para conseguir lo que le corresponde de su herencia.
La clave.
Tras un mes de la fundación de Palma
La sentencia que da derecho a Camilo José Cela Conde a cobrar su herencia se conoce un mes después de que el único hijo del Nobel decidiese crear una fundación en Palma de Mallorca con el legado de su madre, Rosario. En esta ciudad residieron entre los años 1955 y 1988 .
EL CORREO GALLEGO, 17/01/10
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